lunes, noviembre 23, 2009

CUBA: RETOS FUERA DE NUESTRO CONTROL.

RETOS FUERA DE NUESTRO CONTROL.




Por Alfredo M. Cepero .

(Tercero de cuatro en la serie “Tiempos de Destinos Inciertos”)

Somos muchos, cubanos y no cubanos, quienes en el curso de este largo camino no hemos encontrado respuesta a nuestras interrogantes sobre la razón para la prolongación de nuestro martirio. Resulta incomprensible que un solo individuo, aún cuando carezca de compasión o escrúpulos y haya sido dotado de habilidades extraordinarias para la maldad y el engaño, se las haya arreglado para encarcelar, asesinar y reducir a la más abyecta sumisión a millones de seres humanos por más de dos generaciones. Eso lo ha hecho el hijo de Satanás cuyo nombre nos negamos a pronunciar o escribir porque ya ha sido ensalzado hasta las náuseas y la demencia por los acólitos que le hacen la propaganda, los periodistas que la repiten como loros enajenados y los visitantes que se dicen cautivados por su supuesto magnetismo.

El hecho es que a pesar de todos nuestros esfuerzos y sacrificios la tiranía ha sobrevivido la desaparición del campo socialista y una crisis económica sin precedentes en la historia de Cuba. Esa supervivencia podría muy bien ser atribuida a situaciones que se han convertido en retos totalmente fuera de nuestro control. Entre ellas podríamos citar el mito y las calumnias transmitidos con eficacia por la propaganda del régimen y sus medios afines en todo el mundo, la fascinación de artistas, intelectuales y políticos oportunistas con nuestros dinosaurios ideológicos, el largo tiempo transcurrido y su acción sobre personajes y acontecimientos históricos, la política errática de nuestro principal aliado y la indiferencia internacional ante la pesadilla del pueblo cubano.

( Herbert Mathews y Fidel Castro en la Sierra Maestra )

Aún antes de haber tomado el poder ya esta banda de salteadores de caminos, harapientos y famélicos, eran presentados en 1957 por el periodista rojo Herbert Mathews en el New York Times como una guerrilla organizada y bien apertrechada que, rosarios al cuello, derrocaría la odiosa dictadura de Batista. Unos meses mas tarde, Robert Taber produjo un documental para la CBS donde el entonces pichón de tirano negó toda asociación con el comunismo. Así nació la fábula de un legendario luchador por los humildes que hemos estado combatiendo hasta nuestros días. Mas tarde, vendrían los gritos de Violeta Casal por Radio Rebelde y, después del triunfo de la revolución, la fundación de Prensa Latina por Jorge Ricardo Massetti y la salida al aire de Radio Habana y de La Voz de Cuba. Otras formas de penetración y control del mensaje han sido realizadas a través del ICAP (Instituto Cubano de Amistad entre los Pueblos) y de la editorial Casa de las Américas.

Por otra parte, la maquinaria de propaganda del régimen no ha sido utilizada únicamente para promover las supuestas bondades de la revolución sino para calumniar a quienes luchamos por un sistema de libertad y democracia. El ejemplo mas notorio fue el deplorable caso de Elián González, donde la entrevista de Juan Miguel González con Dan Rather fue totalmente manipulada por el abogado Greg Craig, un amigo de los Clinton convertido en testaferro del tirano de Cuba. Fue tan vitriólica la campaña de prensa lanzada contra nosotros que por primera y posiblemente única vez vimos con estupor y repugnancia el espectáculo inaudito de negros norteamericanos unidos a blancos racistas profiriendo insultos contra los exiliados cubanos. Prueba de que el odio instigado contra nosotros era superior al odio que sienten entre sí estos dos grupos hasta ahora irreconciliables.

( Raúl Castro y Sean Penn )

Otra situación vergonzosa es la fascinación que sienten por los verdugos del pueblo de Cuba cineastas como Oliver Stone, actores como Michael Douglas, Sean Penn y Jack Nickolson, intelectuales como José Saramago y Gabriel García Márquez, y políticos como José Luís Rodríguez Zapatero, Michelle Bachelet, Cristina Kirshner, José Miguel Insulza y Leonel Fernández. Ni siquiera los supuestos analistas políticos de la gran prensa norteamericana parecen haber logrado escapar de este hechizo diabólico del tirano. Limitados por el espacio veamos algunos ejemplos breves. En 1989, Peter Jennings, de ABC, decía: “La salud y la educación son los grandes éxitos de la revolución”.En 1992, Katie Couric, de NBC, dijo: “Cuba cuenta con una de las tasas de mortalidad infantil mas bajas del mundo”. La Couric, desde luego, no estaba al tanto de que los abortos denunciados con valentía sin igual por el Dr. Oscar Elías Biscet no eran incluidos en las estadísticas de mortalidad infantil. En el 2000, Eleanor Clift , de The McLaughlin Group, manifestaba: “Ser un niño pobre en Cuba es, en muchos casos, mejor que ser un niño pobre en Miami.” Después de estos ejemplos es difícil decir si estas declaraciones fueron hechas por ignorancia, por maldad o por fanatismo ideológico.

( Dr. Oscar Elías Biscet )

Pero lo más repugnante es la fascinación de una parte considerable del propio exilio cubano con los dos miserables que encabezan la satrapía reinante. La demanda desaforada por un libro donde se narran detalles sobre la vida intima de la dinastía comunista cubana ha convertido la obra en un éxito de librería en poco más de una semana. No soy yo quién ha de emplazar a una mujer que, en el otoño de su vida, se ha dado a la ingrata tarea de suavizar con colores pasteles el negro panorama del cementerio de vidas y esperanzas en que han convertido nuestra patria sus dos hermanos diabólicos. Pero si digo que comprar ese libro es ayudar a perpetuar el mito. Y perpetuar el mito es nada más y nada menos que traición a la patria.

Por otra parte, la permanencia del régimen en el poder por un tiempo tan prolongado ha erosionado las filas de los opositores originales e incorporado a las filas de la oposición a individuos que una vez fueron miembros del gobierno o a jóvenes que sufrieron el adoctrinamiento despiadado de la ideología marxista. Los primeros no solo tuvimos el privilegio de conocer una Cuba en democracia y relativa prosperidad económica sino renunciamos a felicidad personal y seguridad material en nuestra decisión de oponernos a la tormenta que se cernía sobre la patria. Los segundos, ya fuera por ceguera o por oportunismo, apoyaron la revolución hasta que la situación se les hizo insostenible o fueron purgados por el sistema. Los jóvenes han sido sin dudas las víctimas inocentes de este desastre nacional. Sus mentes inocentes fueron bombardeadas despiadadamente con lemas de odio, distorsiones de la historia y principios materialistas. Crecerían para ser guerrilleros como el Che, la lealtad al Partido debía superar a la de la patria, no había más héroes que los de la sierra y la religión era una patraña indigna de los verdaderos revolucionarios. No en balde quienes combatimos a la tiranía en estos momentos parecemos muchas veces una asamblea de pobladores de la mítica Torre de Babel. Somos todos cubanos pero no hablamos el mismo idioma.

La política errática de los Estados Unidos hacia el régimen comunista de Cuba ha sido objeto de tantos análisis que no creemos necesarios extendernos demasiado en el tema. Baste señalar que en el período que podríamos llamar de verdadera confrontación el gobierno del presidente Kennedy consintió en el lanzamiento de una invasión que traicionó el 17 de abril de 1961, un embargo que decretó el 2 de febrero de 1962 y un bloqueo que implantó en octubre de l962 con motivo del establecimiento de proyectiles nucleares soviéticos en la Isla.

( Nikita Jrushov y John F. Kennedy )

A partir de ese momento y con motivo del Pacto Kennedy-Krushchev Washington se dedicó, primero, a perseguir como ha hecho hasta nuestros días a quienes combaten con las armas al régimen comunista de Cuba y, después, a apaciguar con medidas migratorias como los Vuelos de la Libertad en 1965, el ingreso en Estados Unidos de 125,000 cubanos a través del Puente de Mariel en 1980, la concesión de 20,000 visas anuales a cubanos de la Isla y la flexibilización de medidas del embargo por las cuales los Estados Unidos se ha convertido en el primer socio comercial de Cuba en lo relativo a productos agrícolas. Todas estas medidas han contribuido considerablemente al oxígeno político que ha facilitado la supervivencia del régimen por más de medio siglo.

Finalmente, la indiferencia internacional rayana en hostilidad ante la pesadilla del pueblo cubano ha estado motivada tanto por intereses económicos como por odio contra quienes perciben como nuestro principal aliado, los Estados Unidos. En 1958, la producción azucarera de Cuba alcanzó la cifra de 5 millones, 600 mil toneladas, 90 por ciento de las cuales fueron vendidas a los Estados Unidos con un ingreso para el país de 557 millones de dólares. Brasil y México, productores marginales en 1958, han llenado gran parte del vacío creado por la incapacidad de los comunistas para obtener productividad de sus hambreados obreros. Y el odio a los Estados Unidos se ha manifestado en las numerosas y abrumadoras votaciones en la ONU y en la OEA condenando el embargo norteamericano contra el régimen comunista. Tengan, sin embargo, mucho cuidado quienes ignoran o se alegran de nuestra tragedia porque ellos podrían convertirse en las próximas víctimas como ya ha ocurrido en Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia como los casos más notorios. Esos pueblos no escucharon la frase lapidaria de un consagrado patriota y brillante periodista cubano que se llamó Guillermo Martínez Márquez quien dijo: “Se salva Cuba o se pierde América”. Cuba no se ha salvado y América anda por peligrosos caminos que podrían conducir a su perdición. Ojala que aún estemos a tiempo y no sea demasiado tarde.

Miami, Florida, noviembre del 2009.

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Si desea información sobre el Partido Nacionalista Democrático de Cuba favor de pulsar www.pndcuba.org

2 Comments:

At 9:14 a. m., Blogger Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

Gracias Cepero por tus apasionados y objetivos artículos. No te cansas de explicar una y mil veces nuestra desgracia. Yo creo que una Dictadura, no dictablanda, tiene que ser tumbada desde afuera ( Saddan Hussein, Adolfo Hitler)o desde arriba ( M. Gorbachov), los EEUU son los únicos que realmente han ayudado al Pueblo Cubano, pero no como debían haberlo hecho, en eso, Satanás le ganó el juego y por eso estamos y seguimos como estamos.

 
At 4:03 a. m., Anonymous Anónimo said...

ehh... thanks for thoughts ))

 

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