BARACUTEY CUBANO

ONCENO ANIVERSARIO DE LA NUEVA CUBA PRIMER PERIODICO CUBANO DIARIO E INDEPENDIENTE EN LA INTERNET




Por Antonio M. Rivera
Director
La Nueva Cuba
Noviembre 1, 2009

Hoy celebramos el onceno aniversario (1998-2009) de "La Nueva Cuba", el primer periódico cubano, diario e independiente, en la Internet.

Confesamos que el hacer posible la existencia de este periódico durante once años ha sido el mayor reto de nuestra vida.

Hemos sobrevivido ante enormes contratiempos propios de este oficio, las maniobras y campañas de enconados envidiosos o aquellos otros políticamente motivados y de adversarios gratuitos, entre los exiliados, y la sostenida, consecuente, bien financiada hostilidad de la dictadura.

Irónicamente, hemos sido difamados y calumniados con saña, por algunos de los que debieran haber sido nuestros aliados naturales; los que nos crearon "etiquetas", para atacar nuestro carácter, y colgado "estereotipos" para cerrarnos puertas, e incluso han promovido la suspicacia y el recelo sobre nuestras motivaciones e intereses, a fin de forzarnos a desistir de este esfuerzo por cansancio, presiones económicas y profesionales. También han buscado privarnos de acceso a fuentes de sustento y trabajo.

Sin embargo, después de más de una década La Nueva Cuba continúa su trabajo, once años durante los cuales hemos recibido aproximadamente 800 millones de hits. Un verdadero hito. El prestigio, la credibilidad y el celo profesional con el que hemos llevado a cabo esta tarea diaria, ha sido gratificado por el respeto que se nos concede. Nuestro objetivo sigue el mismo: promover el surgimiento de una sociedad abierta, democrática y civilista en Cuba.

Escogimos para iniciar La Nueva Cuba, la fecha del 1 de noviembre, un día muy especial en lo personal, el cumpleaños de mi abuela paterna Doña Ana María del Carmen Reyes y Bermúdez (1889-1928), a quien nunca conocimos, pero que dejara un excepcional legado de coraje, de sensibilidad e inteligencia, de fortaleza ante la adversidad, de entereza, dignidad y dedicación poco común, para su época y sobre todo para hoy.

Dejó una huella tal en la "memoria histórica" de nuestra familia, que aún a pesar del transcurso de tanto tiempo, casi un siglo ya de su desaparición f'ísica, ella sirve hoy de especial inspiración a aquellos que no tuvimos ni remotamente el privilegio de conocerla.

( Dña Ana María del Carmen Reyes y Bermúdez )

Igualmente este periódico está consagrado a la memoria de Eduardo Facciolo Alba (1829-1852) el primer mártir del periodismo cubano libre, ejecutado sumariamente por el gobierno colonial español.

De manera que con La Nueva Cuba queríamos hacer un diario cuyo pilar lo debía constituir el periodismo investigativo y estábamos motivados por nuestra visión de crear un periódico serio, responsable, y profesional. No era nuestra intención crear un movimiento o partido político del que el periódico fuese un portavoz, sino un medio de prensa independiente, dedicado a ofrecer herramientas alternativas de información y análisis para nuestros lectores.

Ofrecimos un diario con ocasionales editoriales, caricaturas políticas, secciones de cultura, arte, noticias y artículos de opinión. Un periódico enfocado en lo que ocurría dentro de la Isla, con especial énfasis en violaciones de los derechos humanos, la oposición y los presos políticos así como los graves problemas políticos y sociales que padecía nuestro pueblo. Igualmente con los temas cubanos y todo lo que incumbiera a los cubanos desperdigados por todo el planeta.

También desde sus inicios nos concentramos en los temas relacionados con Cuba y su tradicional apoyo a grupos terroristas y su alianza con organizaciones terroristas internacionales, la amenaza de los pujantes y crecientes movimientos extremistas, la guerra asimétrica y sobre todas las cosas la grave amenaza a las libertades que todos los grupos inspirados en teorías totalitarias -ya fuese como ideología o mero instrumento de consolidarse y perpertuarse en el poder.

Para La Nueva Cuba el tema crucial del siglo XXI es el de las libertades, que incluye el libre acceso a información, y a expresar libremente nuestras opiniones, y el de la preservación en suma de todos los derechos humanos. Como nunca antes, desde que con el brote de las democracias modernas se iniciara el proceso de dar mayores libertades y participación a los ciudadanos, han estado tan en peligro esas libertades.

Con todas sus imperfecciones, las sociedades civilistas, no han cesado de proveer herramientas para universalizar la información, alentar y proteger el debate público y la tolerancia, e implementar y expandir el monitoreo de los abusos del poder.

Sin embargo, en estos inicios de siglo, asechan a las sociedades abiertas civilistas muchos peligros. Las libertades son frágiles conquistas de los pasados 200 años, tras milenios de despotismo e injusticias. Los que creyeron que el peligro desaparecería con el derrumbe de los experimentos totalitarios del siglo XX, se equivocaron.

Lo que contemplamos en la actualidad es un angustioso resurgimiento de las tendencias a conceder cada vez más poder a unos pocos, supuestamente a nombre de los muchos. Con nuevos trajes o variaciones nada sutiles en el demagógico discurso, buscan el poder para eternizarse en él, mediante el aumento de los poderes de los políticos atrincherados en los gobiernos, de la intromisión, las restricciones, y el control sobre los ciudadanos y la supresión de las libertades.

A cambio de no tener derecho a acceder a información alternativa, a opiniones propias, a organizarnos social o políticamente en grupos no controlados por el gobierno, de no tener participación alguna en el ejercicio de la soberanía, del no disentir, ni cuestionar, nos prometen atención médica, educación, y el derecho a practicar deportes, todo lo cual lo concederán "gratuitamente", promesas que cumplirán sólo en el mundo imaginario creado por sus maquinarias de propaganda. Tras los escenarios triunfalistas de esas "adquisiciones". se esconden las brutales realidades de lo que es un buen ejemplo Cuba: Tras medio siglo en el poder, las convincentes y repetitivas mentiras se desploman ante nuestros ojos.

Esos mitos se desmienten por si mismo y en la práctica hemos visto el resultado práctico de esas sociedades formuladas en manuales políticos, de la extrema izquierda o la extrema derecha.

De manera que unos pocos políticos en el poder, pretenden hacernos creer que ellos -escogidos por el destino, iluminados por revelaciones interiores, divinas o humanas- son los poseedores de la única ruta para forjar nuestros destinos, y se proclaman como liberadores de los desposeídos, como los únicos interpretes de nuestros intereses, llamados como se autodesignan, a defendernos y protegernos de "nosotros mismos". Piden para lograr los "cambios" únicamente que marchemos "unidos", que acatemos todas sus demandas de sacrificio, y que aceptemos sus "visiones" de futuro sin cuestionamientos.

Nos enfrentamos a una coalición letal a las libertades: el extremismo ideológico o religioso, los movimientos políticos "milenaristas", la intolerancia, las dictaduras, y el autoritarismo, los líderes "iluminados", "escogidos", "irremplazables" de toda laya y origen.

En estos tiempos peligrosos, La Nueva Cuba quiere ser un periódico, con una vocación clara, sostenida, inteligente, por el periodismo libre e independiente, que a manera de "caja de herramientas informativa", cumpla con una tarea de informar sobre los problemas reales de la sociedad cubana, dar seguimiento a la administración de los poderes públicos, velar por el respeto y observancia del ejercicio pleno de los derechos humanos. Ni somos partes, ni nos financian, gobiernos, agendas políticas de partidos y movimientos políticos nacionales o internacionales, ni organismos internacionales arropados por contribuciones gubernamentales.

Sin embargo es importante que conozcan que La Nueva Cuba nunca sería posible sin el compromiso, el desinterés y la pasión generosa e inteligente que han movido en el pasado a centenares de hombres y mujeres que contribuyeron y contribuyen a este esfuerzo. Alrededor de 80 personas, algunas de ellas ni siquiera cubanas, que viven esparcidos a lo largo de todo el planeta han mantenido y mantienen vivo el sueño de una Cuba libre y una prensa libre para la Nueva Cuba.

Quienes trabajan en La Nueva Cuba, ofrecen talento, tiempo y trabajo por amor al principio que nos une: trabajar para una nueva Cuba donde los 30 artículos de la Carta Universal de los Derechos Humanos sean piedra del ángulo y para que pueda surgir en la Isla una sociedad civil, democrática, multipartidista, en la que impere el imperio de la ley y el culto a la dignidad plena del hombre.
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NOTA:

Años antes (1995) habíamos iniciado el Canal CubaLibre en el IRC, y poco después el sitio digital Cuba Megalinks, surgido en una época donde las únicas páginas -dos o tres de ellas- dedicadas específicamente a enlaces de temas cubanos eran aquellas creadas por los seguidores y simpatizantes de la dictadura.
En aquella época (1995) ciertamente existían ya algunas páginas y proyectos de cubanos libres en la internet. Pero éramos apenas unos pocos. Con nuestra labor de divulgar enlaces, en poco tiempo comenzaron a surgir muchos otros sitios cubanos que auspiciaban todo tipo de temas cubano; a quienes nos escribían y a nuestros visitantes, les estimulábamos a crear sus propios proyectos de sitios en la red.

Para mediados de 1998 contábamos ya con más de tres mil enlaces de cubanos libres, los que divulgábamos. Cuba Megalinks era facilitadora y estímulo para que se propagaran por toda la red sitios acerca de la cultura, la historia.

Pero en el verano de 1998 pensamos que además de los pocos ya existentes sitios cubanos libre dedicados a la divulgación de información sobre Cuba debía existir un periódico cubano independiente, libre y diario en la Internet.