jueves, diciembre 17, 2009

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COSAS QUE FUERON Y COSAS QUE SON



Por Juan González Febles
Periodista independiente.
jgonzafebster@gmail.com

Lawton, La Habana, 17 de diciembre de 2009, (PD) Algo de contornos aun no bien definidos, sucede en Cuba y en todo lo que tiene que ver con asuntos cubanos. Parece que los vodeviles políticos que hemos vivido, se convierten en un sonido o una visión que se desdibuja. Queda como enseñanza y admonición para el futuro, que no se hace política desde pasarelas y que hacerla requiere un mínimo de decencia humana.

Las Damas de Blanco salieron a las calles el pasado 9 y 10 de diciembre. Algunos opositores de fila poco conocidos, salieron por sus medios para manifestarse pública y pacíficamente, otros lo intentaron… Tanto las Damas como cada uno que lo intentó, fueron reprimidos con minuciosidad en el espanto, para parafrasear al fallecido escritor cubano Reinaldo Arenas. Pero aún así, el saldo fue todo lo favorable que podía esperarse para las fuerzas pro democracia.

La ocasión vino de perillas para que quien quiso hacerlo, aprenda de primera mano que es un mitin de repudio. Los diplomáticos y la prensa extranjera acreditada que fueron testigos de la brutalidad del régimen cubano, habrán reflexionado y quizás ya tengan un juicio mejor equilibrado sobre la situación real en la Isla.

Tanto los diplomáticos, como los periodistas extranjeros acreditados ganaron con su servicio a la verdad y su presencia en las calles, el respeto y la gratitud de miles de cubanos en Cuba y fuera de ella. No hemos sabido de la presencia de diplomáticos españoles en las calles durante los días 9 y 10 de diciembre. Pero sabemos que las Damas pasaron muy cerca de la legación española en La Habana. Esperemos que el Sr. Moratinos a su vez lo sepa, y tenga algo que decir.

Por supuesto, el régimen cubano buscará la forma de que algo así, no se repita. No se trata de esa brutalidad a la que jamás renunciarán porque es su sello distintivo, se trata de la solidaridad con los que sufren. De seguro, el Minrex cubano llamará a cada uno de los diplomáticos que salió a las calles para ser testigos presenciales de las jornadas del 9 y el 10 de diciembre. Allí, les hablarán de su derecho soberano a golpear y a reprimir manifestaciones pacíficas. De su voluntad de no permitir ‘injerencia en los asuntos internos’, que es decir: actuar sin críticas ni testigos molestos. No importa que estos sean diplomáticos o periodistas.

La conducta impropia de los diplomáticos del régimen castrista a lo largo del mundo, es proverbial. Lo mismo participan en ajustes de cuentas mafiosos en países soberanos, como sucedió en Londres, cuando balearon a Florentino Aspillaga, que organizan y dirigen redes de espías, como sucede todos los días en cada país que alberga una embajada cubana.

Cada una de estas embajadas, está dirigida y administrada por una banda colegiada con corbata, valija e inmunidad diplomática. Gente práctica de pocos o ningún escrúpulo. Entonces: ¿Si esos son los diplomáticos, qué queda para los segurosos?

En Cuba, cada uno de los que salió a las calles conocía bien la respuesta. A pesar de esto, hubo gente en las calles los días 9 y 10 de diciembre de 2009. Fuera de Cuba, también se conoce. A fin de cuentas, dondequiera hay cubanos. Los hay, desde en el Congreso de los Estados Unidos hasta en el diario miamense El Nuevo Herald o el español, El País.

Esto explica en parte la amplia cobertura y la resonancia concedida por allá a los sucesos del 9 y el 10 de diciembre de 2009, en La Habana. Como se dice por acá, cosas que fueron y cosas que son.
jgonzafebster@gmail.com

Foto: Marcelo López