lunes, diciembre 28, 2009

Falleció Mercedes Ortiz. Adiós querida mambisa

Adiós querida mambisa


Por Delfín Leyva

Anoche, al conectarme a mí computadora, encontré por distintas comunicaciones de los hermanos de luchas y esfuerzos, Abradelo, Kemel, y Moreda, la infausta noticia: nuestra hermana Mercedes Ortiz había fallecido. Hacía muchos años que una fatal noticia no me producía tan honda tristeza. En este largo y doloroso exilio, grandes baluartes de nuestra lucha han ido cayendo, entre ellos situamos a esta gran dama, luchadora incansable por la libertad de nuestra patria. Nunca un día de Noche Buena fue tan amargo como éste, donde nuestro corazón se nos estruja al tener que comunicarle a miles de lectores éste triste descenso.

Mercedes sufrió por varios años en carne propia los rigores de las cárceles castro-comunistas. Sus compañeras de celda son testigos de su postura de “plantada”, con valentía espartana y gran gallardía cumplió su injusta condena.

En San Juan, Puerto Rico se consagró a la lucha sin tregua contra la tiranía. Fueron cientos las actividades patrióticas que organizó como presidenta de la Asociación de Ex Presos Políticos. Cuando el hermano Antonio Poo y su señora se trasladaron a Miami, Mercedes siguió organizando las conocidas “cenas patrióticas” que producían el dinero necesario para que los presos cubanos en Estados Unidos recibieran una ayuda mensual que les mitigaran en algo su dolor.

Siempre recordamos con gran cariño su llegada a nuestra Casa Cuba de Arecibo. Todos los años organizaba su visita, logrando asistir a nuestras Cenas Martianas en una gran guagua donde venía acompañada por más de 30 compatriotas. Al llegar nos decía: “Aquí se respira aire patriótico”.

Hace unos dos años, presintiendo ya que estaba en la fase final de su vida, me llamó por teléfono y me dijo: “Quiero que vengas a visitarme, estoy muy enferma y en tres días me voy para Miami, y quiero entregarte lo más valioso que poseo”. Se refería a sus valiosos libros. Aquel encuentro fue muy doloroso, la enfermedad ya hacía mella en su rostro, hablaba con mucha dificultad y su movimiento se le hacía muy dificultoso. Después de un abrazo, donde sentí más que la despedida de una patriota, la separación de una persona que está consciente que su vida se extinguía, me dijo: “Sé que en tus manos mi humilde biblioteca seguirá funcionando”. Con gran dolor me fue entregando sus libros, explicándome la procedencia de algunos de ellos y la deferencia que habían tenido algunos autores al autografiarle los mismos. Comenzaron a correr lágrimas por sus mejillas, demostrando lo difícil que se le hacía desprenderse de las obras que durante tantos años la habían acompañado, constituyendo estos su único capital. Fue la última vez que la vi, aquel último encuentro fue algo bien difícil de describir. Más que la despedida de una veterana en la lucha contra el comunismo, fue el saber que una amistad de 20 años se quebraba porque su estado físico me hacía presentir que en cualquier momento la fiel descendiente de la patriota Mariana Grajales, madre de Antonio Maceo, se nos iba, sin poder ver la caída de los hermanos Castro, tal y como eran sus deseos.

Encontrándose en un sitio de cuido en Miami, hablé por teléfono con ella en dos oportunidades y me escuchaba pero apenas podía pronunciar palabras. La próxima vez que la llamé me informaron que ya no estaba en condiciones de mantener una conversación telefónica. Escuchar esto fue algo muy triste y me hizo pensar que estaba cerca el día de su descenso.

Luchó por su vida como había luchado por sus principios e ideales. Fue ingresada cinco veces en el hospital antes de fallecer. Murió tranquila al saber que fue buena hija, mejor madre y una patriota excepcional. Que descanse en paz nuestra hermana mambisa Mercedes.

Nuestro más sentido pésame a sus familiares, a nombre de todos los que fuimos sus hermanos en Puerto Rico.

1 Comments:

At 12:19 a. m., Blogger Unknown said...

GRACIAS! No encuentro palabras para expresar la alegria que siento al ver la manera tan bonita en la que reconoces a MI ABUELA... Si, mi abuela. Mi nombre es Tania Franco, y mi abuela siempre me dio un gran ejemplo y sentido de lucha por la libertad de Cuba. Aunque naci en PR, ese amor por mi segunda patria crecio siempre en mi, pq mi abuela se encargo de sembrarlo. Ibamos mis hermanas, mi madre y yo siempre a la Casa Cuba de Arecibo, en esas guaguas, a meternos en las piscinas, y a comer con todos los que constantemente nos hablaban tirandonos flores de mi abuela, y siempre recalcando lo gran mujer que siempre fue. ERA UN ORGULLO INMENSO, ES UN ORGULLO INMENSO...

Me han hecho britar muchas lagrimas leyendo tan linda nota y reconociendo ese legado que dejo. Ahora descansa en Paz y en la Tierra estamos tranquilos porque se merece estar donde esta, en un lugar hermoso, lleno de Angel y al lado de Papito Dios.

G.R.A.C.I.A.S!!!

 

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