domingo, enero 24, 2010

CUBA: Del terrorismo comunista

Nota del Bloguista

Hugo Chávez pide a Francia la repatriación del terrorista internacional venezolano Ilich Ramírez Sánchez ¨Carlos El Chacal ¨ al que ha llamado luchador revolucionario.


Extravangacias. Carlos Ilich Ramirez Sanchez, ‘el chaca’, en manos de la policía y encarcelado de por vida en Francia en 1997. Pues bien, Hugo Chávez, reivindicó al venezolano Ilich Ramírez Sánchez —conocido como “Carlos el Chacal”— y a varios líderes mundiales que, según el presidente de Venezuela, son considerados equivocadamente como “los malos”. Según Chávez, “Carlos el Chacal” no es un terrorista y está pagando una cadena perpetua en Francia “de manera injusta”.”‘Carlos’ lo que fue en verdad es un luchador revolucionario. ¡Yo lo reivindico, qué me importa lo que digan mañana en Europa!”, señaló Chávez, durante un discurso ante delegados de partidos de izquierda de varios países reunidos en Caracas. Ramírez Sánchez cobró fama internacional como el cerebro que se hallaba detrás de ataques mortales con bomba, asesinatos y tomas de rehenes. Entre las acciones a las que se le vincula están el secuestro de 11 ministros durante una reunión de la Organización de Países Exportadores y Productores de Petróleo (OPEP) en Viena en 1975, y dos atentados con bomba en Toulouse y en París en 1982. Su condena en Francia está relacionada con asesinatros cometidos en 1975..

En http://www.cubanet.org se puede conocer con más detalles la vinculación de la tiranía Castrista con el terrorista internacional conocido como Carlos El Chacal.
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Del terrorismo comunista


Por Víctor Llano

" Según Moratinos, "el Gobierno no negocia con terroristas ni paga rescates". Él lo sabe. Tendrá que confesarse una vez más. Mejor en La Habana y con un cardenal siempre tolerante con las patrañas de los verdugos y de sus amigos."


Los comunistas españoles felicitaron a los hermanos Castro por haber superado medio siglo de crímenes y de fracasos. Se agradece su sinceridad. No niegan que están con los que estuvieron siempre. Lástima que Centella y sus compañeros no se empadronen en la capital de Isla Cárcel para disfrutar de los logros de la Robolución que tanto admiran. En cualquier caso, podríamos acusarles de estar al lado de terroristas de la peor especie, nunca, como a Zapatero, de simular lo contrario.

Según el ministro de Asuntos Exteriores, "el Gobierno no negocia con terroristas ni paga rescates". Él lo sabe. Tendrá que confesarse una vez más. Mejor en La Habana y con un cardenal siempre tolerante con las patrañas de los verdugos y de sus amigos. Es más, puede que cuando Moratinos le pida el perdón para sus trolas, Ortega le ponga como ejemplo de sinceridad la del terrorista Ilich Ramírez Sánchez. Lo reconoce este domingo en el diario El País. No se arrepiente de nada.

El liberal Carlos Alberto Montaner –los liberticidas siempre han reconocido a los liberales como sus más peligrosos enemigos– contestó esta semana a la penúltima infamia desde la que se le acusa de trabajar para la CIA y de estar implicado en la muerte de Ignacio Ellacuría. Por favor, fíjense en lo que nos recuerda Montaner:

Previamente, durante años, los voceros castristas habían difundido intensamente dos mentiras en mi contra con el objeto de tratar de desacreditar mis análisis y denuncias sobre la tiranía cubana expresados en artículos, conferencias y libros. Habían difundido mil veces la falsedad de que yo era un agente de la CIA con un turbio pasado terrorista, algo que, además de falso, no dejaba de ser irónico, dado que el terrorismo es una especialidad del gobierno cubano, que no sólo me envió a mi oficina de Madrid y a mi nombre una bomba dentro de un libro titulado "Una muerte muy dulce", sino que, como demuestra la biografía de Carlos Ilich Ramírez, el Chacal había sido entrenado en Cuba junto a numerosos asesinos de misma vertiente política.

A Moratinos le consta que es cierto lo que reseñó Montaner. Puede que Jaime Ortega perdone sus mentiras. Ha perdonado otras peores. Lo que no podrá el ministro de Zapatero es convencer a los cubanos de que no negocia con terroristas. Si insiste en trabajar para los asesinos en serie que entrenaron a Carlos Ilich Ramírez, si se empeña en simular que cree las falsas promesas de los que protegen a los etarras que blanquean sus crímenes en La Habana, si no renuncia a ofrecer sus servicios a los que destrozaron la vida de cientos de miles de españoles, sólo los desalmados que desprecian el sufrimiento ajeno le comprarán la trola de que no negocia con terroristas.

Vamos a ver qué nos cuenta ahora Moratinos. Dicen que Zapatero se ha desautorizado a sí mismo y –por no pagar el coste político que le supondría trabajar más y mejor para los verdugos– renuncia a presionar a la Unión Europea para que cambie la posición común que mantiene frente a la tiranía castrista. En cualquier caso, si se confirmara la marcha atrás del Gobierno de Expaña, mucho más que la reacción de Moratinos no interesaría la de los hermanos Castro. La humillación que ha sufrido Luis Yánez es sólo una pequeña muestra de la respuesta que Zapatero puede esperar de la tiranía castrista. Y no podrá culpar a nadie de lo que él alentó. Nadie le obligó a despertar las esperanzas de los chantajistas que siempre se han burlado de los españoles.
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Tomado de
http://www.libertaddigital.com

COLABORARON ENTRE 1975 Y PRINCIPIOS DE LOS 80

La Justicia francesa demuestra que Carlos El Chacal suministró armas a ETA

La Justicia francesa prueba por primera vez las relaciones "operativas regulares y perennes" entabladas a comienzos de la década de 1980 por los antiguos dirigentes de ETA con el grupo de Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos", el antiguo enemigo número uno de Occidente, según una información que publica este domingo El Correo. El terrorista internacional entregó armas, explosivos y material militar a los "polimilis" con el visto bueno de los servicios secretos comunistas de la antigua República Democrática Alemana, Hungría y Rumanía a cambio de apoyo logístico para perpetrar atentados en Alemania y Francia.

(Libertad Digital) Según el corresponsal en París de periódico El Correo, Fernando Iturribaría, en el marco del sumario que acaba de cerrar tras casi trece años de instrucción, la Justicia francesa ha demostrado por primera vez las relaciones "operativas, regularesy perennes" entabladas a comienzos de la década de 1980 por la "extinta ETA político-militar" con el grupo de Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos".

Conexiones de ETA con la Organización de Revoluciones Internacionalistas

La Fiscalía de París consagra una veintena de las 503 páginas de su acta de acusación contra "Carlos" a examinar en profundidad la conexión vasca de su Organización de Revolucionarios Internacionalistas (ORI). A través de las verificaciones emprendidas por sus investigadoresy los testimonios brindados por protagonistas directos, llega a la conclusión de que es auténtico el contenido de las notas y documentos transmitidos por las autoridades húngaras y alemanas al juez Jean Louis Bruguière, instructor de la causa por la detención del activista venezolano en agosto de 1994.

( Logotipo de ETA (archivo). )

Los primeros contactos entre ambas organizaciones se produjeron en 1980 por mediación de Luc Edgar Groven, "Lucas", "Erik" o "Albert", responsable de relaciones internacionales de ETA político militar. En la primera reunión, celebrada en septiembre de aquel año en Berlín-Este, estuvo acompañado por Manuel Cecilia y Ramón Díaz, que luego viajaron con él de Budapest (Hungría) a Trípoli (Libia), vía Sofía (Bulgaria), como recoge un informe redactado entonces por la Sección III/II-8 del Ministerio del Interior húngaro.

Mediante comisión rogatoria internacional ejecutada el 3 de julio de 2003 en Bilbao, donde actualmente trabaja, Groven explicó que conoció a "Carlos" en 1975 cuando el dirigente José María Larretxea, fallecido en 1996 en Cuba, le encargó que consiguiera armas y explosivos. En las reuniones, que prosiguieron hasta septiembre de 1982 en Hungría, Rumanía y Alemania del Este, siempre le acompañaban dirigentes del aparato político, en especial Juan Miguel Goiburu, "Goiherri" o "Santiago".

"Contrapartidas" de ETA por sus conexiones internacionales

Detenido en su domicilio de Hendaya el 2 de octubre de 2002, el ex-dirigente "polimili" detalló el trato sellado con "Carlos". "Él nos había prometido armas y en contrapartida nosotros debíamos suministrar un cierto trabajo", reproduce El Correo. Según la acusación, esa labor consistió en facilitar automóviles para cometer atentados. "Carlos nos había pedido conseguir un vehículo para la comisión de un atentado impreciso en Alemania. Creo que el vehículo fue entregado", declaró Goiburu Mendizabal (nacido en Ordizia, en 1950).

Ataque a Radio Free

Por su parte, Groven (nacido en Bélgica, en 1950) confirmó que el coche fue empleado en el atentado cometido el 21 de febrero de 1981 en Munich contra los locales de Radio Free Europe, emisora financiada por Estados Unidos para la guerra fría contra el bloque soviético. También reconoció, con muchas reticencias, haber dado de parte de ETA a Magdalena Kopp, "Lilly", entonces compañera de "Carlos", y Bruno Breguet, "Luca", el vehículo junto al que fueron detenidos, el 16 de febrero de 1982 cerca de la sede de la revista Al Watan Al Arabi, en la calle Marbeuf de París.

Tanto Goiburu como Groven negaron haber participado en los preparativos del atentado contra esa publicación, que causó un muertoy 63 heridos dos meses después, el 22 de abril, primer día del juicio en la capital francesa a "Lilly" y "Luca". "Nuestra organización en ningún caso podía permitirse cometer actos reprensibles en territorio francés que era más o menos considerado como un santuario", observóel ex dirigente, que abandonó ETA pm tras la escisión entre la 7ª y la 8ª asambleas en febrero de 1982.

El anarquista Patrick Chabrol (París, 1953) fue el encargado de realizar, junto a su compañera bretona, los varios transportes de armas y explosivos desde Rumanía, Bulgaria y Alemania del Este hasta el sur de Francia efectuados entre 1980 y 1982 en el doble techo de una autocaravana, marca Toyota, adquirida con dinero "polimili". Los servicios secretos comunistas no sólo estaban al corriente desdeel principio sino que la propia Stasi facilitó el material del primer viaje, el 4 de noviembre de 1980 desde Berlín-Este.

En un garaje de la policía popular

Según explica el corresponsal de El Correo, un reciente informe judicial germano afirma que el cargamento tuvo lugar "en un garaje de la policía popular" y que "las armas, embaladas previamente por funcionarios del Ministerio de la Seguridad de Estado en maletas con armazones rígidos, fueron entregadas de noche a Weinrichy a los terroristas de ETA". Johannes Weinrich, "Steve", lugarteniente de "Carlos", mantuvo dos días antes una reunión con los emisarios vascos en una habitación del Hotel StadtBerlin, grabada con micrófonos ocultos, en la que se habló del envío de granadas, explosivos, detonadores y un aparato para enchufar a 220.

El tráfico continuó hasta mayo de 1982 cuando la Dirección de Seguridad del Territorio (DST, contraespionaje francés) se cruzó en la conexión "polimili" de "Carlos". Los transportistas, esta vez, fueron a recoger la mercancía a Bucarest (Rumanía) y de regreso en Francia notaron que eran seguidos por la Policía gala, que terminó por interceptar la camioneta al sur de Burdeos en Tartas (Las Landas).

Notas manuscritas intervenidas a Weinrich relatan el episodio: "La DST plantea a ETA un ultimátum: o envían en el plazo de una semana a alguien para revelar los itinerarios y orígenes del cargamento del camión o bien la DST pasará el asunto a la Policía Judicial (PJ)", con las consiguientes actuaciones penales. "ETA decidió entregar el camión a la DST a condición de no revelar el asunto a la PJ (cuestión política vasca en Francia y acusaciones de España hacia Mitterrand de mantener su base)", dejó escrito "Steve".

El contraespionaje no transmitió el caso a la Fiscalía de París hasta el 30 de noviembre de 1987. Para entonces los hechos ya habían prescrito y los transportistas, regresado de México, donde residieron hasta 1986 a cuenta de los "polimilis", que se disolvieron sin entregar armas ni dinero.