La guerra sismológica o el día en que Hugo Chávez y comparsa decidieron ingresar al reino de los conspiranóicos
Por Manuel Vázquez Portal
Para los conspiranóicos cada hecho extraordinario requiere de una explicación extraordinaria, o por lo menos espectacular. Su paranoia consiste en que todo es una conspiración. Nada ocurre de manera natural o por medio de leyes naturales que rigen el universo, sin que detrás de cada suceso estén las perversas manos de los conspiradores temibles. Sus argumentos van desde lo satánico hasta lo pseudo-científico pero sus hipótesis se muestran por lo general como irrefutables.
Los conspiranóicos son absolutamente suspicaces y adictos a verlo todo como una estrategia del mal para imponerse sobre el bien, y regularmente el mal es la Casa Blanca. Pareciera que su objetivo único y final es minar de miedo y desconfianza al mundo y convertir al individuo en un escéptico irreductible a la vez que en un ácrata irrefutable, pero sobre todo, en un acérrimo enemigo de Estados Unidos.
Así Neil Armstrong y Edwin F. Aldrin jamás pisaron el mundo selenita ni el Apolo once llegó nunca a la Luna, sino que fue un montaje conspirativo de la Guerra Fría para que los soviéticos se atemorizaran frente a las ventajas de Estados Unidos; a Las Torres Gemelas no las destruyó un atentado terrorista, sino que fue una conspiración de Washington para justificar su ataque a Irak; y el terremoto que devastó a Haití no lo causó el natural movimiento telúrico que desde siempre estremece al planeta, sino que fue un experimento de los militares estadounidenses que ensayan la destrucción de Irán.
Pero lo que ha llamado mi atención sobre ello es que el 18 de enero Kaoesenlared publicó un artículo en el que se afirma que un reporte preparado por la Flota Rusa del Norte estaría indicando que el sismo que ha devastado a Haití fue el “claro resultado” de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus “armas de terremotos”.
Pero cuatro días antes, el 14 de enero, en el Blog de Sorcha Faal, una supuesta monja que se resguarda en un secreto y posiblemente inexistente monasterio, se había afirmado que Un sombrío reporte preparado por la Flota Rusa del Norte para el Primer Ministro Putin está indicando hoy que el espantoso terremoto que ha devastado la Isla de Haití fue el “claro resultado” de una prueba de la Marina Estadounidense de una de sus “armas de terremotos” que se planeaba usar contra la nación Persa de Irán pero “fracasó espantosamente”.
Y el 19 de enero tanto Radio Reloj website, de Cuba, como Radio Nacional de Venezuela, rebotaron la información como cierta. El 20 de enero el blog Cuban colada, alojado en The Miami Herald reportaba que los periódicos rusos Gazeta, Komsomlskaya Pravda y Sevodnya negaban la existencia de tal reporte de la Flota del Norte al primer ministro ruso. Por lo que me pregunté: ¿estarán los políticos de nuestro pobre Sur aprovechándose de las teorías conspiranóicas para sustentar sus propias conspiraciones o el exceso de ondas de baja frecuencia de sus teléfonos móviles, de tanto llamar a Fidel Castro para que los asesore, les ha freído el hipotálamo?
Y no pude más que reírme. ¿Sabrá Evo Morales lo que significa HAARP y en qué parte del mapa de Alaska está situada Gakona? ¿Tendrá Daniel Ortega la más jinetera idea de lo que son los procesos ionosféricos? ¿Conocerá Chávez que además del High Frequency Active Auroral Research Program existe uno similar en Rusia y otro en Noruega?
Vamos, muchachos, no sigan con eso de las hojas de las montañas de Bolivia que eso sí hace delirar y acaba con las pocas neuronas con que nacieron y en cualquier momento los haría declarar que unos hombres vestidos de negro y con gafas muy oscuras quisieron secuestrarlos para que no pudieran asistir a la próxima cumbre de la ALBA.
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