Lincoln Díaz-Balart escribe sobre Gloria Amaya González
Gloria Amaya González
Por Lincoln Díaz-Balart
Hace unos días, en Pedro Betancourt, Matanzas, falleció una heroína cubana: Gloria Amaya González
La señora Amaya personificaba lo mejor de la nación cubana. Durante décadas mantuvo una conducta ejemplar de supremo patriotismo y compromiso con los mejores valores y principios democráticos y martianos.
Cuatro hijos, patriotas, valientes, y comprometidos con la lucha por la libertad de Cuba, constituyen el mayor legado de Gloria Amaya. Tres de ellos, Ariel, Guido, y Miguel, fueron arrestados por orden del tirano cubano Fidel Castro y echados en las ergástulas del régimen como prisioneros de conciencia en Marzo de 2003. Miguel fue excarcelado unos años más tarde y salió al exilio donde reside con su esposa, la también activista a favor de los derechos humanos, Josefa López. Guido y Ariel siguen encarcelados, siguen sufriendo los horrores y las torturas del presidio político cubano. Cuando entró en la cárcel hace siete años, Ariel Sigler Amaya era un deportista, físicamente fuerte y robusto. Hoy en día está cerca de la muerte. Varios gobiernos, incluyendo el de Estados Unidos, han pedido su excarcelación debido a su crítica condición física. Pero el tirano cubano Fidel Castro no lo suelta de los calabozos. Al igual que Guido, Ariel Sigler Amaya continúa sufriendo las torturas del presidio político debido al empecinamiento de Fidel Castro de continuar en el poder totalitario hasta la muerte a través de la represión más férrea en la historia del Hemisferio Occidental. Y los que disfrutan de títulos y prebendas de poder, como el hermano menor del tirano cubano, saben que sus vidas dependen de que el pueblo cubano no pueda desencadenarse para llevarlos ante la justicia por sus crímenes.
( Gloria Amaya mostrando el galardón Paladines de la Libertad otorgado a ella por el Partido Nacionalista Democrático )
Otro hijo de Gloria Amaya, Juan Francisco, es también un respetado activista en favor de la libertad y los derechos humanos en Cuba. Gloria Amaya, junto a sus hijos, constituyó, en noviembre de 1996, la agrupación oposicionista “Movimiento Independiente Opción Alternativa.” Ella personalmente fue agredida físicamente reiteradas veces por porristas de la tiranía y sufrió constantes “actos de repudio”, los vergonzosos espectáculos que pronto serán solo una horrorosa pesadilla del pasado totalitario, como también lo serán el paredón y el presidio político. Pero Gloria Amaya jamás claudicó. Inspiró a sus cuatro valientes hijos a seguir luchando por la libertad. Como una Mariana Grajales de hoy, Gloria Amaya personificó en toda su magnitud lo mejor de la Cuba de Maceo y de Martí – la Cuba que no claudica. Esa Cuba, la verdadera Cuba, que pronto será libre, jamás olvidará, y siempre rendirá justo y merecido tributo, a la Señora Gloria Amaya González.
Que su alma descanse eternamente en paz, y gloria, junto a Dios todopoderoso.
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