BARACUTEY CUBANO

Por José Antonio Fornaris

Periodista independiente
fornarisjo@yahoo.com


Managua, La Habana. 4 de febrero de 2010. (PD). El llamado Diálogo de Cuba con sus emigrados se realizó durante tres días (27-29 de enero) en el Palacio de las Convenciones. En anteriores ocasiones el evento ha sido denominado la Nación y la Emigración. Estos emigrados, trescientos dijeron los medios en la isla, todos al servicio del Estado, aceptan de muy buena gana el régimen comunista que es Cuba.

En la historia de nuestro país no existe ningún antecedente de un numeroso grupo de personas que se sientan sastifechas de ser humilladas. Ese raro fenómeno ha surgido con esos encuentros.

Según lo divulgado, estas gentes “debatieron” sobre la “lucha contra la política hostil de Washington, contra la ingerencia, y en defensa de la soberanía nacional, el papel de la cultura en la preservación de la identidad, y la batalla mediática a favor de Cuba” (el régimen). También hablaron sobre el “bloqueo”” y sus cinco hermanos -ese fue el término utilizado- presos en Estados Unidos (por espiar). No hay referencia de que dijeran una sola palabra sobre el verdadero y gran problema de Cuba: el grupo en el poder hace 51 años. De esa casta que vive una vida holgada y de satisfacciones mientras la inmensa mayoría de la población sufre todo tipo de privaciones.

De esos representantes de una ideología foránea, cuyos hijos y nietos tienen resueltas todas sus necesidades y todos son jefes, directores o gerentes de algo, mientras les exigen a los hijos de los humildes que realicen los trabajos más rudos y peligrosos y acepten, en todas las labores, salarios de miseria.

De la élite que consume los recursos de la nación en propaganda a su favor y en mantener organizaciones de represión política, a la vez que retira la leche a los niños a partir de los siete años de edad y millones de cubanos carecen de un techo al que en alguna medida puedan llamar vivienda

Y lo que puede ser aun más significativo: Esos emigrados utilizan las posibilidades económicas y de derechos fundamentales de los que gozan en los países democráticos, para apoyar a aquellos que de una forma u otra los obligaron a abandonar su tierra, que le han secuestrado la libertad a su nación y que mantienen a sus compatriotas en la isla carentes de todas las posibilidades ciudadanas de que ellos disfrutan en las repúblicas donde residen en la actualidad.

Se asegura por conocedores del tema que los mecanismos para lograr apoyo a objetivos de interés de entidades o grupos de poder, son el chantaje, el dinero y la identificación ideológica. Pero también puede existir una cuarta posibilidad: la predisposición genética a la vileza. En este caso, al parecer, existen las cuatro motivaciones.

fornarisjo@yahoo.com