lunes, abril 05, 2010

Guillermo Álvarez Guedes: 'Eso se va al carajo'

'Eso se va al carajo'
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Por Armando López, Miami
Domingo 04 de Abril de 2010


Guillermo Álvarez Guedes, el cubanazo que patentizó el ¡Ño! y asegura que puede hacer radio hasta en calzoncillos, estudia proposiciones para volver a la radio de Miami, con dos horas de chistes, noticias, pinceladas de intelecto y participación del público.

"Los cubanos somos una raza aparte —exclama— somos del carajo: competimos constantemente, somos sinceros, amables, inventamos mentiras cuando hacen falta, pero queremos que todo el mundo haga lo que nosotros, somos grandes dictadores".

( Guillermo Álvarez Guedes )

¿Entonces Fidel es cubano?

"Fidel es un hijo de puta", protesta.

Estamos en su estudio, atiborrado de libros, discos, caricaturas, fotos y más fotos de su carrera, bañados todos por la luz intensa que viene del jardín magnífico que amenaza tragarse la casa.

"Esos árboles los sembré yo", me dice. Y comenzamos la entevista:

¿Extrañas a tus oyentes radiales?

Mucho. Me desayunaba frente al micrófono.

Apunto a su foto con Rita Montaner y le pregunto: ¿Es verdad que era una mujer difícil?

¡Era terrible! El programa de TV Rita y Willy, estuvo sólo un año y medio en el aire. Tuvimos problemas. Estábamos haciendo una obra de Juan Erbello, titulada El Solar en el Teatro Martí, y Rita me dijo una morcilla [fuera de libreto]. Yo le respondí y el público se puso a mi favor. Rita protestó que a mí no se me podía decir morcillas, yo le dije: sí, pero yo las contesto más rápido que tú… y ella explotó "si te molesta, no trabajamos más en teatro", y yo le respondí: si quieres no trabajamos más en teatro, ni en radio, ni en la televisión, porque yo no lo necesito.

¿Así fue como rompiste con Alarcón en la Clásica 92?

¡No! Nada de eso. Estaba gestionando un nuevo contrato para El Show de Álvarez Guedes, me ofrecieron un dinero que no me convenía y simplemente volví a casa, a sembrar en mi jardín.

En Miami hay miles de recién llegados, ¿crees que se rían con tus chistes? ¿Es el humor generacional?

Cinco generaciones ríen con Chaplin, el Gordo y el Flaco y Buster Keaton. Sólo hay humor bueno y malo. Si no logro hacer reír a los jóvenes con mis chistes, es que los chistes son malos.

¿Qué me dices del humor en la televisión de Miami?

Es muy flojo, porque las plantas trasmisoras no se ocupan de pagarle a los escritores. La mayoría de los sketches están hechos por los propios actores, y no siempre les sale bien. Ahí tienes a Alexis Valdés, a veces me gusta, otras no. El personaje de Magdalena la Pelúa me parece muy gracioso.

La muerte de Zapata Tamayo ha provocado una repulsa internacional, ¿ves un debilitamiento del régimen?

Los regímenes dictatoriales saben que si aflojan pierden. Mientras más inseguros se sientan más aumentan la represión. Raúl Castro no puede abrir ni una rendija porque se va al carajo.

¿Qué te pareció Lula da Silva comparando a los presos políticos cubanos con los delincuentes en las cárceles de Sao Paolo?

Lula es un descarao, pertenece a la izquierda y no quiere que le digan izquierdoso. ¡Es un cínico! Se presenta como amante de la libertad y va a Cuba a abrazarse con Raúl Castro, cuando muere en la cárcel Zapata Tamayo. Lula no tiene vergüenza.

¿Qué opinas de la nueva organización latinoamericana de la que excluyen a Estados Unidos y Canadá?

Fracasará, porque esta encabezada por Hugo Chávez, que habla mucho, pero es un incapacitado.

El régimen cubano anuncia más represión contra el uso de la Internet. ¿Podrán eliminar a los blogueros?

A la larga no. Los jóvenes inventarán cómo evadir el cerco. La represión irá perdiendo poco a poco efectividad. Cuando ves el sacrificio de Fariñas, ves que la libertad de Cuba viene en camino, no la para nadie.

Hay una invasión de artistas de la Isla a Miami. No hay semana que no se anuncia en cartelera un artista cubano. ¿Qué te parece?

¡Que vengan! Este es un país libre. Pero eso sí, yo no actúo en el mismo escenario con esos que vienen a buscar dólares y regresan a Cuba.

¿Qué te parecieron los Van Van?

¡Anacrónicos! Los ponen como una orquesta del otro mundo, y suenan como un sexteto cualquiera. Tuvieron su momento, en los años 70, lanzaron algunos numeritos que pegaron, pero de ahí pacá no han hecho nada.

¿No ves nada nuevo en la música de la Isla?

La creatividad está en el piso. Y la poca que surge no la divulgan. Esa guaracha Lucha tu yuca taíno, es novedosa, graciosa, podría ser un hit, pero la censuran. Hay algunos buenos interpretes, pero no les producen discos, no les hacen publicidad, no tienen un mercado, qué pueden hacer.

Hay congresistas luchando para que los estadounidenses puedan viajar como turistas a Cuba. ¿Crees que Raúl Castro permita que miles de americanos metan sus narices en los solares de La Habana?

¡Para nada! No le conviene. Y detrás de estos congresistas, y hasta de los religiosos que van a Cuba a coquetear en nombre de Dios, están los negociantes que les importa un bledo la libertad y la democracia.

¿Qué opinas de la política de Obama, después de un año en la Casa Blanca?

Obama está rodeado de liberales optimistas que creen que todo se puede lograr con palabras. Mientras estaba haciendo campaña, él creyó que era muy fácil lograr lo que proponía, pero asustó a los americanos y se encontró con otra realidad, el mundo gira rápido.

¿Ves un repunte de la derecha latinoamericana?

El termino a la derecha no se debe usar, a donde van los pueblos es a la realidad, a la libertad, a la verdad.

¿Y el termino izquierda?

Sustitúyelo por comemierdas.

A la muerte de Fidel se acabará la revolución cubana.

Cuando Fidel falte eso se va al carajo. Su figura es lo que único que mantiene ese engendro. Su hermano es un fantoche rodeado de un coro de ancianos.

Tus chistes, tu lenguaje, tu proyección en escena, se ha convertido en un símbolo de cómo hablan los cubanos. Pero algunos intelectuales te califican de vulgar.

En la literatura escrita se ha utilizado este estilo desenfadado, natural. Ahí tienes a Camilo José Cela, premio Nobel. Los incultos, los comemierdas y los hipócritas han estado siempre en contra de lo que ellos llaman las malas palabras. No existen las malas palabras, existen las palabras que son malas según quien las diga.

Pero a las puertas del restaurante Versalles, de Miami, critican a los cubanos recién llegados porque hablan con muletillas, como acere, mi ecobio.

Así hablan algunos cubanos de ahora. Y qué le vamos a hacer. Los dicharachos existen en todos los idiomas. Ya Jorge Mañach escribió Indagación del choteo sin atacar la manera de hablar de los cubanos de su época. Dejen que cada cual se exprese como le convenga.

¿Podrías definir el exilio cubano?

¡No! Porque es muy heterogéneo. A los que vinimos primero nos califican de intransigentes. Nosotros bailábamos son, los que llegan ahora bailan timba. Lo que sí es cierto que nunca han podido involucrar a los exilados de cualquier tipo, de cualquier edad, con lo que aquí se llaman hispanos, porque seguimos siendo cubanos.

¿A los 85 años, no te sientes cansado?

Puede que tenga mataduras, que me pesen las rodillas, pero me siento mentalmente joven. ¡Estoy entero para hacer reír!

Tienes un público fiel que repleta los teatros donde te presentas. ¿Has pensado volver a dar conciertos?

En agosto 14 voy a pararme en la escena del Dade County Auditorium, de Miami. Yo solo, a chiste limpio. Y que ría el que tenga ganas.

1 Comments:

At 1:52 p. m., Blogger Pedro Rholax said...

La estrategia propagandística de Fidel parece diseñada pr Raul Casablanca.
Cuanto más denuncia el exilio más apoyamos lo que allí ocurre, porque n tenemos en cuenta la astucia de haber hecho creer que el bloqueo le asfixia, que da educación gratuita y medicina gratis.

Cuba simplemente no produce lo que necesario-detrás de su "tan fértil" tierra cultivable se esconde la realidad de caña y tabaco y punto. Y ésto se fue al carajo. Peor estaban en Japón y miren. Pero Japón desarrolló la industria del transistor, circunstancia que no estaba presente en el 59 donde seguíams esclavos de las subidas y bajadas del precio del azúcar, pese a lo cual todos sabemos lo bien que nos iba. Ningún país se libra de importar lo que necesita, pero hay que pagar con dinero, o hacer un trueque. Lo único que Cuba improductiva puede trocar es la carne de sus ciudadanos, en un jineterismo y pinguerismo vergonzoso por su etiología, permitido y alentado desde arriba. Las detenciones públicas son el anuncio del modus vivendi para que perviva, ya que lo hace y todos sabemos que ni una hoja se mueve en Cuba sin que el carcamal lo sepa y permita. La importación cubana es pues un sálvese quien pueda, donde la policía represora exprime con sobornos a sus putas y putos. Y respeto mucho a esos putos y putas, pues ellos son mucho má dignos que los cuadros revolucionarios y delatores y represores que son sus proxenetas.

En cuanto a la carencia de bienes en las tiendas, pregunten porqué es siempre las tiendas para masas donde no hay nada. El bloqueo no existe en las tiendas dólar, dónde no es que se vendan productos no americanos, sino americanos también.Ollas arroceras Whirlpool,por ejemplo.

Canadá, España, México y otros tradicionales amigos de Fifo, simplemente no abren tiendas allí porque el cubano no tiene con qué pagar. Sus productos alimentarios nada americanos serían aptos.

La cacareada educación gratuita, consistente en haber alfabetizado al 100% para retirarles el 100% de las lecturas contrarias al régimen
, tampoco es gratuita. Cualquier país pagaría a sus profesores con trabajo infantil en la agricultura, pero ningún país salvo Cuba saldría adelante con el trabajo infantil sin un esándalo mundial. Esos niños, empezando a los siete años, no cobran dinero. Son alimentados con comida indigna, a nivel de los barracones de esclavos, en una introducción a los barracones apuntalados de la Habana sin agua ni luz donde más tarde les tocará acaso vivir.

De fondo está el hecho de que nadie pasa su vida estudiando, máxime donde te elegirán el puesto de trabajo y te lo supeditarán, como tu título, a haberte bajado el pantalón bien hasta el suelo.

Y finalmente, la sanidad gratuita, no es ni una cosa ni otra-hay decenas de testimonios gráficos sobre las condiciones de los hospitales para las masas. No son el Cira García para extranjeros. cuya constitución por escrito -hasta hace poco visible en google- avisa que sólo atiende a extranjeros. Allí no escasean los medicamentos, allí no tienes que llevar tus sábanas ni tu propia comida, ni buscarte un donante de tu mismo grupo sanguíneo antes de someterte a una intervención. Por supuesto que la calidad profesional es inmejorable, ya que los cubanos somos buenos en todo. A la vista está lo que logramos en el exilio, es decir, en libertad. Que Cuba atienda a los que le trabajan gratis a los españoles dueños de hoteles, es lógico. Cualquier granjero da un veterinario a sus vacas lecheras, hasta los colonos cuidaban a sus esclavos en los barracones carentes de todo.

Estamos igualitos en mi isla, mientras el mundo admira al esbirro, que culpa de todo a lo yanquis, y el mundo lo cree porque odia a los yanquis.

El mundo es envidioso, y no perdona ni las glorias pasadas de Cuba ni las del exilio. Quiere ver a los simpáticos cubanos jodidos.

No ataquen en sus denuncias las carencias de mi pueblo sin mencionar estas cosas, o si no con cada denuncia apoyan al régimen.

 

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