BARACUTEY CUBANO

Por José Antonio Fornaris

Periodista independiente.
fornarisjo@yahoo.com


Managua, La Habana. 29 de abril de 2010, (PD) La consigna gubernamental para el primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, es: “A desfilar por la patria”.

Con el acto central, presuntamente por la efemérides, la jerarquía del régimen piensa dar respuesta a lo que llama “Guerra Mediática Contra Cuba”. No existe tal guerra. Y en la arena internacional no existe nada contra Cuba, sino contra la casta gobernante.

Desde hace días, en los centros de empleo se realizan reuniones con los trabajadores para obtener el “compromiso” de participar en el desfile convocado para la llamada Plaza de la Revolución (Plaza Cívica antes de 1959).

Descartado está que asistirán decenas de miles de personas y que habrá gritos de apoyo a la “Revolución” y a los líderes vitalicios.

El Estado no sólo es el único empleador, sino además el dueño de prácticamente todo dentro del territorio nacional. A él pertenecen los ómnibus, los medios de comunicación masiva, los centros educacionales, los tribunales, los cuerpos armados. Es el que asigna hasta el derecho a rentar una vivienda. Es el que determina la capacidad y el mérito para poder realizar cualquier tipo de actividad con la que sea posible obtener algún bien personal. Por donde quiera puede presionar o chantajear. La peor tiranía que pueda existir es la de izquierda.

Pero lo más grave radica en el daño que ocasiona a la ética y a la moral de las personas, porque busca adeptos, no la formación de buenos ciudadanos que siempre será lo fundamental para cualquier nación.

Para la tiranía lo más importante es que siempre se esté dispuesto a mostrarle fidelidad. No importa si no eres buen hijo, buen vecino, buen padre, buen esposo. No importa si no cumples las reglas de urbanidad y de convivencia social. Lo importante es aplaudir cuando las circunstancias lo indiquen.

Se pierde de vista algo básico y elemental, los buenos ciudadanos apoyan siempre, directa o indirectamente, a los gobiernos, porque sus actos van siempre o casi siempre, en favor de su país y de su nación.

¿Qué se ha logrado con los buenos revolucionarios? Alto índice de corrupción, la denominada doble moral, llenar las más de 200 cárceles existentes, gente que no respeta casi nada, y poco o ningún amor por la tierra natal.

Revertir todo eso es una imperiosa necesidad, pero no se puede lograr con los actuales gobernantes. Ellos han estado siempre a favor de intereses de grupo y partidistas. Hay que quitarlos.Lo importante es la nación.