domingo, mayo 16, 2010

CUBA: LA SARGENTERÍA POLÍTICA CASTRISTA

LA SARGENTERÍA POLÍTICA CASTRISTA



Por Juan González Febles
Periodista independiente.
jgonzafebster@gmail.com

Lawton, La Habana, 13 de mayo de 2010, (PD) Hay cosas que nunca cambian o que cambian sólo un poco. Los sargentos políticos fueron una presencia folklórica en la república democrática. Eran el vínculo entre la gente corriente y la clase política de la época. Fueron reflejados en el teatro vernáculo, en la música y en casi todas las disciplinas representativas del arte popular.

Durante el desmonte de las tradiciones y valores nacionales llevado adelante por el castrismo en su afán por perpetuarse, los sargentos políticos de aquella época fueron satanizados o descritos con sus peores colores. Los ‘estudiosos’ e intelectuales orgánicos del régimen se unieron para execrar a este grupo variopinto.

Fidel Castro se presentó como salvador nacional y juró que nunca más alguien tendría que dar su voto para una cama en un hospital a un sargento político. Nada, hasta un excelente humorístico, ‘San Nicolás del Peladero’, hizo las delicias de una generación que disfrutó a los irrepetibles Enrique Santiesteban, Agustín Campos y Enrique Arredondo, entre otros ídolos de esa etapa del humor cubano, que representaron a aquellos sargentos políticos, fulleros, mujeriegos, dicharacheros y escandalosos.

Los sargentos políticos han reverdecido sus laureles. Renacieron bajo la fachada de ‘factores de la comunidad’. Los factores o sargentos políticos del castrismo son el elemento más corrupto de la ya muy corrupta administración pública castrista.

Casi todos son miembros del gobernante Partido Comunista y se encargan de la delación a nivel de barrio. En no pocas ocasiones desarrollan pingues actividades económicas ilícitas, que cuentan con la complicidad de la policía criminal encargada del orden público o de la policía de Seguridad del Estado, garante del orden y la represión política.

Trafican con varillas de soldadura eléctrica, roban electricidad del tendido público o de edificios para lucro personal, gas licuado, tuberías, elementos para instalaciones eléctricas caseras, peleas de gallos y perros con apuesta incluida, materiales de construcción, permutas y asignaciones de casas, teléfonos, asistencia social y en fin, todo lo que el pobre ciudadano necesita para arrastrar la miserable existencia Cuba adentro.

Los sargentos políticos o manengues del castrismo quizás hasta sobornan a la policía. Esto es algo que en las condiciones de indefensión ciudadana en que se vive en Cuba, resulta difícil de probar. No existen los mecanismos para que la sociedad civil cuestione a las autoridades desde el punto de vista institucional, muchísimo menos desde la posición del ciudadano promedio.

Los manengues o factores castristas son el elemento afirmado en la base para el fomento de esa galopante corrupción que el régimen dice querer eliminar. De acuerdo a las excelentes relaciones que mantienen con la policía azul, la consagrada para preservar el orden social, podría pensarse que quizás mantengan una relación similar de soborno con la otra policía consagrada a preservar el orden político. A fin de cuentas, policía es policía y todos al final son lo mismo.

Por esto, luego que tanta agua sucia pasó bajo los puentes, se puede recordar con nostalgia a aquellos manengues de guayabera, hombría y valores familiares. Al menos aquellos eran eso que el cubano de hoy y de todos los tiempos define con una palabra: hombres. Aquellos eran hombres por su concepto; estos, ni ellos mismos saben que son en realidad.

1 Comments:

At 12:47 p. m., Blogger Pedro Rholax said...

Exacto: hombres. Y esa "hombría", especie de machismo nada solapadado / pero por otra parte esperado y deseado por su contrapartida femenina hetero)late y se percibe bien reciente en el audio de Yoani sobre su secuestro, en la forma en que la tratan con machismo y condescendencia, "tengo el garbanzo bien grande" ironiza uno cuando ella habla de lo pequeño del garbanzo de su conciencia, él pretende tapar con su pene el dardo ideológico mortal que ella le asesta.

Admiro a Yoani más que antes y me recontralegro de que su audio dejara con el c... al aire a los que la acusaban de mentirosa. Lamrani y otr@s del ámbito parisino.

 

Publicar un comentario

<< Home