Relojes sin cuerda y uso del tiempo
Tomado de http://www.elnuevoherald.com
Relojes sin cuerda y uso del tiempo
Por Raúl Rivero
Entretanto, los jefes, sus milicias de guatacas, los cómplices internos y foráneos, usan metáforas aéreas para poetizar con el paso del tiempo. A ellos las horas se les van volando como pájaros leves. A ellos se les desvanecen, se les escapan en el vapor de las manos los minutos en los sitios donde se reúnen para tratar de hacerlos eternos o para pasar el rato, que es una fórmula criolla donde caben una cita amorosa, el diseño de una trampa y un partido de dominó.
Pero es muy grande el peso de una hora más sobre la cabeza de Ariel Sigler Amaya, el prisionero político condenado a 20 años en el 2003 y a una silla de rueda desde hace 20 meses. Está ahora en una sala de penados del hospital Julito Díaz de La Habana.
El líder del Movimiento Opción Alternativa, matancero de 46 años, le dijo a su familia esta semana que está cansado de mentiras y no quiere recibir más atención médica porque ninguno de los tratamientos que ha recibido en prisión han aliviado o mejorado su estado de salud. En casi dos años de hospitalización no le han dado un diagnóstico, no ve los resultados y ha pedido que lo regresen a la prisión de Ariza, donde cumple su condena, para morir tranquilamente.
El golpe sistemático del tiempo, para seguir con
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Para estos hombres y para los otros prisioneros del régimen, para sus familiares agrupadas en las Damas de Blanco, cada segundo tiene un valor y cada minuto una intensidad de pesadumbre y riesgo.
No se puede jugar con esas vidas y lanzar fuegos artificiales mediante pactos y promesas para dilatar el tiempo de poder y maniobrar para que las instituciones de derechos humanos del mundo, los intelectuales lucidos y los medios de prensa saquen sus reflectores del escenario cubano donde se trabaja, en medio de un cerco policial y otro de intolerancia, por la libertad de los presos y la democratización del país.
Los prisioneros, las Damas de Blanco y la oposición pacífica no han hecho compromisos verbales con nadie ni han suscrito acuerdos con generales y doctores, ni con obispos y embajadores. Como viven en los sitios donde las horas caen con más fuerza están preparados y alertas. No son ilusos que por desesperación o por miedo le dan vueltas falsas a las manecillas. Y saben muy bien quiénes son los que quieren atrasar los relojes.
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