CUBA: Chinos en Villa Maristas
Chinos en Villa Maristas
Por Juan Carlos Linares
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Los vecinos del barrio han percibido un entra y sale de chinos en Villa Maristas, sede principal de la Seguridad de Estado cubana."¡Chinos de China!", exclamó un ciudadano.
Villa Maristas inspira miedo, no sólo por ser el más célebre edificio del Ministerio del Interior, en específico de la Seguridad del Estado, o porque en su interior aguarden al visitante fatídicos recintos para interrogar y enigmáticos calabozos soterrados. Es que, una vez dentro, al detenido se le evapora el sistema judicial. Poco influyen abogados, leyes y procedimientos penales, en esa mansión de fachada apacible, que se traga a sus “huéspedes”.
En las democracias, el gobierno garantiza y defiende la seguridad de los ciudadanos, incluso contra los atropellos de las instituciones oficiales. Hay leyes que defienden al individuo y comisiones integradas por parlamentarios, juristas, activistas sociales, que protegen al ciudadano. En Cuba nada de eso existe, y el ciudadano que ingresa en el tenebroso edificio de Villa Maristas, queda totalmente a merced de la no menos tenebrosa Policía Política.
No obstante, no parecen ser “huéspedes” o detenidos los chinos que entran y salen últimamente de Villa Maristas. Su presencia allí, más que con la represión física a los disidentes, pudiera estar relacionada con el asesoramiento que brindan los chinos a los dictadores cubanos para el espionaje de líneas telefónicas, el control del flujo de información en las redes, la interferencia de emisoras de radio y canales televisivos foráneos.
Llama la atención que el pasado 24 de febrero varias agencias bancarias y empresas en Ciudad de La Habana perdieron las conexiones con Intranet. Coincidentemente, ese día se conmemoraba el aniversario142 de la insurrección contra España., el aniversario 14 del derribo de dos avionetas civiles por parte de aviones de combate del régimen cubano, en el que perecieron los cuatro tripulantes y el día anterior había muerto el disidente Orlando Zapata Tamayo.
En la medida en que el gobierno de Raúl Castro se deteriora, la imagen internacional del régimen se desmorona.
Una y otra vez habrá que mencionar el nombre de Adrián Leiva, periodista independiente que murió recientemente, en Villa Maristas, luego de intentar regresar a Cuba por vía marítima, ante la negativa de las autoridades cubanas a permitirle regresar a su Patria. El hecho todavía no ha sido esclarecido por el Ministerio del Interior.
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