martes, junio 22, 2010

Los Castro rechazan cualquier apertura en Cuba

Nota del Bloguista


Fidel Castro en discurso pronunciado el 5 de agosto de 2000 en Pinar del Río expresó:

Tomado de
http://www.tinet.cat/~medicuba/medicuba012.htm

"Tampoco deben hacerse ilusiones sobre la posición de Cuba si algún día las relaciones de Estados Unidos con nuestro país llegasen a ser tan normales como las que hoy existen con otros países socialistas como China y Vietnam. No guardaremos silencio ante ningún crimen, agresión o injusticia que se cometa contra los pueblos. Nuestra batalla de ideas no cesará mientras exista el sistema imperialista, hegemónico y unipolar, convertido en azote para la humanidad y amenaza mortal para la supervivencia de nuestra especie".

Y más adelante agregó Castro I

¨Los cambios en la política del gobierno de Estados Unidos con relación a Cuba tienen que ser unilaterales, porque el bloqueo y la guerra económica contra Cuba por parte de los que dirigen ese país son unilaterales.¨

O sea, todo a cambio de nada con respecto a la relación con los EE.UU.

La relación de la tiranía con respecto al pueblo cubano ya la conocemos: La tiranía no se ha abierto ni se abrirá al mundo ni a su pueblo.

En el Congreso de EE.UU. se ha dicho bien claro que el Embargo de Estados Unidos a Cuba se levanta si en Cuba:
1) Se liberan a los presos políticos.
2) Se permiten la libre asociación y el pluripartidismo
3) Se convoca a elecciones libres y multipartidista y monitoreadas internacionalmente

Fidel Castro ha dicho públicamente que el pluripartidismo es una pluriporquería.

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Tomado de http://www.cubaencuentro.com

Los Castro rechazan cualquier apertura

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La llamada línea dura del exilio se apresura a condenar al fracaso todo nuevo esfuerzo de negociación con La Habana. Pero en realidad, ¿no son la apertura, el diálogo y la negociación los que constituyen la verdadera línea dura frente al régimen de La Habana?
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Por Marifeli Pérez-Stable
Washington
21/06/2010

La carta firmada por 74 ciudadanos cubanos pidiendo al congreso de EEUU que levante la prohibición de viajar a Cuba a los ciudadanos norteamericanos ha provocado escozor entre los partidarios de la línea dura en Miami. A sabiendas de que esto sería así, los firmantes de la carta admiten que el régimen se va a beneficiar de nuevos ingresos como caídos del cielo si se levanta la prohibición. Incluso admiten que estos fondos podrían servirle para reforzar su maquinaria represiva.

Pero el aumento de contactos entre norteamericanos y cubanos, sumado al ya creciente entre cubanoamericanos y sus familiares en la Isla, y al fomento de intercambios de todo tipo, contribuye a romper el bloqueo que el régimen ha construido para aislar a los cubanos de a pie.

Los turistas norteamericanos no van a traer la democracia a Cuba, pero tampoco lo ha hecho el embargo de EEUU, ni la prohibición de estos viajes.

El pasado abril, la Secretaria de Estado Hillary Clinton declaró: “Mi opinión personal es que los Castro no quieren el fin del embargo, ya que perderían la excusa de poder achacarle todo lo que no se ha hecho en Cuba en los últimos 50 años”.

Si el embargo ha sido utilizado por el régimen como el causante de todos sus fracasos —y en esto coincido con la Secretaria Clinton—, ¿no sería más sabio retar a Cuba a través de la apertura y el diálogo? El pasado año, el presidente Barack Obama reclamó “un nuevo comienzo” en la frágil relación entre los dos vecinos.

Y, pese a la escalada de la represión tras la muerte de Orlando Zapata Tamayo, la administración ha mantenido esta política. La Casa Blanca ha lamentado el fallecimiento de Zapata Tamayo, el acoso a las Damas de Blanco y el puño de hierro utilizado por el Gobierno contra una oposición cuyas únicas armas son sus ideas de libertad, derechos Humanos y democracia.

Los viajes de los cubanoamericanos a Cuba no se suprimieron, se concedieron visas a cubanos de la Isla para visitar a sus familiares en los EEUU, dar conciertos en el Carnegie Hall, o realizar investigaciones en la Biblioteca del Congreso. Diplomáticos estadounidenses continuaron realizando gestiones para liberar a Alan Gross, el experto en informática arrestado en diciembre. La ayuda humanitaria a Haití y el catastrófico vertido de petróleo de BP en el Golfo de México también forman parte de la agenda bilateral. Y el viernes 18, se celebró en Washington la tercera ronda de conversaciones sobre temas migratorios.

Todo intento de negociación con el gobierno cubano está expuesto a la frustración. El diálogo entre Raúl Castro y los obispos católicos ha conseguido la libertad de un preso muy enfermo, y el traslado de otros 12 a instalaciones cercanas a sus domicilios familiares. Quedan 25 presos enfermos y otros 15 en cárceles alejadas de sus familias. En total, quedan alrededor de 200 presos de conciencia, aunque la gestión de la Iglesia se encaminó concretamente a los activistas encarcelados durante la Primavera Negra de 2003.

A partir de la muerte de Zapata y los maltratos a las Damas de Blanco, La Habana se ha enfrentado a una escalada de censuras de la comunidad internacional. El comportamiento del régimen torpedeó los esfuerzos de España por normalizar las relaciones entre Cuba y la UE. Si el diálogo con la Iglesia se traduce en resultados más satisfactorios, la UE está dispuesta a reconsiderar su posición en septiembre.

No creo que la prohibición a los norteamericanos de viajar a Cuba se levante en los próximos meses. No obstante, la Casa Blanca tiene la potestad de liberalizar todos los viajes a Cuba excepto los de turismo. En sus dos últimos años, la administración de Bill Clinton diseñó una política más abierta hacia Cuba al hacer uso de las potestades del ejecutivo que no estaban limitadas por la Helms-Burton. El intercambio académico y estudiantil, la liberalización de algunos viajes, el comercio agrícola bajo licencia, fueron pasos en la buena dirección. George W. Bush continuó estas políticas hasta 2003.

El propio Obama y su “nuevo comienzo” representan una complicación para La Habana. Los cubanos de a pie aún están esperando por medidas que les permitan tomar sus propias iniciativas para ganarse la vida. Los jóvenes están impacientes. Existe una corrupción rampante incluso entre los antes adeptos al régimen. Los afrocubanos están desengañados sobre la igualdad racial proclamada por el gobierno. Lo último que necesitan los ancianos líderes de la revolución es apertura y diálogo.

La llamada línea dura del exilio se apresura a condenar al fracaso todo nuevo esfuerzo de negociación con La Habana. ¿Cuánto tiempo más debemos esperar por los supuestos resultados del embargo y la confrontación? ¿A caso su paciencia es una virtud y la nuestra un pecado? No lo creo.
Justify Full
En realidad la apertura, el diálogo y la negociación son la verdadera línea dura.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS EN CUBAENCUENTRO.COM

por Carlos Arteaga (Usuario no autenticado) 21/06/2010 20:40

Estoy de acuerdo con Diaz-Balart. Mas exactamente creo se debe esperar a que Fidel muera para levantar la prohibicion de viajes. Asumiendo que el levantamiento de esta medida tendria el efecto abrumador sobre el regimen, como le pronostican los fanaticos de la apertura, creo entonces que seria bueno dejarlo para cuando el caudillo haya muerto. La muerte del caudillo va ha ser la unica concesion que se le podra arrancar a ese regimen y va ser el unico acontecimiento que va a sacudir un poco la plataforma de ese regimen que todavia es muy fuerte. ¿Porque no dejar lo unico que basicamente queda del embargo para esa oportunidad? De cualquier modo creo que levantar la prohibicion de viajes ahora o despues, solo producira un aislamiento aun mayor de la disidencia en Cuba. A partir de ese momento Cuba pasaria a ser como China, Republica Dominicana o Mexico, un regimen completamente legitimizado, con mucho mas dinero para comprar lealtades dentro y fuera de Cuba. Las alimentos por la libreta aumentaran, como tambien aumentara la militancia del partido y la juventud comunista. Comenzaran a recojer la soga de los negocios particulares como lo han hecho siempre que tienen mas dinero. Se podra comenzar a construir el socialismo otra vez por enesima vez, esta vez con la ayuda de las empresas americanas.Toda la endeble plataforma de lucha por la democracia que hay afuera y adentro se derrumbara irremediablemente porque no vale la pena luchar con un regimen que inmediatamente pasara a tener mas influencia en Estados Unidos que los propios exiliados, ya que tendran de aliados y a sus pies a las empresas americanas como las tiene China. Sin duda se derrumbaria la supuesta industria anticastrista, como la llaman los excepticos que anhelan que la soga se rompa por el eslabon mas debil. Pero realmente hay que ser muy ingenuo para pensar que luego de estar recibiendo dos millones de turistas cada año, los turistas americanos son los que van a venir a derrumbar el regimen trayendole mas millones.

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por Respondiendo a havanablog2059: (Usuario no autenticado) 21/06/2010 20:20

#6 Mira que tu eres demagogo y arrastrado a tus jefes dictadores. Que linea dura del exilio? Quien esta intimidando en el exilio? Quien te dijo que EE.UU esta acosando a Cuba? Aqui no hay ninguna linea dura lo unico que hay son respuestas a una penosa realidad. Yo no quiero mas turismo en mi pais para que aumente aun mas el numero de proxenetas, jineteras y pingueros en Cuba. Ustedes cada vez que crean un puesto en el turismo es solo para los "revolucionarios" que tienen que comprometerse a ser colaboradores o chivatos del MININT por el salario esclavo de menos US $1 al dia que a la vez obliga al trabajador cubano a robarle los productos de consumo a los turistas extranjeros. Arreglen las leyes macabras de su codigo penal para que el cubano de apie por lo menos pueda vender objetos de artesania en la playa o frituras sin tanta persecucion. Yo quiero las ventajas del turismo norteamericano para cada ciudadano cubano y no solo para los militares de la dictadura cubana. Juan Rodriguez (cubano)