martes, septiembre 21, 2010

Ministro de Exteriores de España Miguel Ángel Moratinos Amortizado

Moratinos amortizado



Por Luife Galeano


En su desesperado intento por cambiar la Posición Común de la UE con respecto a Cuba, el gobierno socialista español ha desarrollado una campaña de desgaste destinada a lograr el giro de los votos en una próxima reunión del Parlamento Europeo.

En el intento, un Sr. Moratinos en franca desaparición política, lleva tiempo recorriendo las cancillerías europeas en busca de apoyos imposibles. Tras lograr una victoria pírrica con el canciller francés M. Fillon así como un incomprensible tiempo de prórroga adicional, ahora parece que ha embarcado en una campaña soterrada que no parece que vaya a tener un final feliz. A pesar del bombo y platillo que las manifestaciones del canciller francés obtuvieron por parte del gobierno, todo indica que no va a producirse un levantamiento de la Posición Común cuando se proceda a su votación en la próxima sesión; sesión que, hoy por hoy, no parece que disponga de fecha definida dadas las incomprensibles prórrogas que obtiene el canciller a cada revés sufrido.

En este sentido, la comisión debería ponerse firme de una vez por todas y darle un toque de atención. ¿Cuántas prórrogas más, Sr Moratinos? ¿Hasta cuándo vamos a darle el beneficio de la duda al gobierno cubano? ¿No será, Sr. Moratinos, que Cuba no quiere hacer los cambios solicitados a pesar de su incomprensible insistencia?

Sabido es que la Sra. Ashton, una funcionaria de cupo y más perdida que un navegante en el zepelín de la ignorancia, muestra cierta tendencia a los planteamientos españoles, nada hace indicar que se hayan obtenido los apoyos necesarios. Por otra parte, un grupo de presos políticos deportados se reunió la semana pasada con varias comisiones europeas, entre ellas la de Derechos Humanos, para plantear y razonar el no levantamiento de la Posición Común. En dichas reuniones lograron convencer a una amplia mayoría de que no sólo los Derechos Humanos son pisoteados en Cuba sino que, en efecto, el gobierno de Cuba no está por la labor de llevar a cabo los cambios que el mundo espera. Habrá cosmética y muchas palabras pero nadie va a dar un paso al frente y convocar elecciones o llamar a la disidencia para discutir un proceso de transición.

Asimismo, ya en el Parlamento Europeo se conoce que existen una serie de países que van a votar en contra del levantamiento. Por ahora son: Alemania, Suecia, República Checa, Polonia, Eslovaquia y Francia. Por lo tanto, no existen dudas de que las recomendaciones a Cuba se mantendrán vigentes y la Posición Común no variará.

Ante semejante panorama y dado que se requiere la totalidad de votos para el levantamiento, podemos decir que el Sr. Moratinos no sólo será derrotado en la próxima votación sino que se convertirá en el siguiente cadáver del gobierno Zapatero. Ahora sólo queda esperar su dimisión; hecho de difícil predicción porque antes se congela el infierno a que un miembro del gobierno socialista español dimita, pero también se rumorea que el Sr. Moratinos está detrás de un puestecito de comisionado en la ONU y que cuenta con los votos cubanos para obtenerlo.

Sin embargo, todo lo anterior no deja de ser el flaco favor progresista de toda la vida más propio de un programa del corazón al que son tan aficionados en la península. Lo que de verdad importa es qué solución se le va a dar al tema cubano.

Muchas son las voces que proclaman que el tema cubano debe resolverse entre los cubanos. El problema es que esas mismas voces son las que se convierten en protagonistas e impiden que los cubanos resuelvan su problema.

Los demócratas cubanos no quieren la negociación directa de la Iglesia Católica ni la del gobierno español ni la del gobierno estadounidense con el régimen dictatorial. Lo que todos los demócratas cubanos solicitan es que dichas instituciones y gobiernos creen el entorno necesario para que comiencen las aproximaciones y se desarrollen los debates para llevar a cabo la tan cacareada transición a la democracia.

Mientras la Iglesia interceda arrogándose el papel de portavoz; mientras el gobierno español colabore con la dictadura y desprestigie a la disidencia y mientras los norteamericanos se mantengan mirando de reojo a lo que ocurre en el Caribe, lo único que se va a conseguir es que el gobierno castrista se afiance en la poltrona y se carcajee día sí y día también de tanto incompetente que piensa en derrotarlos.

1 Comments:

At 4:11 p. m., Anonymous Nausea said...

Estoy con España igual que con el Vaticano: si quieren algo de mí, admitan lo mal que se han portado con Cuba, pidan perdón, hagan lo posible por pagar lo que deben, y prometan no volver a hacerle daño a Cuba nunca. Si eso no les conviene, no les puedo dar otra cosa que desprecio.

 

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