BARACUTEY CUBANO

Por Ariel Sigler Amaya


A solo 82 dias de haber llegado a la ciudad de Miami en un vuelo procedente de Cuba para recibir atención médica en el Jackson Memorial Hospital, mediante un Humanitarian Parole otorgado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de America, he podido disfrutar por primera vez en mis 46 años de edad de la verdadera libertad y de la democracia que proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Durante todo este tiempo he sido testigo de como se realizan múltiples actividades y tareas dirigidas por organizaciones de cubanos de diferentes épocas de llegada al exilio con el objetivo de trabajar y luchar por la libertad del esclavizado pueblo cubano. Pero también he sido testigo como con sus talentos esfuerzos e inteligencia, los cubanos y sus descendientes han triunfado en los campos político, económico, científico, deportivo, cultural, social, etc., en este país, llegando incluso algunos de ellos a ocupar altos cargos dentro de los gobiernos del Estado de La Florida y del gobierno federal de los Estados Unidos de América, siendo algunos de ellos Congresistas Estatales y Federales, Alcaldes, e incluso Secretarios de algunas dependencias del gobierno, cargos que en Cuba y en otros países se les llaman Ministro. Son innumerables los exitosos empresarios cubanos de grandes y medianas compañías, reconocidos artistas, respetados periodistas, locutores, destacados directores y productores de radio y television, laureados médicos y maestros etc..

Durante estos casi tres meses que he estado respirando el aire de la libertad, he comprobado cada día la compartida y acertada convicción de que los cubanos de dentro y de fuera de nuestra Patria estamos preparados para la reconstrucción de una nueva Cuba que sea ejemplo de república libre, democrática y próspera. Estamos preparados para reconstruir una nación que sea nuevamente el hogar de todos los cubanos y donde el gobierno sea ejemplo de un colectivo de trabajo que buscan lo mejor para su pueblo bajo el precepto de el gobierno es para servir y no para ser servido. Estamos preparados para construir un estado cuyo gobierno esté basado en la separación e independencia de los poderes y una república cuyas instituciones de gobierno y de la sociedad civil coloquen nuevamente a Cuba a la vanguardia de las naciones por sus logros económicos, laborales y sociales sin los defectos de la Cuba anterior de 1959; una Cuba en que la nueva Asamblea Constituyente y la Constitución que de ella emane, así como el nuevo Código Penal y La Ley de Cárceles y Prisiones sean un ejemplo de respeto a la dignidad plena del hombre. Alguien, que sabía mucho, dijo que si alguien quería conocer verdaderamente como era el gobierno de un país, que visitara sus prisiones.

Después que desaparezca el sistema dictatorial y totalitario de los hermanos Castro y se haya impartido justicia verdadera, y no revancha, para los más connotados y acérrimos enemigos del pueblo cubano, nos daremos cuenta que la experiencia vivida en más de medio siglo de destierro no ha sido en vano: la preparación, las experiencias de todo tipo, los capitales generados, las relaciones, el prestigio, etc., que han obtenido los cubanos dispersados por todo el mundo, serán brindados con amor y buenas intenciones al necesitado pueblo cubano de la isla esclava.

Hermanos cubanos, nuestra amada Patria necesita de cada uno de nosotros; todos somos importantes para lograr los propósitos de JUSTICIA Y LIBERTAD para nuestro pueblo.