lunes, diciembre 13, 2010

Para Orlando Bosch, siempre es 26

Tomado de http://eichikawa.com/


Para Bosch, siempre es 26




Por Luis T. Panero
diciembre 13, 2010


Para extirpar a Orlando Bosch del Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR-26-7), su jefe inmediato superior en esa organización antibatistiana, Enrique Oltuski, concibió este singular episodio que la prensa castrista repica.

La Caravana de la Libertad había entrado (enero 6, 1959) a Santa Clara y antes de largar su discurso (Foto © Life), Castro se reunió con Oltuski y otros líderes locales del MR-26-7. En eso irrumpió un guardia para anunciar la presencia de Bosch y Castro habría preguntado: ¿Quién? La respuesta de Oltuski, quien reconoce en su libro autobiográfico Gente del llano (2000) a Bosch como «uno de mis segundos», no tiene pies ni cabeza: «Bosch es un médico que dice que fue amigo tuyo en la universidad y ha colaborado con el movimiento». Nadie se refiere así a uno de sus lugartenientes y mucho menos trayendo a colación una tenue amistad pretérita.

El relato extirpador prosigue con esta andanada de Castro: «Eso no es verdad, no es amigo mío, sino un gángster y un politiquero cuando era dirigente estudiantil en la universidad. Desháganse de él». ¿Cómo es posible que la gente del 26 en Las Villas desoyera esta orden de Castro y eligiera a Bosch coordinador provincial, tras ser nombrado Oltuski ministro de Comunicaciones?

Aquí Oltuski pretende retorcer contra Bosch la doble condición de gángster y politiquero que el propio Castro tuvo en la Universidad de La Habana por su filiación directa con la pandilla de Emilio Tro (Unión Insurreccional Revolucionaria) y el Partido Ortodoxo. Bosch sobrepujó al candidato pro-comunista Alfredo Guevara en las elecciones (1948) a la secretaría de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y su oposición al gangsterismo y la politiquería consta tanto en su condena (1949) a un año de cárcel por el Tribunal de Urgencia como en su alegato público «Por qué me condenaron» (Bohemia, noviembre 6 de 1949, páginas 17 s.)

Quizás la clave más ilustrativa del compromiso de Bosch con el MR-26-7 estriba en que se viró contra Castro con sus mismas armas: guerra de guerrillas en la Sierra más acción y sabotaje en el Llano. Bosch fundó el Movimiento Insurreccional de Recuperación Revolucionaria (MIRR), pero no tuvo apoyo ni siquiera del exilio anticastrista, que se había jugado todo a la invasión por Bahía de Cochinos y desdeñaba a las guerrillas del Escambray. El líder civil de la Brigada de Asalto 2506, Manuel Artime, no hizo más que engañar a Bosch, y otro líder del llamado Frente Revolucionario Democrático (FRD), Antonio de Varona, incurrió en la infamia de tachar las fotos de los guerrilleros de Bosch como «del tiempo de la guerra contra Batista».

Al cabo la guerrilla del MIRR, comandada por ex oficiales del MR-26-7, se malograría hacia octubre de 1960 precisamente porque solía acampar en puntos ya conocidos por la gente de Castro desde «la guerra contra Batista».

-Nota: El jefe guerrillero Sinesio Walsh, ex capitán del Ejército Rebelde, fue apresado (octubre 5, 1960) tras las acciones alrededor del campamento de Nuevo Mundo. Bajo promesa de preservarle la vida confirmó al mando castrista que Bosch estaba involucrado en las guerrillas del Escambray. Así y todo lo fusilaron (octubre 12). No obstante, Bosch denominaría «Operación Sinesio Walsh» a la incursión aérea (enero 17, 1965) contra el central Niágara (Consolación del Norte, Pinar del Río).
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Nota del Bloguista

Rafael Diaz-Balart en su libro Cuba Intrahistoria Una Lucha Sin Tregua escribe que él fueel que introdujo a Fidel Castro en ese ambiente de organizaciones de pandillismo político pero que más tarde él se aleja pero Fidel Castro continúa en ese ambiente.
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Tomado de http://eichikawa.com

Orlando Bosch-Fidel Castro: ¿amistad funesta?
septiembre 18, 2010


Por Luis T. Panero



En su libro autobiográfico Gente del llano (2000), Enrique Oltuski narra que, al avisarle en Santa Clara (enero 6, 1959) que había llegado Orlando Bosch, Castro respondió: «Ese Bosch no es amigo mío y nunca lo fue, sino un gángster y un politiquero cuando era dirigente estudiantil en la Escuela de Medicina de la Universidad [de La Habana]».

Las memorias de Bosch deben de aclarar que no fue amigo de Castro y retorcer contra éste la doble condición gangsteril y politiquera, además de apostillar que Castro no era dirigente estudiantil. Al incorporarse al Movimiento 26 de julio-MR-26-7 (hacia 1957), tras concluir en los EE. UU. sus estudios de pediatría, Orlando Bosch pensó que Castro había madurado, como él mismo, pero empezó a sospechar lo contrario cuando Castro largó su primer discurso en Santa Clara. Bosch había bajado momentáneamente de la tribuna y se encontró a José Pardo Llada, a quien invitó a subir, pero Pardo Llada repuso que Castro había ordenado que no. A mediados de 1959 Bosch se entrevistaría por última vez con Castro para solicitar la renuncia como Coordinador General del MR-26-7 en Las Villas y rehusar de paso la cartera ministerial de Salubridad y Asistencia Social. Enseguida se metió de lleno en la conspiración que terminaría con el malogrado alzamiento del Movimiento Insurreccional de Recuperación Revolucionaria (MIRR).

Así y todo, Mario Salabarría, fundador del Movimiento Socialista Revolucionario (MSR) junto con el presidente de la FEU Manolo Castro y el militante comunista Rolando Masferrer, atestiguó que «Bosch era de la UIR [Unión Insurreccional Revolucionaria], muy amigo de Fidel, y hablaba mucho por radio con Fidel». Vidal Morales Rodríguez, co-fundador de la UIR, precisó que los presidentes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en las escuelas de Medicina y Farmacia: «Bosch y Pedrito Mirassou [respectivamente], eran diletantes [colaboradores] de la UIR. Es decir, nosotros los protegíamos». También contó cómo entró Castro a la UIR:

«Parece que hay un problema entre Leonel Gómez y Fidel, que uno a otro se están molestando constantemente. Entonces me vienen a ver Patricio González y José Luis Echeveste separadamente [y] me dicen que Leonel lo tiene agitado con dos o tres en la universidad, y que al pobre lo van a matar (…) Lo llevé para casa de Emilio [Tro]:

—Tengo allá abajo a Fidel Castro

—¡Coño!, pero ¿cómo me vas a traer esa mierda aquí?

—Esa mierda te la traigo porque hay que protegerlo porque lo van a matar. Es un muchacho simpático, agradable y lo vamos a meter en la organización para que funcione con nosotros.

—Bueno, tráelo, súbelo.

Entonces cuando llegó Fidel le dijo a Tro: “Una de las más grandes emociones que tengo es haberlo conocido a usted. Usted es uno de los hombres que yo más admiro en Cuba”.Y ahí mismo se lo echó en el bolsillo. “Usted es uno de los hombres más grandes y más honestos que yo he conocido y quería ser su amigo”. Emilio no era muy práctico en muchas cosas. Ahí mismo trajo una planilla, la firmé yo, la firmó Emilio y [se comunicó] a todas las organizaciones inmediatamente que Fidel Castro era miembro de la UIR y que no lo molestaran más (…) Al principio la gente [de la UIR] no lo aceptaron (sic) como muy bueno, pero después le cogieron simpatía. El se coló bien, él se sabía colar».

-Foto: © Latinamerican Studies. El secretario de la FEU Orlando Bosch en medio de una tángana contra Acción Católica Universitaria (ACU) a.k.a. Pro-Dignidad Estudiantil.