BARACUTEY CUBANO

Nota del Bloguista

Esta casa es la vivienda del ¨mercenario¨ Pedro Argüelles Morán. Un extraño caso de mercenario que vive en una casa en muy mal estado y que renuncia a su salida de la cárcel bajo presión. El tirano Fidel Castro arrastra su complejo de haber tenido un padre mercenario que vino a Cuba a pelear contra los mambises a cambio de un dinero que le dió un adinerado de Galicia para que combatiera en Cuba por su hijo, algo legal en la España, y le adjudica el calificativo de mercenario a todos sus opositores.

El régimen y el cardenal presionan al preso Pedro Argüelles para que se exilie


'Díganle al cardenal que si no me llama para decirme que me voy libre para mi casa, que no lo haga', reiteró el periodista, condenado a 20 años.

El régimen y el cardenal Jaime Ortega continúan presionando al preso político Pedro Argüelles Morán para que tome el camino del exilio, denunciaron desde La Habana fuentes de la disidencia interna.

Argüelles, preso en la cárcel de Canaleta (Ciego de Ávila), informó a las Damas de Blanco que el jueves fue trasladado a las oficinas del director, quien le avisó de una nueva llamada del cardenal Ortega, arzobispo de La Habana.

En la reunión, donde también estuvieron presentes el reeducador y una psicóloga, el jefe del penal le dijo que "le darían una nueva oportunidad para viajar".

"No se molesten, yo no me voy de mi patria", contestó Morán, según las Damas de Blanco, y el funcionario le respondió que "muchos presos lloran por esa oportunidad".

(Pedro Argüelles Morán, antes de ser encarcelado en la Primavera Negra del 2003)

Argüelles pidió: "Díganle al cardenal que si no me llama para decirme que me voy libre para mi casa, que no lo haga". Y luego abandonó el local.

En Twitter, la bloguera Yoani Sánchez se preguntó, tras conocer los hechos, "¿para qué se está prestando el cardenal cubano?".

Argüelles Morán, preso político del Grupo de los 75, denunció recientemente que el régimen "no tiene la más mínima voluntad" de liberar a los 11 opositores que rechazan exiliarse, según una carta enviada desde la cárcel.

El periodista independiente, condenado a 20 años de prisión en 2003, aseguró que "no hay presión alguna" que le obligue a abandonar el país, ni mucho menos dejar la "enaltecedora y dignificante lucha civilista por el respeto a los derechos y libertades inherentes a la dignidad de la persona humana".