Orlando Bosch: ¿Se llevó a la tumba el secreto del avión cubano?
Independientemente de que Orlando Bosch participara o no del derribo del avión de Barbados, no comparto sus métodos de lucha tanto cuando participaba con el Movimiento 26 de Julio contra el régimen de Fulgencio Batista como cuando combatió a Fidel Castro. Con estas palabras no me estoy refiriendo a toda lucha violenta, aunque soy un opositor pacífico, sino específicamente a ese tipo de lucha violenta que está claramente expuesta por Orlando Bosch en esa entrevista a Juan Manuel Cao. La ideología política no justifica o injustifica los métodos usados, ni el fin justifica los medios cuando en ella caen víctimas inocentes ....
Qué en el juicio celestial Dios lea en el corazón de Orlando Bosch !
Orlando Bosch: ¿Se llevó a la tumba el secreto del avión cubano?
Por JUAN MANUEL CAO
27 April 2011
- En julio de 2006, molesto por una pregunta incómoda que le hice en Argentina, Fidel Castro me acusó de no preguntar sobre los supuestos crímenes de Luis Posada Carriles y otros exiliados. La acusación era infame porque mis entrevistas se han caracterizado por ser igual de directas al margen de si se trata de un castrista o un anticastrista.
Hoy, ante la muerte de Orlando Bosch Avila (acusado junto a Posada Carriles del derribo del avión cubano en Barbados) comparto con los lectores de CaféFuerte esta crónica en torno a una entrevista que le realicé el 5 de abril de 2006, exactamente dos meses y 16 días antes de que Fidel Castro me lanzara su malintencionada acusación.
(Esta crónica fue escrita en vida de Bosch y forma parte de un libro en preparación titulado El impertinente)
ORLANDO BOSCH Y EL AVIÓN DE CUBANA
La primera vez que vi a Orlando Bosch le dije una impertinencia. No lo pude evitar. Mirándolo discursar sobre el regreso a la patria, se me soltó la lengua. A él no se le olvidó. En cada circunstancia que nos tropezamos se las arregló para recordarme que yo le había advertido que a Cuba no podría regresar sin explicar claramente su participación en el atentado al avión de pasajeros que en 1976 fue blanco de una bomba en pleno vuelo.
(Orlando Bosch Avila)
–Va a tener que aclararlo en varios idiomas –le había dicho entonces.
Años después me envió un voluminoso libro en el que, según mi interpretación, justificaba el crimen. Cuando el pesado paquete llegó a mi casa, cuya dirección jamás le había dado, un familiar que estaba de visita se asustó y me invitó a llamar a la policía antes de abrirlo. Tal era la fama. Leí el alegato y contesté a Bosch. Le expliqué, con el mayor respeto, que no me impresionaban los guerreros, que en la cárcel había conocido a varios héroes de la lucha clandestina acobardarse a la hora de la batalla a rostro descubierto. Y había visto a otros con fama de batirse a tiros, amilanados ante la simple disyuntiva de firmar una denuncia de derechos humanos.
Bosch criticaba a algunos de los disidentes, como Oswaldo Payá Sardiñas, y a mí me parecía una falta de sensibilidad hacia quienes dentro del país ensayaban vías pacíficas para alcanzar la democracia. Mi respuesta reflejaba ese disgusto. Nunca me contestó. Sin embargo, andando el tiempo, no tuvo reparos en concederme una entrevista. El sabía que no me andaría con vueltas y aceptó el reto. Fui al grano.
–¿Usted derribó el avión de 1976?
–Si te respondo que estuve involucrado, me estoy acusando, y si te respondo que no participé en la acción, tú dirás que te estoy mintiendo. Por tanto, no te voy a responder ni una cosa ni la otra. Simplemente te voy a remitir a los tribunales, que me absolvieron en cinco oportunidades.
(Funeral de las víctimas del atentado al avión cubano en Barbados en 1976. La tiranía aunque sabía de quienes eran los restos recuperados debido a exámenes antropológicos, no los identificó públicamente y mucho menos se los dió a los familiares para que los enterrara en sus panteones familiares. Nota del Bloguista de Baracutey Cubano)
Me pareció una respuesta cínica, en gran medida una admisión. Decidí seguir la entrevista como si hubiese respondido que sí.
–En esa acción murieron 73 personas. ¿Siente usted cargos de conciencia? –inquirí.
Para mi asombro, él también siguió hablando como si hubiese respondido afirmativamente a la primera pregunta.
–No. En una guerra ¡chico! como la que tenemos los cubanos amantes de la libertad contra el tirano, usted tiene que derribar aviones, usted tiene que hundir barcos, usted tiene que estar preparado para atacar lo que esté a su alcance.
Traté de hacerlo reflexionar. A fin de cuentas se trataba de un médico, algunos aseguran que muy bueno y compasivo.
–Pero, por los que murieron ahí, por sus familiares, ¿no sentiría usted un poquito de…
–Este avión venía de Angola –me interrumpió–. ¿Quién podía venir en ese avión? Cuatro miembros del Partido Comunista, cinco norcoreanos, cinco guyaneses. ¡Concho, chico! Cuatro presidentes del Partido Comunista. ¿Entonces, chico? ¿Quiénes venían ahí? Enemigos nuestros. ¡Por supuesto, yo sé que la voladura de un avión en el aire es pernicioso! ¿Pero cómo no se dice lo mismo de la voladura del avión de los Hermanos al Rescate, que se derribó? Eran cuatro los Hermanos al Rescate que murieron.
Se refería a las dos avionetas civiles que Fidel Castro reconoció públicamente haber dado la orden de tumbar en 1996. Pero yo no me quise desviar del tema y le recordé que en la nave de Cubana de Aviación no sólo viajaban funcionarios comunistas.
–¿Y los esgrimistas, los muchachos jóvenes? –le señalé.
–Yo estaba en Caracas y yo vi a las muchachas jóvenes por la televisión. Eran seis. Después que terminó la competencia, ésta, que era la líder de las seis, dijo que “esta victoria se la debemos a Fidel”, etc, etc. Y dio todo un discurso de loas al tirano. Nosotros habíamos acordado en Santo Domingo que todo el que saliera de Cuba a llenar de glorias a la tiranía tenía que correr los mismos riesgos que los hombres y mujeres que combatían junto a esa tiranía.
Traté de tocarle el corazón.
–Si usted tuviera que hablarle a los familiares de los 73, pues usted habla del regreso a Cuba, ¿no piensa que es difícil?
–No, porque al final los que iban ahí tenían que saber, en algún momento, que estaban cooperando con la tiranía.
No insistí más. A esas alturas, sobraban las preguntas.
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Francisco Escobar ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Orlando Bosch: ¿Se llevó a la tumba el secreto del...":
Un golpe bajo e injustificado para un hombre que acaba de fallecer y que siempre le mostro su rostro desnudo sin escandalizarse, sin ningun gesto parsimonioso, con el temple del argumento sosegado "ad hominem". Un periodista sensacionalista que toma ventaja de la grandeza de un hombre cualitativamente superior y le impugna en tono inquisitorial sobre hechos que se explican abundantemente por las pesquisas y las investigaciones que trajeron como consecuencia y hechos sobre los que existe suficiente informacion publica como el informe del experto Eric Newton, de la prestigiosa R.A.R.D.E., que no pudo ser mas exhaustivo por la renuencia del regimen castrista a permitir el rescate del aparato sumergido, pero que sin embargo rompe el montaje castrista del C4 en la camara fotografica de Ricardo, como las sucesivas declaraciones y testimonios posteriores de los verdaderos responsables que exhoneran a ambos, Bosch y Posada, los dos acusados por la conspiracion multilateral. El Dr Orlando Bosch trasciende magistralmente la fatal circunstancia en la que el periodista frivolamente quiere encasillarlo y nos regala un discurso sintetico y polisemico, cuyo mensaje el periodista ignora desidiosamente y por tanto se coloca ante la imposibilidad de poder pasar a una realidad fractal que le imponga comprender doctrinas teologicas como la guerra justa y el misterio del mal...
6 Comments:
Un golpe bajo e injustificado para un hombre que acaba de fallecer y que siempre le mostro su rostro desnudo sin escandalizarse, sin ningun gesto parsimonioso, con el temple del argumento sosegado "ad hominem". Un periodista sensacionalista que toma ventaja de la grandeza de un hombre cualitativamente superior y le impugna en tono inquisitorial sobre hechos que se explican abundantemente por las pesquisas y las investigaciones que trajeron como consecuencia y hechos sobre los que existe suficiente informacion publica como el informe del experto Eric Newton, de la prestigiosa R.A.R.D.E., que no pudo ser mas exhaustivo por la renuencia del regimen castrista a permitir el rescate del aparato sumergido, pero que sin embargo rompe el montaje castrista del C4 en la camara fotografica de Ricardo, como las sucesivas declaraciones y testimonios posteriores de los verdaderos responsables que exhoneran a ambos, Bosch y Posada, los dos acusados por la conspiracion multilateral. El Dr Orlando Bosch trasciende magistralmente la fatal circunstancia en la que el periodista frivolamente quiere encasillarlo y nos regala un discurso sintetico y polisemico, cuyo mensaje el periodista ignora desidiosamente y por tanto se coloca ante la imposibilidad de poder pasar a una realidad fractal que le imponga comprender doctrinas teologicas como la guerra justa y el misterio del mal...
Video sobre el derribo en pleno vuelo del avión de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976 en aguas de Barbados. En el primer segmento después de la presentación el posteriormente asesinado abogado Reymond Aguiar, quien fuera abogado del Dr. Orlando Bosh, habla sobre el caso del avión siniestrado, A los 10 minutos le sucede un primer segmento del testimonio televisivo de Ricardo Morales Navarrete conocido como ¨El Mono¨ Morales Navarrete quien se inculpa de haber volado al antes mencionado avión y expone detalles de dicho derribo. Posteriormente se intercalan testimonios del abogado Reymond Aguiar con el del ¨Mono¨Morales Navarrete...
Video donde el Ricardo Morales Navarrete se autoinculpa: https://youtu.be/NiSBUn8csTw
Luis Posada Carriles de su libro ¨Los Caminos del Guerrero¨
Pueden leer el libro digital "Los caminos del guerrero" en https://www.scribd.com/document/2444197/los-caminos-de-guerrero#
Los sucesos que relataré están basados, primero en las declaraciones hechas por Ricardo Morales Navarrete, alias “El Mono” a mi amigo y abogado Raymond Aguiar, que viajó a Miami para entrevistarlo. En conversaciones posteriores que sostuvo el propio “Mono” con el periodista cubano y amigo de El Mono, Francisco Chao Hermida, relatándole minuciosamente los pormenores del hecho, declarándose el autor intelectual de la voladura del avión de Cubana, y que posteriormente Chao me las comunicó. Segundo en entrevistas que sostuve después de mi libertad con un funcionario del gobierno cubano que estuvo muy ligado a los acontecimientos. Esta persona se encuentra todavía trabajando para el gobierno cubano, actuando como doble agente, por lo que no puedo revelar su nombre.
Y tercero, por pesquisas e investigaciones de nuestros abogados, contratando a detectives privados que se trasladaron al lugar de los hechos y pagaron información confidencial y secreta.
MARZO DE 1976
Recibí una llamada de El Mono Morales (en la foto) que quería visitarme, le cité para el restaurante El Caney. Llegué al bar a las 7:50 y mientras saboreaba un trago me preguntaba: “¿Qué hará El Mono en Venezuela?” En todo encuentro con el Mono había que estar alerta sospechando una segunda intención. A las ocho llegó el Mono, y al saludarme me palpó para saber en que posición llevaba mi arma, “por si las moscas”, como decía.
(Ricardo ¨Mono¨ Morales Navarrete)
Pidió un trago y me anunció: “Luis, vengo a instalarme definitivamente en Venezuela. Orlando García me ofreció un trabajo en la DISIP, que yo he aceptado. Estoy liquidando todo en Miami”. Me contó que Orlando le había ofrecido nombrarlo de Comisario. Yo no podía creer lo que estaba escuchando. En aquellos tiempos, para llegar a Comisario había que tener muchos años de servicio y haber pasado por grados y cursos. El Mono no era siquiera ciudadano venezolano. Así que el Mono llegó a Venezuela, se le nombró Comisario de la DISIP y luego se le nacionalizó venezolano.
Dos meses antes de su instalación definitiva en Venezuela, Morales, según le relató al periodista Chao, viajó a la ciudad de México, es allí donde, por primera vez se le pide que sabotee el avión de Cubana de Aviación que regresa a La Habana pasando por Guyana, Trinidad y Tobago, Barbados Y Jamaica. Morales recibe $ 18,000.00 dólares de los cubanos y regresa de nuevo a Venezuela. De aquí (Venezuela) vuela a Miami con su re entry permit (permiso de re entrada).
Ya el Mono es Comisario y Jefe Encargado de la División 54 de la DISIP; ya es venezolano nacionalizado; tiene escolta, carro asignado equipado con planta móvil de transmisión. Tiene además buen sueldo, subalternos, armas, acceso a los aeropuertos y a dependencia gubernamentales. Puede detener, interrogar, mandar a vigilar, perseguir y fotografiar personas; consultar archivos confidenciales y secretos y mandar a intervenir teléfonos. Tiene viáticos para sus movimientos, pasajes nacionales e internacionales gratis.
Con astucia, habilidad, seducción, simpatías y relaciones políticas, el Mono se transforma y adquiere real poder. Hasta su promotor Orlando García estará de acuerdo en el grave error que cometió al dejarse engañar por el Mono Morales.
(Continuación del escrito de Luis Posada Carrilles)
En dos ocasiones diferentes, el Mono fue detectado entrevistándose con un cubano de nombre Cuenca Montoto, que era Oficial de Inteligencia de la Embajada cubana en Caracas, y con otro Oficial, Eduardo Fuentes, que fungía como Consejero Político. Posteriormente llegaron a Caracas procedentes de México, dos agentes de la DGI cubana, acreditados como correos diplomáticos y que en realidad traían instrucciones concretas para Morales.
El día 2 de octubre de 1976 se realiza una entrevista en el apartamento de El Mono, en el Arauca Hilton, a la que asisten Cuenca Montoto y Lázaro Otero (foto de la izquierda ) representante en Guyana de Cubana de Aviación.
Hernán Ricardo me pidió permiso para ausentarse unos días de su trabajo de custodio de Orlando Bosch. El Mono lo había llamado para que realizara un trabajo de fotografía operativa en un vuelo de Cubana de Aviación, en el que venía una delegación de Cortea del Norte, compuesta por cinco personas que tomarían en avión en Guyana, rumbo a Cuba.
El Mono le entregó a Hernán un pasaporte con el nombre de José Vázquez García. No era el primer trabajo de esta índole para Hernán Ricardo. Hernán llevó de acompañante al también fotógrafo Freddy Lugo, a quien estaba entrenando enseñándole fotografía operativa. Freddy Lugo y Hernán Ricardo aparecen en la foto)
ORIGEN Y DESTINO DEL VUELO CU-455
De acuerdo con lo declarado por el representante de Cubana de Aviación en Guyana, el CU-455 llegó al aeropuerto de Timehri, Guyana el martes 5 a las 8 y 35 y estacionó en el puesto # 1, bajo vigilancia del personal de seguridad cubano. Todo fue realizado bajo la supervisión del Sr. Santos, encargado de Cubana y del señor Lázaro Otero, quien se había entrevistado con el Mono en Caracas y quien muriera en el accidente. Al día siguiente, el 6 de julio el aprovisionamiento para el vuelo fue recibido media hora antes de la hora fijada para la partida, por el Sr. Martí, quien también murió en el siniestro. La tripulación abordó el avión aproximadamente a las 9 y 25 a. m. Desde ese momento nadie, aparte de la tripulación, pasajero y oficial de Cubana de Aviación, subieron al avión, a excepción del oficial de Aduana, que rompió los sellos de los licores libres de impuesto, en presencia del jefe de compras.
El avión partió a las 10:57 a.m., con 27 minutos de retraso, por solicitud del gobierno de Guyana para que esperaran a una delegación diplomática de Nor Corea. El Sr. Santos declaró en Barbados que en Guyana todo se desarrolló normalmente y que todas las medidas de seguridad fueron tomadas al abordar el avión los pasajeros. Sin embargo esa afirmación quedó en franca contradicción con el testimonio de Glyne Clarke, empleado de la British West Indian en Barbados, quien se encontraba de vacaciones en Guyana y regresó en el vuelo. También los pasajeros Arnold Quick y Feona Stalla afirmaron que les llamó la atención que el citado procedimiento no se efectuó en el Aeropuerto de Guyana. (Piezas 8, folios 20, 29 y 32 del expediente jurídico).
(continuación segunda)
Para que el lector comprenda toda esta trama fatídica que conduce a la voladura del avión cubano, es necesario que siga con paciencia estos pasos fatales que relatamos. El vuelo llegó a Trinidad y sólo desembarcaron dos pasajeros, debido a que el personal de la British West West Indian se había declarado en huelga no se permitió a los pasajeros en tránsito bajar del avión.
Hernán Ricardo y Freddy Lugo registraron sus equipajes en el mostrador de BWIA, en el aeropuerto de Piarco en Puerto España, Trinidad, donde se tomaron todas las medidas de seguridad. Tanto del equipaje como de las personas de Hernán y Lugo fueron revisados por los funcionarios de seguridad cubanos. Encargados de los registros de rigor.
En el vuelo de Trinidad a Barbados-que era la próxima Parada- Hernán fija fotográficamente a los norcoreanos, sin que lo adviertan. Los coreanos eran: Juan Ne Ik, Kim Do Yem, Pak Je Chin, Ki Bon y Jan Sang Kyu. Ni las películas reveladas, ni la cámara fotográfica, una costosa Nikón, con varios lentes, les fueron devueltos.
Este trayecto de Trinidad a Barbados transcurrió normalmente, a excepción de que Ricardo se quedó encerrado en el baño al atrancarse la puerta y el capitán de vuelo tuvo que acudir a rescatarlo. Al llegar a Barbados, 18 pasajeros, entre los que se encuentran Hernán y Lugo, bajaron de la nave y 13 pasajeros abordaron con destino a Jamaica y Cuba Eran las 12:25 p.m. Al desembarcar los 18 pasajeros el avión fue preparado para continuar su itinerario. Los equipajes de los pasajeros que ingresaron a la nave fueron colocados en el compartimiento de carga delantero. Lo demás es historia conocida. (Este artículo es una versión del relato de Posada Carriles en su libro “Los Caminos del Guerrero”)
Mucho más en:
http://baracuteycubano.blogspot.com/2020/07/algunas-informaciones-que-no-se-dice-en.html
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