BARACUTEY CUBANO

************
Tomado de http://eichikawa.com


Julio 28 (1980) Yeyé entre la historia y la nada


Por Gustavo Silva
julio 28, 2011


Haydée Santamaría Cuadrado se da un tiro mortal en la boca. Aunque su hija, Celia Hart, escribió: «No he llorado más los 28 de julio, día del suicidio de mi madre», el enemigo rumor sigue corriendo: la heroína del asalto al cuartel Moncada se habría pegado el tiro dos días antes y Castro estiró la noticia para no aguar la fiesta del Día de la Rebeldía Nacional. Otra versión anticastrista light despoja al tiro de efecto instantáneo y añade dos días de agonía. Los motivos agudizan el ademán especualativo: Yeyé se habría suicidado porque ametrallaron a su sobrino Boris —que salía en balsa con unos búlgaros hacia los EE. UU.— o por el desencanto con la revolución tras la masacre en Río Canimar (julio 6) o los sucesos en la embajada de Perú (abril 1), que desataron el éxodo masivo del Mariel. Ni siquiera hay precisión del lugar en que apretó el gatillo: unos dicen que en su oficina en la Casa de las Américas y otros, que en su propia casa.

Al mes siguiente Fina García Marruz largó en verso: Pónganle a la suicida una hoja en la sien / Una siempreviva en el hueco del cuello (…) Ríndanle honores como a una valiente / Que perdió solo su última batalla… Y Celia Hart reforzaría el acento lírico con que la personalidad de su madre sería algo así como la conjunción de «la poesía intimista de Anne Sexton y su Waiting to Die con el compromiso frontal, arraigado y único de la revolución de Fidel Castro». Así consta en el prólogo a la re-edición (Ocean Press, 2005) del folleto Haydée habla del Moncada, que transcribe su charla (julio 13, 1967) con profesores y estudiantes de la Escuela de Ciencias Políticas (Universidad de La Habana).

En Este, el prólogo, Celia traería a colación uno de los mitos más añejos del castrismo: «No creo que nadie que la conociera con intensidad pudiese decidir que “Haydée no soportó el Moncada” y no pudo sobrevivir a los ojos de Abel sumergidos dentro de una palangana». Acusada por casualidad de haber tomado parte en el asalto, Lázara Sarah Pérez Cuesta compartió en el Moncada prisión provisional con Yeyé y Melba. Desde entonces —refiere Pérez Cuesta— «Haydée comentó que al novio lo habían castrado y que al hermano le habían sacado un ojo (…) Dijeron que les dijeron: Mira, aquí te tengo los ojos de tu hermano. Ojos Bellos le decían al hermano. Eso dicen ellas».

Sin embargo, Abel Santamaría fue enterrado con ambos ojos intactos en sus órbitas. Lo atestiguó el funerario Manuel Bartolomé, quien se encargó de recoger (julio 28, 1953) los cadáveres de Abel, Boris Luis Santa Coloma, Fernando Chenard Piña y tres más en la finca Siboney. Esta prueba positiva se complementa con otra negativa: en su libro La generación del Centenario en el Moncada (1964), Marta Rojas se abstiene de divulgar los testimonios de Yeyé y Melba sobre Abel sin ojos, Boris Luis sin testículos y Raúl Gómez García sin dientes. El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) tomó foto a cada muerto, y de cada uno los médicos forenses extendieron acta de defunción. Algunas fotos y actas han visto la luz, pero… ¿dónde está la foto de Abel?

-Nota: Boris Luis Santa Coloma acababa de tener un hijo (julio 13, 1953) con Nereida Rodríguez. Hacia 1971 Melba Hernández consiguió que el muchacho, ya con mayoría de edad, adoptara el nombre y los apellidos del padre, porque así lo habría pedido este en acto de última voluntad.