BARACUTEY CUBANO

Laura Pollán


Por Luis Guardia

Llorar no es la palabra, agradecer quizás, seguir es un deseo, enaltecer tal vez. Laura Pollan nació de la nada, fue un símbolo natural, una mujer de pueblo, como Mariana, la madre de los Maceos, Laura fue la esposa de Maceda, un disidente, un opositor, un patriota, un cubano. Laura tomó su posición y la enarboló, fue una líder natural, sin quererlo, sin proponérselo, reclamó el derecho a la unidad familiar, defendió a su marido, luchó por la estabilidad de su hogar. Muchas veces recalcó no somos políticas, aunque de por sí tenía que ser, en esa Isla el régimen estableció un apartheid político, de un lado los que siguen el castrismo, del otro quienes se oponen a más de medio siglo de totalitarismo, en ese lado estaba Laura, vertical, erguida, imbatible. Laura dejó su vida en las calles, gladiolo en mano, por esa Quinta avenida capitalina que conocía sus pasos, tras las puertas de la iglesia Santa Rita de Casia, confidente de sus pedidos. Laura fue algo más, fue la embajadora de la unidad familiar, fue la interlocutora entre dios y un nefasto sistema que no la escucho, un régimen que la reprimió pero nunca la venció. Laura fue la portavoz de un pueblo que reclama el derecho más sagrado de quienes tenemos el privilegio de respirar: La Libertad. Gracias Laura, tus reclamos serán nuestros suplicios, serán nuestra deuda con la Patria. Los dejo con un resumen gráfico de esta Mariana del siglo 21.