Desde Cuba Odelín Alfonso Torna sobre la visita del Papa Benedicto XVI: La misa papal, una jornada laboral con record de ausencias
Reporteros de agencias internacionales de noticias, durante la misa de Benedicto XVI en Santiago de Cuba también tuvieron ¨caidas¨ las comunicaciones telefónicas por las cuales enviaban las informaciones al Exterior pese haber pagado previamente el servicio a las agencias de la tiranía de los Castro.
La misa papal, una jornada laboral con record de ausencias
Por Odelín Alfonso Torna
05 de Abril de 2012
Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Probablemente el próximo Papa que visite Cuba, lo haga en plena democracia. Para entonces, los primeros 10 ó 20 mil puestos más cercanos al altar, donde el Santo Padre oficie las misas no estarán reservados para segurosos o paramédicos con órdenes de aporrear a indignados pacíficos. Ojalá también la curia católica cubana no esté tan dividida y el espíritu Ortega Alamino quede excomulgado de a golpe.
El Papa Benedicto XVI ofició misas para los cubanos los días 26 y 28 de marzo, en las plazas de la revolución de Santiago de Cuba y La Habana. El diseño represivo y la logística en manos del Partido Único y las fuerzas de Seguridad del Estado, dejo una estela de inconformidades dentro del arzobispado cubano. Para el proletariado cubano la asistencia a misa fue obligatoria: un día más de trabajo mal remunerado.
Esto y más quedó demostrado en la ceremonia de despedida al Santo Padre, en el salón protocolar de la Terminal 1 del aeropuerto José Martí, de La Habana. Los paganos oportunistas observaron -salvo la alcahuetería del obispo Carlos Manuel de Céspedes- el anémico saludo del arzobispado cubano al presidente Raúl Castro.
¿Supo el Papa que el catolicismo, y el cristianismo en general, en Cuba están presos de la desidia y la subordinación a un sistema totalitario? ¿Dejó el Santo Padre resuelto el fin de los asesinatos políticos y el acoso constante a las Damas de Blanco? ¿Podrá perdonarse a un gobierno con más de 100 mil reclusos en una población de 12 millones de habitantes?
En 1998, el Papa Juan Pablo II pidió que Cuba se abriese al mundo. Sin embargo, fue Fidel Castro quien se abrió al escarmiento político. Juan Pablo II santificó a la nación cubana y un lustro después, el 18 de marzo de 2003, el líder de la Revolución ordenó el arresto de 75 opositores pacíficos, lo que se conoce como la Primavera Negra. A esto sucedieron hechos de piratería aérea y marítima. Fidel Castro desempolvó las ejecuciones sumarias como "escarmiento" y el 11 de abril de 2003, los jóvenes de color Lorenzo Copello Castillo, Jorge Luís Martínez Isaac y Bárbaro Sevilla García, fueron fusilados por intentar escapar con rehenes en una embarcación hacia los Estados Unidos.
El 5 de abril de 2006, tres años después de la condena internacional por la muerte de estos tres jóvenes y el encarcelamiento de 75 opositores pacíficos, era tiroteada por tropas guarda fronteras cubanas, en las costas de Pinar del Río, una embarcación que huía con 39 personas a bordo, entre ellos 14 mujeres y 7 niños. Como resultado, un joven de 18 años murió y otras dos personas fueron gravemente heridas.
El 31 de julio de 2006, Fidel Castro dejaba el poder y Raúl lo asumía con carácter provisional, hasta decretarse presidente el 24 de febrero de 2008. Comenzaban así nuevos capítulos de represión y crímenes políticos. En apenas dos años, los opositores Orlando Zapata Tamayo, Adrián Leiva, Wilfredo Soto (El Estudiante), Laura Pollán y Wilmar Villar Mendoza.
Raúl Castro pasó el tridente antes que el Papa Benedicto XVI llegara a Santiago de Cuba, el 26 de marzo. El camarada Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de la Iglesia Católica Cubana, dio el visto bueno al arresto de más de 600 cubanos, entre opositores e indigentes.
Otro de los castigos fue cancelarles los teléfonos fijos y móviles a más del 80% de los blogueros y periodistas independientes mientras durara la visita papal.
No será necesario preguntarse si Raúl Castro agarrará la soga más corta que su predecesor hermano en asuntos de "seguridad nacional". El retorno a las hostilidades ya echó a andar.
En la tarde del 28 de marzo, el Papa Benedicto XVI dijo hasta siempre. Quiera dios que otro Papa visite Cuba cuando Lucifer deje de merodear el poder o pase a mejor vida. Ya lo dijo Raúl Castro en su primer discurso como presidente, en abril de 2008, cuando dejaba abierta la opción del escarmiento: "Resultaría ingenuo e irresponsable renunciar al efecto disuasivo que provoca la pena capital en los verdaderos terroristas, mercenarios al servicio del imperio".
Entonces, hasta nunca, Lucifer, porque con su presencia, toda plegaria que venga del Vaticano será oración muerta, así como la misa papal fue una jornada laboral con record de ausencias.
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Desde Cuba Odelín Alfonso Torna sobre la visita de...":
Muy grave la última frase de Lucifer con la que se cierra el artículo. En tiempos en los que se aboga por la eliminación TOTAL de la pena capital una vez más el régimen lanza sus amenazas a destiempo. Sangre y más sangre, complejo de vampiros.
chicho el cojo.
1 Comments:
Muy grave la última frase de Lucifer con la que se cierra el artículo. En tiempos en los que se aboga por la eliminación TOTAL de la pena capital una vez más el régimen lanza sus amenazas a destiempo. Sangre y más sangre, complejo de vampiros.
chicho el cojo.
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