De banqueros, policías y ladrones. Nancy Pérez-Crespo sobre viaje a Cuba de Thomas J. Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos
Por Nancy Pérez-Crespo
Thomas J. Donohue, de 76 años, es el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos con sede en Washington, D.C. Ocupa esta posición desde 1997 y a tan solo dos años de encabezar esa importante institución, en julio de 1999, viajó a Cuba. En ese viaje de tres días, además de entrevistarse con varios Ministros y hasta con el propio Castro Primero, (que en esa época todavía estaba visible y artero), también se reunió con un hatajo de supuestos cuentapropistas que, talvez, lo reducido del grupo, le obligó a declarar a los periodistas que: «Sospecho que esto va a ser más un maratón que una carrera de distancia corta».
A su regreso a Washington (el viaje lo hizo a través del Instituto Cato), declaró: «Una cosa que Cuba debe hacer es permitir que el sector privado crezca. Esto ayudaría a la sociedad cubana abierta y ayudar a la economía cubana. Queremos ser el catalizador para este cambio. Por ello, esperamos que el Congreso nos dará una mano y el apoyo legislativo para eximir a los alimentos y las ventas médicas de las sanciones unilaterales , tan pronto como sea posible».
En efecto, Donohue con su equipo y principalmente, el grupo de los capitalistas que venden sogas, lograron que el Congreso autorizara la venta a Cuba de alimentos, medicinas y productos médicos. Desde luego, Bill Clinton estaba en la presidencia y los demócratas eran mayoría en el Congreso. Desde entonces, más de 250 empresas estadounidenses de propiedad privada le han vendido a Castro más de $4 mil millones de dólares. Pero todas las compras las realizó una sola empresa: Alimport, que es el monopolio de importación del régimen cubano. Las ventas comenzaron en el mes de octubre del año 2000 y en los 13 años y siete meses que han pasado, no hubo una empresa privada cubana que comprara algo. Prueba incuestionable de que la empresa privada en Cuba no existía, no existe y tampoco existirá. Porque lo privado está en contradicción, es antagónico con la ideología marxista.
Todo lo que Castro Segundo invente ahora o innove, será para tratar de dar la impresión de que en Cuba se están realizando cambios, pero en realidad todo lo que ellos instituyan, siempre va a estar comprometido y supeditado a las reglas del juego de los castristas. Aquel que aparezca como industrial, agricultor o comerciante independiente cubano será una marioneta del régimen o un presta-nombre o como se conoce en el pulcro lenguaje técnico: un testaferro, los que eran clasificados en la antigua Roma como los perfectos traidores de las «Misas del Fraude».
Ahora mismo, con Donohue aún la Isla, la Aduana de Cuba acaba de informar que los viajeros NO pueden llevar en el equipaje, lo que ellos han llamado las "encomiendas", que no es nada más que un duro golpe que le dan al cuantapropismo, mismo que ellos han estado combatiendo ferozmente. Primero establecieron que estos no podían vender productos extranjeros, como ropa manufacturada.
Con esta regulación de suspender las «encomiendas» están creando un estado de opinión y de pánico para acabar, no solo con los cuanta propistas que se nutren de la mercancía que llevan los viajeros, también eliminan las llamadas «mulas», personas que se dedican a llevar mercancías de terceros y que cobran por el envío mucho menos que las empresas autorizadas por el régimen que comparten sus ganancias con Castro Segundo.
Precisamente hace unos dos meses el régimen publicó los nombres de las únicas empresas de la industria de viajes y paquetes a Cuba autorizadas. Así eliminaron a las empresas no autorizadas que utilizaban a las «mulas» para los envíos de paquetes. Este miércoles, 28 de mayo, la aduna informó en un video que una persona fue detenida cuando intentó entrar 150 memorias «flash,» unos aditivos que usan para retener y pasar información de una computadora a otra. De estas memorias solo permiten entrar cinco y aclararon que ese individuo puede ser encarcelado tres años por el delito de contrabando.
Estos comerciantes (vendedores de la soga) están buscando que el gobierno federal les otorgue licencias sin las regulaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en ingles), que serían meras declaraciones de exportación, las mismas que se utilizan en la libre empresa, De esa manera establecerían una relación comercial rutinaria, vulnerando la intención y el efecto real del Acta del Comercio con el Enemigo.
Ayer jueves, Donohue ofreció una conferencia en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y dijo que su organización «ha hecho serios esfuerzos en estos años por lograr que el gobierno de Estados Unidos levante las sanciones contra la isla, impuesta desde hace más de medio siglo para generar un cambio de régimen» y agregó que Obama podría «facilitar el aumento de los viajes entre las dos naciones, podría crear nuevas vías para la importación y exportación de bienes y servicios, comenzando por el nuevo sector privado en Cuba, podría expandir la diplomacia entre nuestros gobiernos y promover el tipo de intercambio personal entre ciudadanos».
Lo dije el 22 de mayo y hoy lo repito: tanto en los asuntos de Cuba como de Venezuela, todo esto que estamos presenciando es parte del entramado que se está gestando a través del ala más liberal del gobierno y de las instituciones de los Estados Unidos empujados por los capitalistas vendedores de la soga, presionando así al presidente Obama para que tome acción.
Tanto este viaje del Donohue como la cartica al Presidente que mandó el grupo encabezado por Carlos Saladrigas, el Cuba Study, son parte integral del plan.
Esta claro, están presionando al Presidente.
Nota: Y para los que no entendieron la referencia a los que venden de la soga, aquí le va de nuevo lo que una vez dijo Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin: «Cuando llegue el día en que tengamos que colgar a los capitalistas, ellos nos venderán la soga».
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