LIBERTAD, UNA PALABRA SIN TIEMPO
Por Eloy Andrés González
1 de noviembre de 2014
P
or estos días múltiples celebraciones se han producido, sobre todo en Europa, en ocasión del 25 Aniversario de la Caída del Muro de Berlín (9 de noviembre 1989); más que caída fue derrumbado como sabemos. Las celebraciones han sido originales y demuestra el alcance de este acontecimiento que marcó la historia para siempre.
Con la caída del Muro de Berlín, se produjo la destrucción de la frontera marcada por la infamia entre las dos Alemania, significó el colapso del bloque comunista, permitió la reunificación de Alemania y dejo claro que el capitalismo le había ganado la partida al comunismo. La libertad se abrió paso muy rápido en los países comunistas del este de Europa, pero esa intensa turbulencia de libertad no llegó a todos los países comunistas…, no alcanzó a Cuba. Mientras miles de ciudadanos de Alemania martillo en mano derribaban a golpes el Muro, en Cuba un vociferante tirano, el de siempre, aseguraba que no íbamos (los cubanos porque el sujeto siempre habla en nombre de todos los cubanos) a claudicar. Parapetado en su ceguera ideológica hay sigue atizando los odios, socavando la libertad y despreciando el derecho. La libertad se consiguió para muchos pero no para los cubanos…, y ahí estamos.
Pero no es del Muro de Berlín de lo que quiero hablar, sino del permanente mensaje y las ansias de libertad que no nos han sido ajenas y de las que tanto carecemos. De niño siempre escuchamos y hasta repetimos las citas de José Martí sobre la libertad; este define como sentencia que, “libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”. Escasos de honradez andamos, tal vez por demasiado tiempo; pensar y hablar sin hipocresía es un acto que, aun viviendo en libertad, es tal el daño antropológico [1] que la simulación sigue seduciéndonos.
En Cuba oímos de libertad pero no queríamos entender, sabíamos lo oportuno que era vivir de manera decorosa, transitando la honradez y promoviendo la virtud; a fin de cuentas nos habían dicho que, “no hay patria sin virtud ni virtud con impiedad”[2], pero si en algo colma el comunismo es en la impiedad. El peso asfixiante de una tiranía nos arrastraba a la disipación, el engaño, la indecencia existencial y sobre todo…, esa continua y prolongada exposición a las políticas del sistema totalitario, lo que se ha dado en llamar: “síndrome de la indefensión aprendida” o de “desesperanza inducida”[3]…, ¿y qué es esto en realidad?; la apatía, la certeza de que nada puede cambiar y de que no hay salida para esta situación de dependencia totalitaria, de ausencia de libertad y de menosprecio del derecho. Dejemos tranquilo nuestro Muro…, vamos a ver que llegó por la libreta de racionamiento, cuando serán los carnavales o cuando se abre la próxima lotería de visas(el bombo). La libertad, como hasta ahora, puede esperar.
Fuimos los jóvenes de aquella década convulsa de los años 60’s, y escuchamos con entusiasmo la palabra libertad, solo que no alcanzamos a vivirla en su pleno significado. Nos llegó la palabra libertad en boca de una gavilla de forajidos y palabreros que decían y aun dicen haber liderado una guerrita para que los cubanos, por fin, alcanzáramos la libertad. Pronto establecieron hasta los días de hoy el más atroz totalitarismo; la libertad y el derecho fueron solo palabras que se usaban como instrumentos arrojadizos cuando se trataba de defender a ultranza una revolución–dictadura. Y tuvimos y aún tenemos palabras como libertad, derecho, moral revolucionaria, soberanía, justicia…, y no sé cuántos atributos más que estos lenguaraces que nos gobiernan se han colgados como suyos; y también canciones, risas, relajo y circo; esto último sobre todo cuando el pan escaseaba o era un imperativo ideológico el mantener entretenido al pueblo.
Escuchamos de libertad cuando una conocida cantante visitó la isla; embrutecidos por la machacona letra de aquella canción titulada: Rosas en el mar, nos dejamos llevar por el entusiasmo sin percibir el mensaje de una canción escrita por Luis Eduardo Aute e interpretada por la Massiel. Allí en el Festival de la Canción de Varadero en 1967 escuchamos la canción que seguimos escuchando por mucho tiempo en la radio, esta canción a la libertad que entre otras cosas decía así: Voy pidiendo libertad y no quieren oír / Es una necesidad para poder vivir /La libertad, la libertad /Derecho de la humanidad, /Es más fácil encontrar rosas en el mar. Sí que era más fácil encontrar rosas en el mar, porque la libertad al menos en Cuba había sido despreciada.
Ya por esos tiempos muchos cubanos, más que encontrar rosas en el mar, encontraron la muerte en las profundidades de la aguas del canal de las Bahamas, lo cual es una realidad hasta el presente.
Escuchábamos también al popular cántate, Nino Bravo. No sabíamos y solo ahora sabemos que su conocida canción: Libre, es un homenaje de recordación a un joven alemán que, tratando de escapar de Alemania comunista, es baleado muriendo desagrado en aquel Muro que dividía a un país y servía de contención a los que vivían bajo la dictadura comunista para que no alcanzaran la libertad tan ansiada. La canción por estos días se recuerda, prefiero incluir aquí esta estrofa: Libre, / como el sol cuando amanece, / yo soy libre como el mar… /…como el ave que escapó de su prisión /y puede, al fin, volar… /…como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, / camino sin cesar / detrás de la verdad /y sabré lo que es al fin, la libertad. ¿Hay certeza en que tenemos una tendencia natural a buscar la verdad y la libertad?, dejo esta pregunta suspendida aquí en el texto, es la pregunta que alguien que ha vivido en una dictadura prolongada y teniendo que exiliarse, se hace como para que no sea uno mismo capaz de responderla porque la abulia existencial nos corroe el alma.
Por último vuelvo a los textos de la conocida canción de Serrat (Para la libertad), que tanto me conmovió en mis días jóvenes de estudiante en la Universidad. El texto como sabemos es del poeta Miguel Hernández, de un poema titulado El Herido, en su segunda parte, de ahí los versos para esta canción. De nuevo la libertad repetida una y otra vez, tanto que la oímos sin alcanzar su completo significado. Es un canto a la libertad, a la vida esperanzadora, al triunfo sobre el quebranto: Para la libertad sangro, lucho, pervivo. /Para la libertad, mis ojos y mis manos, /como un árbol carnal, generoso y cautivo, /doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones/que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, /y entro en los hospitales, y entro en los algodones/ como en las azucenas. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, /ella pondrá dos piedras de futura mirada, /y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan /en la carne talada. Retoñarán aladas de savia sin otoño/reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. /Porque soy como el árbol talado, que retoño: porque aún tengo la vida.
Conocíamos de libertad, como faltaba porque en tiranía vivíamos, solo que ésta no nos fue oportuna. No nos llegó como a otros y aun la esperamos. La caída del Muro de Berlín no significó nada para Cuba, solo un periodo de escasés para el pueblo y sobresaltos apurados para un régimen que reprimió con saña, y lanzó al exilio a miles de jóvenes evitando así una revuelta que ya había tenido un ensayo espontaneo con el Maleconazo[4]. Una y otra vez la libertad ha sido aplazada, la historia nos ha jugado una mala pasada. Los países ex comunistas y los gobiernos de corte democrático que se establecieron después de barrer con el antiguo régimen no mostraron una política de solidaridad resuelta para con los cubanos, mantuvieron las relaciones con un régimen que era el calco de lo que ellos se habían quitado de encima.
Hoy seguimos sin canciones y sin esperanzas. La libertad no es más que una palabra sin tiempo, tal vez nos veremos sorprendidos por la historia.
[1] El daño antropológico en Cuba. Editorial Revista Vitral, en: http://www.vitral.org/vitral/edvitral/edit/74.htm [2] http://www.palabranueva.net/newpage/index.php?option=com_content&view=article&id=46:no-hay-patria-sin-virtud-ni-virtud-con-impiedad&catid=29:religion&Itemid=43 [3] Cuba. Su pueblo y su Iglesia de cara al comienzo del tercer milenio. En: http://www.cubanet.org/htdocs/ref/dis/092799.htm [4] El Maleconazo: a 20 años de la crisis de los balseros en Cuba por Nora Gámez Torres / http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article2038059.html#storylink=cpy
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JOAN MANUEL SERRAT - Para la libertad (completo)
Para la Libertad
Autor: Miguel Hernández
Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.
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