NO ES EL EMBARGO. José Azel sobre la situación en Cuba
Las vacas cubanas siguen comiendo yerba y el clima de Cuba y la fertilidad de la tierra cubana no es muy diferente a los existentes antes del triunfo de la supuesta Revolución. En el pequeño libro escrito en 1957 El imperialismo norteamericano en la economía cubana, del economista e historiador Oscar Pino Santo, fallecido en Cuba podemos ver cosas muy interesante en su Cuadro No. 20.
El mencionado Cuadro No. 20 muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, se muestran datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional. Oscar Pino Santos, quien laboró en el Consejo de Estado de la tiranía Castrista hasta su muerte poco tiempo antes de fallecer fue premiado con el premio nacional de Ciencias Sociales por la obra de toda una vida.
El 26 julio de 2007, Raúl Castro pronunció un discurso en Camaguey que despertó una gran polémica por la mención a "un vaso de leche para todo el que quiera tomárselo" que luego fue suprimida de la transcripción que hizo de dicho discurso el periódico Granma, diario oficial de Cuba. Así mismo fue cortado este fragmento de la retransmisión que hiciera al día siguiente la TV cubana. Gracias a ContactoCuba.com que grabó el discurso en directo, hoy puedo ofrecerles el famoso fragmento.
Las personas ciegas por la ideología izquierdista y el antinorteamericanismo, las ignorantes y las extremadamente temerosas por la represión siempre repetirán las mentiras de la tiranía cubana sean cuales sean: no necesitan ninguna coartada o sustento para ello.
Por otra parte, se habla de una nueva política de EE.UU. hacia Cuba que no es nada nueva y que no ha dado un resultado positivo para el pueblo cubano ni ningún ¨empoderamiento¨. Veamos:
HACE MÁS DE 20 AÑOS LA ORGANIZACIÓN CATÓLICA HOLANDESA PAX CHRISTI RECONOCIÓ QUE ESTABAN EQUIVOCADOS CUANDO PENSARON QUE LAS INVERSIONES EXTRANJERAS PODRÍAN ESTIMULAR UN RELAJAMIENTO DEL SISTEMA POLÍTICO Y ECONÓMICO DE LA ISLA, Y QUE ESAS INVERSIONES BENEFICIAN A UN GRUPO BIEN SELECTO, NO AL PUEBLO CUBANO, Y QUE SIRVEN PARA QUE EL RÉGIMEN SIGA EN EL PODER SIN CAMBIO ALGUNO EN SU POLÍTICA INTERNA. EN EL INFORME SE HACE ECO DE LA PREOCUPACIÓN DE LOS GRUPOS DISIDENTES ANTE EL POSIBLE ¨INICIO DEL DESHIELO ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y CUBA¨. PAX CHRISTI PLANTEA QUE SU POSICIÓN ES QUE NI EL AISLACIONISMO NI LA COOPERACIÓN SIN CONDICIONES CONLLEVAN LA SOLUCIÓN PARA LA CRISIS CUBANA Y PROPONEN LA PRESIÓN INTERNACIONAL PARA HACER UN DIÁLOGO EN Y CON CUBA. EL INFORME PLANTEA QUE LA UNIÓN EUROPEA NO SÓLO TIENE LA POSIBILIDAD SINO TAMBIÉN LA RESPONSABILIDAD DE EJERCER ESTA PRESIÓN.
Tomado de http://www.lanuevanacion.com
NO ES EL EMBARGO
Por José Azel *
julio de 2015
El uso de sanciones económicas como herramienta de política exterior no es nuevo. En 431 AC Pericles expulsó del mercado y puertos atenienses a los megarianos ayudando a incitar las guerras del Peloponeso. Hoy, las sanciones económicas están en el centro de las negociaciones con Irán y Cuba. Además, muchos malinterpretan su utilización e impacto tanto en las naciones que sancionan como en las sancionadas. Veamos el caso de Cuba.
Las sanciones económicas de EEUU contra Cuba fueron promulgadas por primera vez en 1961 cuando el Presidente John F. Kennedy aprobó una orden ejecutiva en respuesta a la expropiación sin compensación de propiedades americanas por el gobierno cubano. Casi seis décadas después, el asunto sigue pendiente y ese tópico domina la retórica alrededor de las relaciones EEUU-Cuba. El gobierno cubano y sus simpatizantes utilizan la falacia del término “bloqueo” para atribuir determinada perversión a esa política y culparla por los fracasos económicos del régimen.
Otros arguyen, válidamente, que el embargo ha fracasado en cambiar el rumbo o la naturaleza del gobierno cubano. Cierto, pero también es necesario señalar que la alternativa política de vínculos con ese gobierno cubano, seguida por la comunidad internacional, también ha fallado en cambiar la naturaleza de ese régimen.
Actualmente más de 190 naciones se involucran económica y políticamente con Cuba mientras Estados Unidos permanece solitario manteniendo sanciones económicas. Si el embargo se considera un fracaso cambiando la naturaleza del gobierno cubano, hay 190 casos de fracaso de la alternativa política de compromiso. Por preponderancia de la evidencia (190 a 1) está claro que los vínculos con el régimen también ha resultado un lúgubre fracaso.
En 1961 el Presidente Kennedy envió un razonable mensaje a la comunidad internacional: los gobiernos que decidieran expropiar propiedades de ciudadanos estadounidenses deberían compensarlos. Los que decidieran simplemente robar propiedades norteamericanas deberían esperar represalias del gobierno de EEUU. Ese mensaje mantiene validez hoy como expresión del deber de un gobierno de proteger los derechos de propiedad de sus ciudadanos en países donde el Estado de Derecho no predomina.
Siguiendo el consejo del propagandista nazi Joseph Goebbels, de que “si dices una mentira suficientemente grande y te mantienes repitiéndola, el pueblo finalmente llegará a creerla”, el régimen cubano ha promovido incesantemente la falacia de que el embargo de EEUU es responsable del pésimo estado de la economía cubana. Pero no es el embargo el que ha pauperizado al pueblo cubano. El colapso de la economía cubana puede rastrearse claramente hasta su economía colectivista y la abolición de los derechos de propiedad. Ese experimento colectivista resultó en una injusta sociedad económicamente quebrada, caracterizada por un enorme sistema represivo y un gobierno con ilimitado poder sobre sus ciudadanos.
¿Qué tiene que ver el embargo con que el gobierno cubano permita libertades económicas y políticas en Cuba? Permitir libertades económicas y políticas en Cuba es potestad absoluta del gobierno cubano. De ninguna manera lo impide la política de EEUU. Las pésimas condiciones sociopolíticas y económicas cubanas son resultado directo de las fracasadas políticas del gobierno cubano, no de supuestas políticas fallidas del gobierno de EEUU.
Ningún esfuerzo diplomático que busca concesiones de un oponente puede triunfar si una de las partes decide entregar incondicionalmente todas sus fichas de negociación, como está haciendo la administración del Presidente Obama. El abandono de las posiciones negociadoras propias no es base lógica para un compromiso constructivo. Insistir en concesiones legítimas, como el respeto a los derechos humanos, no es una debilidad moral o práctica.
El buque insignia de la política EEUU-Cuba debería ser el honorable esfuerzo –por baldío que resulte– de promover libertades civiles y derechos políticos en Cuba. Que no podamos influir efectivamente en ese proceso no significa que debamos abandonar unilateralmente posiciones concebidas para inducir conductas democráticas. El compromiso diplomático con adversarios raramente triunfa apelando únicamente a principios más elevados de ese adversario.
En negociaciones, cuando una concesión incondicional se recibe, el receptor la toma y avanza a la siguiente demanda. Eso es precisamente lo que ha hecho el gobierno de Castro, y la administración Obama parece acatar. EEUU se sienta ahora con las manos vacías en la mesa de negociaciones, y seguramente también se levantará con las manos vacías.
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