Ofelia Acevedo de Payá quiere uiere saber cómo murió o mataron a su esposo Oswaldo Payá Sardiñas en Cuba
Quiero saber cómo murió o mataron a mi esposo
23 July 2015
El mensaje era diáfano. El 22 de julio del 2012, hace exactamente tres años, un carro embistió el auto en que viajaban mi esposo Oswaldo Payá Sardiñas, su amigo Harold Cepero Escalante y dos jóvenes extranjeros, sacándolo de la carretera. Así supe lo que les había pasado.
A esa siniestra noticia les sucedieron otras, diciendo que los extranjeros y uno de los cubanos estaban en el hospital de Bayamo, rodeados de militares, y que no sabían dónde se encontraba el otro.
Mi hijo llamó al hospital. Le dicen que hay un fallecido que no se encuentra en el hospital. Su nombre es Oswaldo Payá Sardiñas. Son las 5pm de esa tarde. Así me confirmaron lo que yo temía: mi esposo estaba muerto.
Aproximadamente a las 8pm de ese terrible día suena el teléfono de mi casa. Es un Teniente Coronel del Departamento Técnico de Investigaciones de “100 y Aldabó”. Se les conoce por la fatídica dirección donde radica la dirección central de esa dependencia.
Dijo que el Director del Hospital de Bayamo me llamaría dentro de unos minutos para pedir mi autorización para realizar la autopsia al cadáver de mi esposo. Efectivamente, el Dr. Ciro Estrada, llama y agrega, además, que no tiene manera de conservar el cadáver. Lleva 8 horas expuesto al calor del mes de Julio del Oriente cubano. Accedo a la autopsia.
(Oswaldo Payá y Ofelia Acevedo)
Amigos míos de Bayamo que me representaron ese día en el Hospital, conocidos del director, pasan a recoger el informe. No se lo entregaron. Una secretaria cansada de verlos les dijo que allí nunca habían estado esos informes para ser debidamente firmados. Seguramente se encontraban en manos superiores.
El 5 de octubre voy a Bayamo con este fin. No voy a contar los múltiples viajes que di al hospital, ni cómo el director se escondió para evitarnos, ni las veces que fui al Instituto de Medicina Legal y al Centro de Operaciones e Investigaciones de la Seguridad del Estado en Bayamo para que me dieran ese Informe. Era mi derecho tenerlo y el deber del hospital entregármelo sin más trámite que pasar a recogerlo cuando estuviera listo. Se burlaron de nosotras.
Era ya tarde cuando el Director del Hospital supo al fin lo que tenía que decirme. Entonces nos recibió, tomó mi carta de solicitud de la autopsia de Oswaldo y la carta de los padres de Harold, y dijo que me enviaría el informe por correo postal. Nunca lo recibí. Llamé al hospital, nunca me respondieron.
(Oswaldo Payá y Harold Cepero)
Octubre del 2013, volví a escribirle al director del hospital solicitando el Informe que nunca envió. Ni siquiera acusó recibo.
Este 19 de Julio, le escribo una carta al Ministro de Salud Pública de Cuba solicitando intervenga para que me entreguen el Informe. Le pido a mi hija que la entregue en la Embajada de Cuba en Washington.
A Rosa María, no le permitieron entrar a la Embajada. Los diplomáticos cubanos tampoco recibieron la carta, y hasta llamaron a la policía para intimidarla. La policía se encontró solo una muchacha cubana que quería presentar una carta en la embajada de su país reclamando que le entregaran la autopsia de su Padre. Se rieron, le dijeron “ está bien” y se marcharon.
Insistiremos mientras tengamos vida para ello. De Oswaldo aprendimos a reclamar nuestros derechos a cualquier precio.
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