LA IZA DE LA BANDERA. Esteban Fernández sobre el izado de la bandera de EE.UU. en la embajada de Estados Unidos en La Habana y la visita del Secretario de Estado John Kerry a Cuba
“¡En mi presencia no quiero pusilánimes, ni depresión, ni lloriqueo, ni estrés, ni decepción, esto es solamente una escaramuza perdida, la razón está con nosotros y el futuro será nuestro!”. Esteban Fernández
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La burda mentira con la que se llegó a este desagradable desenlace es que “Se está produciendo un cambio en Cuba” y rematan con la tontería de que “Por presiones internacionales y gracias a la cibernética y a la tecnología moderna se ven obligados a hacer muchas concesiones” las cuales yo no veo. Puras pamplinas. Es como decirme que podemos ir a la selva con unos laptops en las manos para fajarnos y defendernos de los tigres y las panteras.
Para mí lo decepcionante no es la iza de la bandera sino el desconsuelo de algunos cubanos ante el denigrante pacto porque todo el que tuvo dos dedos de frente (y se los advertimos a todos), sabía que esto vendría tras la elección de Barack Obama.
Lo que pasa simplemente es que todavía hay compatriotas -Y MUCHOS TONTOS ÚTILES- que no captan la verdadera y gigantesca perversidad de Fidel y Raúl Castro y de su atajo de criminales y sádicos a su alrededor. Y encima de eso son los reyes del engaño y de los embustes. Fíjense que ya hasta al Papa lo han tupido. Y Obama, Kerry y los Clinton tal parece que simpatizan con ellos.
La cosa estuvo muy clara desde un principio, el truco se notó y la liebre saltó del saco con los viajes al exterior de supuestos enemigos y desde que Yoani Sánchez fundó un periódico sin mayores interferencias, porque lo cierto es que desde el mismo momento en que alguien dentro de nuestra Patria hace pública y notoria su enemistad sincera contra el régimen le cayó carcoma.
Toda la parodia fríamente calculada de que están permitiendo una disidencia pacífica -que hasta puede reunirse con el mequetrefe John Kerry- no es más que parte de un bien elaborado plan para que les quiten el embargo comercial, les devuelvan la Base Naval y la tiranía puede subsistir económicamente. ¿No es obvio para ustedes?
La gran verdad es, como bien dice el oposicionista Rogelio Travieso Pérez en un escrito que leí en Baracutey Cubano: “Cuando te opones de verdad al régimen te condenan a que pases hambre y por cualquier medio tratan de liquidarte la voluntad de resistencia. Por lo tanto la situación de los opositores verdaderos es mucho más critica que la del resto de los cubanos”.
Pero cuando alguien insiste en creer en algunos individuos que campean por sus respetos allí siendo disidentes y recibiendo dádivas del extranjero y algunos trompones diseminados por el territorio nacional entonces tiene que creer que los tiranos y su aparato de seguridad están siendo condescendientes con esa persona. Y yo no creo que esos desmadrados sean benevolentes ni con la madre que los parió si resucita y los critica. Lo que han creado son enemigos ficticios y utilizados para lograr el objetivo que ahora todos podemos ver.
Claro que en Cuba hay patriotas pero existen otros a quienes para estafar a los incautos les han otorgado (por conveniencia para el régimen) “patente de corso” y la meta saltó a la vista el pasado día 14 de agosto. Es más, ese permiso para decir algunas cosas NO PUEDE SER OTORGADO POR NADIE QUE NO SEA CASTRO.
El que no concuerde con esto tiene que pensar que Raúl Castro está siendo flojo, que ya no es el mismo que fusiló a diestra y siniestra en Santiago de Cuba en 1959. Y eso NO ES CIERTO. Los dos monstruos siguen siendo inflexibles, intolerantes, siguen siendo unas fieras que no le permiten a un verdadero enemigo ni que juegue a la pelota en uno de los equipos nacionales. Cuando estas dos hienas son alertadas por su Seguridad del Estado, y consideran que alguien representa un peligro para su régimen, lo refunden en una cárcel o lo desaparecen. ¡Ni por la televisión pueden ver la iza de la bandera! Todo no es más que una estratagema buscadora de divisas. Y ya tienen en el bullpen a Alejandro Castro Espín que es tan o más H.P. que ellos dos.
Olvídese de las banderas, de la apertura política, YA LO HE DICHO VARIAS VECES, lo que se necesita son cubanos con macanas en sus manos, sin decirle nada a nadie y se las partan en las cabezas a los esbirros allá y a los infiltrados aquí como propuso Aldo Rosado recientemente.
Es más, ¡hasta en el exilio, desde hace mucho rato, hay que actuar clandestinamente! Porque aquí además de que los agentes (desde que usted hace pública su intención anticastrista) los infiltran, lanzan a sus seguidores a la crítica contra las acciones planeadas y encima de eso las autoridades norteamericanas le caen encima y desbaratan todo intento de atacar a la dictadura.
Nadie debía dejarse impresionar por la artimaña de las aperturas de embajadas ni escuchar los cantos de las sirenas. Estos dos tipos siguen siendo unos monstruos rodeados de miles de mini monstruos. Estamos en presencia de una gigantesca manipulación y el que considere que el final del embargo traerá beneficios para la población está comiendo lo que pica el pollo. Raúl Castro no cree ni le interesa, es más, se limpia su trasero trasteado con todas las “presiones internacionales”, el tipo es un dinosaurio ligado con serpiente cascabel.
Nada ha cambiado, nada cambiará hasta que sean barridos del mapa miles de sabandijas. Y en un final para que alguien pueda decir que estoy equivocado en este escrito tiene que pensar lo contrario y decir que “Raúl Castro no es tan malo como su hermano y está obligado a permitir muchas cosas allá que antiguamente no permitía”. Y de eso nada. Todo no es más que un ardid para poner a Obama y a cuanto pusilánime existe en el mundo en posiciones indecorosas.
Distancia y categoría: En el colmo de los colmos leo que existen quienes están muy molestos por no haber sido invitados a la iza de la bandera. ¡Qué diferente pensamos! Si a mí me hubieran invitado fuera la mayor de las afrentas y me hubiera defecado en la madre de quien me invite.
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