¿Pastoral o conchabanza? Julio M. Shiling: El Concilio Vaticano II, con su buena intención de formular una actualización de la Iglesia, terminó revirtiendo el enfoque que daba primacía a lo transcendental y lo sustituyó por lo inmanente
¨Palabras de Monseñor Pedro Meurice ante el Papa Juan Pablo II en 1998
Hay otra realidad que debo presentarle: la nación vive aquí y vive en la diáspora. El cubano sufre, vive y espera aquí y también sufre, vive y espera allá fuera. Somos un único pueblo que, navegando a trancos sobre todos los mares, seguimos buscando la unidad que no será nunca fruto de la uniformidad sino de un alma común y compartida a partir de la diversidad.
Por esos mares vino también esta Virgen, mestiza como nuestro pueblo. Ella es la esperanza de todos los cubanos. Ella es la Madre cuyo manto tiene cobija para todos los cubanos sin distinción de raza, credo, opción política o lugar donde viva.
La Iglesia en América Latina hizo en Puebla la opción por los pobres, y los más pobres entre nosotros son aquellos que no tienen el don preciado de la libertad.¨
Tomado de http://www.cubaencuentro.com
¿Pastoral o conchabanza?
*********
El Concilio Vaticano II, con su buena intención de formular una actualización de la Iglesia, terminó revirtiendo el enfoque que daba primacía a lo transcendental y lo sustituyó por lo inmanente
*********
Por Julio M. Shiling
Miami
21/09/2015
En un radiomensaje de Navidad, emitido en la Nochebuena de 1955, el Papa Pío XII recalcó la incompatibilidad del comunismo con el cristianismo, por la relación inherente del último con la Ley Natural. “Nosotros rechazamos”, nos comunicó el Obispo de Roma ducentésimo sesentavo, “el comunismo como sistema social en virtud de la doctrina cristiana, y debemos afirmar particularmente los fundamentos del derecho natural”. Este Papa, cuyo nombre secular era Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, que confrontó el totalitarismo tanto nazista como comunista, estaba proclamando una posición de la Iglesia Católica que entendía que se podía hablar por los pobres y defenderlos sin tener que subscribirse a ideologías impías y que el comunismo era irreconciliable con la fe cristiana y una amenaza clara para la misma.
El Papa Pío XII no fue un caso aislado. Hubo once encíclicas entre 1849 y 1937 que anunciaron y advirtieron del problema grave que representaba para la religión cristiana el socialismo, por su capacidad de abolir la libertad desde el poder y de su capacitación sediciosa de minar la Iglesia desde sus entrañas, como lo expuso brillantemente otro Pío (X) en 1907 (Pascendi Dominici Gregis). Precedente intelectual y espiritual rechazando cualquier conexión entre la Iglesia y el comunismo (o un régimen comunista) ha sido abundante y claro. La Iglesia enfatizó este punto en 1949, cuando Pío XII excomulgó oficialmente a los comunistas.
El Concilio Vaticano II, con su buena intención de formular una actualización de la Iglesia, terminó revirtiendo el enfoque del orden existente que daba primacía a lo transcendental y lo sustituyó por lo inmanente. En otras palabras, las cosas de este mundo material tomaron prioridad. El problema resultó ser, que el activismo político que predominó a partir de la emisión inmediata de Concilio II, vino plegado, ideológicamente, al marxismo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home