martes, septiembre 29, 2015

Raúl Castro habló en la ONU. Exiliados cubanos protestaron frente a Naciones Unidas. En los carteles se veía la imagen del mandatario cubano con las manos manchadas de sangre, además de fotografías de las víctimas del Remolcador 13 de Marzo, y de los pilotos de Hermanos al Rescate.


 Exiliados cubanos protestaron frente a Naciones Unidas

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En los carteles se veía la imagen del mandatario cubano con las manos manchadas de sangre, además de fotografías de las víctimas del Remolcador 13 de Marzo, y de los pilotos de Hermanos al Rescate.
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Martinoticias.com
septiembre 28, 2015

Un grupo de cubanos exiliados protestaron este lunes en las afueras del edificio de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York, contra el mandatario cubano Raúl Castro, quien por estos días visita Estados Unidos para participar en los debates de la Asamblea General anual.

Alrededor de 200 exiliados cubanos, unos residentes en diversas ciudades del estado neoyorkino, otros en Miami, Florida, se congregaron en la plaza frente a la ONU a las 10 a.m.

"Hemos estado denunciando los crímenes del régimen de La Habana, los crímenes de Raúl Castro", explicó uno de los manifestantes, Yoel Rodríguez Riverón, quien viajó desde Miami.

En los carteles se veía la imagen del mandatario cubano con las manos manchadas de sangre, además de fotografías de las víctimas del Remolcador 13 de Marzo, muchos de ellos niños, y de los pilotos de Hermanos al Rescate, derribados por la fuerza aérea cubana.

"No estamos solos. Donde quiera que haya un cubano, hay alguien protestando por el horror que sucede en Cuba", dijo el artista de la plástica Rolando Pulido, a modo de mensaje a la oposición interna en la isla.

La manifestación duró hasta poco después de las 3 p.m., según dictaba el permiso de la ciudad a los manifestantes cubanos.

Published on Sep 28, 2015
La congresista Ileana Ros-Lehtinen, reaccionó a la serie de reuniones que ha sostenido Raúl Castro en su visita a Nueva York. Gricel González con los detalles.

Congresista cubano americana opina sobre la visita de Raúl Castro a la ONU


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  (Raul Castro ayudando a fusilar antes del triunfo de la Revolución;  algunas personas señalan  que la persona que está  de espaldas es el sacerdote católico  conocido como ¨padre Sardiñas¨ )


La Revolución Cubana. fue una Revolución terrorista que se gestó, alumbró e instaló mediante la cárcel y el fusilamiento. Ya en la Sierra Maestra se fusilaba y esa práctica se generalizó durant décadas después del triunfo del 1 de enero de 1959.
 (El testimoniante Javier Arzuaga en sus años de juventud cuando aún era sacerdote; ofició como capellán de La Cabaña durante los primeros seis meses del año 1959)
Raul Castro con más de 500 fusilamientos bajo su responsabilidad es el mayor exponente de ese terror; le sigue el Che Guevara con aproximadamente 170 fusilamientos bajo su responsabilidad.



Nota del Bloguista de BC
Dado que en la foto de la noticia  Raul promete más ejecuciones se manejan cifras incorrecyas,   entiendo que es necesario adicionar a este post las verdaderas  cifras  aproximadas de  los muertos  durante el régimen de Fulgencio Batista y los muertos  durante  la tiranía de los hermanos Castro. Para no acabar con el mito, la dictadura totalitaria de los Castro,  a casi 60 años de permanencia en el poder,  no ha dado a conocer  los nombres y apellidos de los muertos provocados por la represión del régimen de Batista ya que de darla a conocer  echaria abajo la gran mentira Castrista de los supuestos  20 000 mártires que murieron en la lucha contra Batista. Para ver un estudio comparativo entre los regímens de Batista y Fidel Castro desde el punto represivo pueden leer mi artículo BREVE ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS MUERTES, PRISIONES Y PRESOS DURANTE LAS DICTADURAS DE FULGENCIO BATISTA Y DE FIDEL Y RAÚLCASTRO, publicado en el número 42 de la Revista Hispano Cubana, publicación de la Fundación Hispano Cubana.

Las cifras que expongo son extraídas del  informe  (donde cada caso tiene nombre apellidos, lugar donde murió, la fecha,  la causa de  muerte, etc.) del 25 de enero de 2012 de Cuba Archive o Archivo Cuba:

ACTUALIZACIÓN DE CASOS DOCUMENTADOS
25 de enero 2012
-Trabajo en curso-

Total de casos documentados hasta la fecha: 10.317
RÉGIMEN DE BATISTA
10 MARZO 1952 A 31 DICIEMBRE 1958

Incluye el combate
- Muertes y desapariciones atribuidas al régimen de Batista: 1245
- Muertes y desapariciones atribuidas a las acciones contra el régimen de Batista: 387
- Muertes y desapariciones atribuidas a accidentes (fuerzas anti-Batista): 5
- Muertes y desapariciones de atribución incierta: 47
Subtotal-1684
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RÉGIMEN DE LOS CASTRO
1 DE ENERO DE 1959 - PRESENTE

Muertes y desapariciones atribuidas al Estado cubano

- Ejecuciones por el pelotón de fusilamiento: 3615
- Ejecuciones extrajudiciales: 1253
- Desapariciones (la mayoría en intentos de salida): 138
- Presos políticos en huelga de hambre: 13
- Por negligencia médica / negación de asistencia médica / en la cárcel: 254
- Suicidios de carácter político, en su mayoría en la cárcel: 136
- Accidentes y no intencionales (en su mayoría en la cárcel, como resultado de la negligencia): 99
- En un ataque terrorista o ataque contra civiles en el extranjero: 8
- Otras muertes de carácter político: 54
- Las muertes o desapariciones por causas no determinadas: 198
- Muertes en intentos de salida: por ahogo, deshidratación, etc.: 132
- Desaparecidos: 968
- Pérdidas en combate o desaparecidos en combate: 1007
Subtotal: 7875

Muertes y desapariciones en acciones contra el estado cubano

- Fuera de combate: 289
- Pérdidas en combate o desaparecidos en combate: 227
- Muertes y desapariciones por parte de las Fuerzas Armadas de otros países: 28
Subtotal: 544

Muertes y desapariciones atribuidas a otros: 83
Muertes y desapariciones de atribución indeterminada: 131
Subtotal: 214


Total: 10.317

Fuente: Base de datos de casos documentados, www.CubaArchive.org/datebase/
Archivo Cuba-Free Society Project
Casilla de Correo 529  Summit
 NJ 07902 EE.UU. 

info@CubaArchive.org
Tel. (973) 701-0520 
 Fax (973)701-0521 
www.CubaArchive.org

Todos los derechos reservados, Proyecto Sociedad Libre, 2009.
Este material se puede copiar y divulgar siempre que se le atribuya la autoría a
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Tomado de http://taniaquintero.blogspot.com


El Cártel de La Habana (IV)

Por Juan Benemelis

En el curso de la década de los 70 se dieron cita dos coyunturas importantes. La primera tendría que ver con el consumo de narcóticos, que vería una gran expansión en Estados Unidos primero con la marihuana y luego con la cocaína.

La otra coyuntura tenía que ver con el narcotráfico en sí. El Cartel de Medellín necesitaba de un punto intermedio cercano para operar hacia aguas norteamericanas. El Cartel de Medellín llegará a introducir unas 45 toneladas de cocaína en Estados Unidos, representando 25 billones de dólares, y alrededor de 10 toneladas en Europa.

En una intervención ante el Senado, en abril de 1983, James H. Michel, Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos, expresó que existían pruebas de que en 1979, el buró político del Partido Comunista de Cuba había aprobado un plan para intervenir en el narcotráfico utilizando a Cuba como puente y base de apoyo para las redes de traficantes de Estados Unidos.

El suministro se organizó desde las fuentes de abastecimiento en América del Sur y el gobierno de La Habana necesitaba recursos en moneda convertible que estaría dispuesto a obtener de cualquier manera. La vinculación cubana con el narcotráfico era inevitable desde un principio, y además tenía que producirse de manera casi natural: primero, porque en las áreas de producción de Suramérica, los guerrilleros sostenidos por Cuba ocupaban el mismo espacio ilegal que los narcotraficantes.

La guerrilla necesitaba armas y dinero, mientras que el narcotráfico, siempre abundante en dinero, necesitaba protección armada y, sobre todo, acceso a las redes de organización clandestina de la guerrilla y su experiencia conspirativa. Además, una parte importante de todo el tráfico de drogas cayó en manos de exilados cubanos, sobre los cuales La Habana tenía abundante información para el chantaje. La parte del exilio que se vinculó al narcotráfico con Cuba también se sentía razonablemente segura de que no sería traicionada.

En la medida que la crisis financiera y económica se hacía más profunda, la dependencia de la Isla para con los recursos extraídos de Angola y del narcotráfico se amplió. Apurado por lograr una nueva fuente de recursos, Castro se fue involucrando cada vez más en el tráfico de drogas, como apuntara el general cubano exiliado Rafael del Pino.

Tradicionalmente los barcos usados en el narcotráfico colombiano tenían que atravesar el Paso de los Vientos, entre Cuba y Haití, lo que muchas veces les situaba en aguas territoriales cubanas, donde eran interceptados. Las pérdidas de los narcotraficantes se incrementaron con alarma.

Según el testimonio dado en 1982 por el narcotraficante colombiano de Miami Juan Lozano (alias Johnny Crump), es alrededor de 1975 que algunos de los más importantes narcotraficantes colombianos se entrevistaron en Bogotá con el embajador cubano Fernando Ravelo Renedo para negociar la devolución de los barcos y las tripulaciones.

El embajador cubano contestó con una contraoferta de La Habana: a cambio de 800 mil dólares por cada barco, Cuba estaba preparada no sólo para ignorar la actividad de los buques madres que se detectasen en sus aguas, sino que podía proveerles de servicios de reparación y gasolina en sus puertos, así como identificación y escolta cubana hasta las proximidades de los cayos de la Florida.

Así, los poderosos colombianos Alfonso Cotés y Alfonso García comenzaron sus negocios de tráfico a través de Cuba. Los agentes de inteligencia cubanos se pusieron en contacto con algunos potentados de la droga en Miami, como por ejemplo Johnny Crump y el conocido narcotraficante Jaime Guillot-Lara, quien con posterioridad sería empleado de los servicios secretos cubanos y se casaría con una hija de Raúl Castro.

Entre los cubanos exiliados en Estados Unidos implicados en el narcotráfico con Cuba estaban José Alvero Cruz y Osiris Santi. En noviembre de 1976, Alvero había viajado a España donde disponía de fondos bancarios, y allí obtuvo de la propia embajada cubana en Madrid un pasaporte cubano. En 1978, actuando como agente de Cuba, Alvero arregló el envío de 5,000 armas para las guerrillas sandinistas en Nicaragua. Por su parte, Osiris Santi era un narcotraficante cuyos barcos ya recibían protección en los puertos cubanos. Su lugarteniente, Orlando Torres, se entrevistaba constantemente en México con los funcionarios del régimen cubano destacados en Mérida.

El narcotraficante colombiano, Jaime Guillot-Lara -casado con la hija del ministro de defensa cubano Raúl Castro- será el contacto entre Cuba y el movimiento M-19. El 7 de noviembre de 1981, Guillot-Lara tiene que escapar a toda prisa de Colombia y se refugia en México, donde los agentes cubanos negocian su libertad con las autoridades mexicanas con el fin de evitar que se descubriera su conexión con La Habana. En 1982, Castro hablaba de Guillot-Lara como "un buen amigo".

La conexión cubana sería descubierta y probada más tarde. Los informes de la participación cubana en el tráfico de drogas saldrían por vez primera a la luz pública en 1982, cuando la Oficina Legal de los Estados Unidos en Miami nombró entre los acusados al jefe de la marina de guerra de Cuba, almirante Aldo Santamaría, y al ex embajador cubano en Colombia, Fernando Ravelo, en un caso que incluía 23 toneladas de marihuana.

El 15 de noviembre de 1982, los colombianos Guillot-Lara y Johnny Crump, y los cubanos Lázaro Visuña, Mario Estévez y David L. Pérez, brindaron a un tribunal en Miami amplias pruebas de las actividades de narcotráfico por parte de Cuba desde el año 1975, tráfico que tenía como uno de sus objetivos el envió de armas a la guerrilla colombiana del M-19.

Según la deposición de Johnny Crump, él y Guillot-Lara se dirigieron a La Habana en compañía del embajador Ravelo, donde éste y el embajador de Cuba en Venezuela, Norberto de la Osa, les confirmaron que el barco Viviana, dedicado al narcotráfico, obtendría salvoconducto todas las veces que atravesase las aguas jurisdiccionales cubanas.

Por la protección de este tránsito, Guillot-Lara pagaba 20 mil dólares por cada tonelada de marihuana a bordo. A su vez, el compromiso incluía el transporte de armas a las guerrillas del M-19 en Colombia. Según Guillot-Lara, a su retorno a Colombia inició los trámites para preparar otro barco para enviar a Cuba en 1980.

Conforme al testimonio de Johnny Crump, los funcionarios cubanos Ravelo y René Rodríguez Cruz -presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)-, le sugirieron la posibilidad de comprar y enviar armas para elementos anti-Pinochet en Chile a través de Panamá. Una semana después, un chileno de apellido Galván, le hacía entrega de un microfilm en un cigarrillo que contenía la lista de las armas, alimentos y municiones para 300 hombres.

Por otra parte, Johnny Crump cuenta cómo durante una campaña en la costa norte del Pacifico, las autoridades colombianas cercaron a un grupo guerrillero del M-19 comandados por Carmenea Cardona, muchos de los cuales figuraron en el secuestro de la embajada dominicana en Bogotá y que supuestamente debían haber estado refugiados en Cuba.

Entre los detenidos y testigos de la causa de Miami figuraba también Mario Estévez, un agente de la inteligencia cubano, infiltrado en los Estados Unidos en 1980. En su deposición ante el Gran Jurado, Estévez expresó que había sido infiltrado con el objetivo de activar el tráfico de drogas, comenzando por transacciones de marihuana hasta que fue arrestado el 29 de noviembre de 1981. Estévez testificó ante una comisión del senado de los Estados Unidos que había introducido en la Florida marihuana y gualudes desde Cuba, y de ahí trasladado a Nueva York.

Las declaraciones de Estévez resultaron desconcertantes: la alta cúpula de la dirigencia cubana había organizado una extensa red de narcotráfico desde América Latina hasta los puntos de distribución en ciudades norteamericanas, usando sus propios servicios secretos. Estévez identificó al alto oficial de inteligencia cubana, René Rodríguez Cruz y al vicealmirante Aldo Santamaría como las personas encargadas por Castro para canalizar este tráfico.

Estévez apuntó que desde los inicios de la década de los setenta se producía marihuana en la región cubana de Manzanillo para venderla en los Estados Unidos, operación que Castro venía madurando desde los días de la guerra de Vietnam. Estévez estimó en 200 millones de dólares anuales los ingresos cubanos sólo por concepto de la marihuana.

Durante el período de su actividad ilícita, Estévez logró el traslado de Cuba a Estados Unidos de alrededor de 270 kilogramos de cocaína, posteriormente vendida en Miami, Chicago, Ohio, Nueva Jersey, Nueva York y otras ciudades. El dinero acumulado lo llevaba a Cuba él personalmente. También informó que en un momento de su actividad, sus jefes en el gobierno cubano le recomendaron se trasladase a Bimini, en Las Bahamas, para conocer y entrenar a Frank Bonilla, otro agente proveniente de Cuba.

De regreso a Cuba, recalaron en la pequeña isla de Paredón Grande, donde hallaron el buque Viviana del colombiano Guillot-Lara con un cargamento de 8 millones de qualudes. El yate estaba escoltado por buques de guerra cubanos.

De acuerdo con la narración de Estévez, corroborada luego por otros narcotraficantes, estando en Paredón Grande concurrieron el jefe de la Marina de Cuba, almirante Santamaría, y el alto jefe de la inteligencia René Rodríguez, presidente del ICAP, organismo pantalla de la inteligencia cubana, con quienes sostuvo una extensa conversación sobre el narcotráfico. Explicó que cuando salió de Cuba a bordo del Viviana se acarreaba otro barco, el Lazy Lady, hasta la isla de Andros en Las Bahamas, donde se hizo el traspaso de los qualudes. Después fue ordenado a seguir hasta Cayo Güincho donde recogió 23,000 libras de marihuana procedente de Cuba.

El testimonio de Estévez implicó en el narcotráfico internacional a Santamaría, René Rodríguez, al embajador Ravelo, a Gonzalo Bassols Suárez, diplomático cubano en Colombia; a Teodobaldo Rico Rodríguez y Francisco Echemendía, funcionarios del Ministerio del Interior de Cuba.

Con posterioridad, René Rodríguez moría en La Habana, en circunstancias misteriosas, después del fusilamiento de los militares el general Ochoa, Tony de La Guardia, en 1989, y al deceso en prisión, en 1991, del general José Abrantes Fernández, exministro del Interior.

Coincidentemente, Estévez también fallecería en una prisión norteamericana. Los hilos de la trama que conducían hasta Fidel y Raúl Castro irían desapareciendo con el tiempo.

El ex secretario de Estado, Shultz, refiriéndose a los resultados del Gran Jurado de Miami, indicó que se "demostró la evidencia de la complicidad de Cuba en el tráfico de narcóticos en América Latina”. En marzo de 1983 fue confiscado en la Florida un velero con 750 libras de marihuana a bordo. Durante el registro del bote se halló un diario con la ruta seguida. Había zarpado de la Florida para Las Bahamas, siguió a Haití, luego a Cuba, después a Jamaica, retornó a Las Bahamas y finalmente llegó a la Florida de nuevo.

Poco después, el 20 de mayo de 1983, el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan declaraba en Miami que existían fuertes pruebas de que funcionarios de Castro estaban involucrados en el tráfico de drogas desde Cuba. Un mes después, el administrador de la DEA, Francis Mullen ratificaba ante el senado estadounidense que el gobierno de Cuba estaba consciente de los movimientos de drogas a través de su territorio, y que facilitaban tales movimientos.

Del libro Las guerras secretas de Fidel Castro, de Juan F. Benemelis.
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Uploaded on Jun 2, 2007

Cuba And Cocaine
Proof of the Castro regime's involvement with the narcotraffic in Cuba



Para leer las transcripciones en idioma inglés de lo dicho por el narrador así como las otras personas que hablan en el documental pueden ir AQUÍ . Las personas que no dominen el idioma inglés, pueden usar la barra de Google Translate que hay en la sección derecha del blog Baracutey Cubano.