jueves, noviembre 05, 2015

Cuba. Fórum de los Jesuitas debate retos de los católicos en la sociedad cubana. El real conflicto está entre el Gobierno cubano y su propio pueblo', dice un participante.



Fórum de los Jesuitas debate retos de los católicos en la sociedad cubana

*********
El real conflicto está entre el Gobierno cubano y su propio pueblo', dice un participante.
*********

Por Vicente Morín Aguado
La Habana
5 Nov 2015

"Las cosas deben nombrarse en verdad aunque pueda no gustar el hacerlo. Aceptar el conflicto social, ponerle nombre al conflicto", dijo el sacerdote Juan Miguel Arregui, Superior de la Orden de los Jesuitas, en el inicio de debates sobre el papel de los católicos cubanos, centrados esta vez en la reciente visita del papa Francisco.

El intercambio, celebrado en la biblioteca de La Anunciata, de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la habanera calle Reina, fue dirigido por el ingeniero en Informática Erick Álvarez Gil y la licenciada en Historia del Arte María de Lourdes Mariño Fernández, quienes plantearon, entre otros dilemas: "Si se habla de reconciliación es evidente que se presuponen conflictos. ¿Cuáles son los conflictos en Cuba que reclaman una reconciliación? El Papa habló de una Iglesia comprometida, que rompa muros y tienda puentes. ¿Qué muros derribar? ¿Qué puentes tender y entre quiénes?"

Román Espadas, veterano sacerdote de la orden, dijo que "es importante conocer las opiniones de los obispos; por ejemplo, Emilio Aranguren de Holguín y Dionisio García Ibáñez, de Santiago. De los obispos y sus palabras casi nada se publicó en Granma. En otros medios fuera de Cuba es posible conocer más sobre el asunto", señaló.

Ante la evidencia de un respetuoso pero efectivo disenso en el interior de la comunidad eclesiástica, el rumbo de las intervenciones giró hacia la necesaria atención a las personas frágiles, aquellas más necesitadas de ayuda en la actualidad.

"La fragilidad no es solamente una discapacidad física o poco dinero en los bolsillos, hay que repasar las numerosas peticiones hechas por el pueblo: gente sin hogar, personas clamando por la reunificación que provoca el exilio, familiares de presos, de ellos muchos políticos, solicitando indulgencia al gobierno", dijo un laico.

"Al cubano le cuesta trabajo escuchar la verdad. Hay muchas vidas implicadas (…) nos cuesta trabajo porque nos duele", opinó María de Lourdes Mariño Fernández.

Varios asistentes tomaron el camino hacia la petición inicial del Superior de la Orden:

"Tres papas y no hay gesto, no hay normalización democrática de la sociedad cubana aunque hacia afuera se exige la normalización de las relaciones con los Estados Unidos", dijo uno.

"Ni de espaldas a la realidad, deseándoles el bien a todos. Desde el evangelio mirar a los que peor lo pasan. Promover la justicia. Más de 50 jesuitas muertos y cientos de laicos acompañan con su vida el empeño secular de nuestra orden", comentó otro.

"Raúl y Obama se retrataron en Panamá, excelente el diálogo entre gobernantes a pesar de las declaradas diferencias. En las calles los cubanos dieron el triste espectáculo de un enfrentamiento, hasta con violencia, entre bandos diferentes representando la sociedad civil. Ese es el muro que debemos romper", afirmó el tercero, refiriéndose a los altercados entre miembros de la delegación enviada por el gobierno, exiliados y disidentes en la Cumbre de las Américas de Panamá.

Quedaba en pié la conclusión primordial, ponerle nombre al conflicto, identificarlo plenamente. De nuevo el moderador principal condujo a un claro consenso entre los participantes:

"El real conflicto está entre el gobierno cubano y su propio pueblo. Muchos disidentes no pudieron ejercer el derecho de asistir a las misas" del Papa. "Dos señoras —Berta Soler y Martha Beatriz Roque— fueron invitadas por la Nunciatura a saludar al Pontífice y no se les dejó llegar", recordó.

A tono con reclamos de buena parte de la población, el sacerdote dominicano Francisco  Escolástico criticó: "En Cuba siempre oigo hablar de eventos; eventos van, eventos vienen. Se trata solo de eventos. Pasan, vienen y se van, son solamente eso, eventos".

Los debates, bajo el nombre de Fórum Loyola, continuarán los miércoles a las 7:00 de la tarde en la iglesia de Reina. No se necesita invitación. Los próximos encuentros seguirán abordando los retos actuales para la Iglesia Católica cubana.
*******

En http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/2001/documents
/hf_jp-ii_spe_20010706_ad-limina-cuba_sp.html se lee

En 4 se lee.

¨ Ustedes son bien conscientes de su responsabilidad de transmitir el mensaje de Cristo como "verdaderos y auténticos maestros de la fe, pontífices y pastores" (Christus Dominus, 2). Este mensaje ha de ser proclamado en toda su integri­dad y belleza, sin dejar de lado sus exigencias y teniendo presente que la cruz forma parte del camino de Cristo y del que recorren sus discípu­los. Guiados por el único Maestro que tiene "palabras de vida eterna" (Lc 6, 68) los hombres y mujeres de Cuba han de saber encontrar un sentido renovado y trascendente para sus vidas, acogiendo el amor divino y viendo cómo se abren ante ellos tantas posibilidades de realización personal y social. ¨

y en 6 se lee :

¨En todo el mundo los derechos humanos son un proyecto aún no perfectamente llevado a la práctica, pero no por eso se debe renunciar al propósito decidido y serio de respetarlos, pues provienen de la especial dignidad del hombre, como ser creado por Dios a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26). Cuando la Iglesia se ocupa de la dignidad de la persona y de sus derechos inalienables, no hace más que velar para que el hombre no sea dañado o degradado en ninguno de sus derechos por otros hombres, por sus autorida­des o por autoridades ajenas. Así lo reclama la justicia que la Iglesia promueve en las relaciones entre los hombres y los pueblos. En nombre de esa justicia dije claramente en su País que las medidas económicas restrictivas impuestas desde el exterior eran "injustas y éticamente inaceptables" (Discurso de despedida 25.1.1998, 4) Y lo siguen siendo aún. Pero con esa misma claridad quiero recordar que el hombre ha sido creado libre y, al defender esa libertad, la Iglesia lo hace en nombre de Jesús, que vino a liberar la persona de toda clase de opresión.
Cuando Ustedes, como Obispos católicos de Cuba, reclaman justicia, libertad o mayor solidaridad, no pretenden desafiar a nadie, sino que cumplen su misión, propiciando para el pueblo cubano una vida sólidamente basada en la verdad sobre el hombre. Por ello, les animo a continuar en el trabajo paciente en favor de la justicia, de la verdadera libertad de los hijos de Dios y de la reconciliación entre todos los cubanos, los que viven en la Isla y los que se hallan en otras partes, no ahorrando esfuerzos concilia­dores que permitan ampliar siempre el trabajo caritativo de la Iglesia en la promoción humana del pueblo. ¨

También en  un artículo publicado en  Baracutey Cubano se lee:  Baste decir que quien me la contó tiene por qué saberla y es persona confiable. Poco después de la visita de Juan Pablo II a Cuba, los obispos cubanos acudieron a Roma para la habitual visita ad limina que hacen los obispos cada cinco años. Juan Pablo II fue saludando a los cubanos uno a uno. Al llegar ante Meurice, le tomó las manos, se sonrió y se quedó mirándolo con aquellos implacables ojos polacos. "Pedro Meurice" (le dijo, y se quedó un momento en silencio, apretándole las manos). "¡Así deben ser los arzobispos!". 
********

Un ejemplo en Cuba, fue el inolvidable ¨rugido¨del Obispo Pedro Claro Meurice Estiú   en Santiago de Cuba cuando recibió en su arquidiócesis al entonces Papa Juan Pablo II.

¨ Fragmento de las palabras de Monseñor Pedro Meurice ante el Papa Juan Pablo II en 1998

¨Deseo presentar en esta Eucaristía a todos aquellos cubanos y santiagueros que no encuentran sentido a sus vidas, que no han podido optar y desarrollar un proyecto de vida por causa de un camino de despersonalización que es fruto del paternalismo. Le presento además, a un número creciente de cubanos que han confundido la Patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos vivido en las últimas década y la cultura con una ideología. Son cubanos que al rechazar todo de una vez sin discernir, se sienten desarraigados, rechazan lo de aquí y sobrevaloran todo lo extranjero. Algunos consideran ésta como una de las causas más profundas del exilio interno y externo.¨

¨Santo Padre: Durante años este pueblo ha defendido la soberanía de sus fronteras geográficas con verdadera dignidad, pero hemos olvidado un tanto que esa independencia debe brotar de una soberanía de la persona humana que sostiene desde abajo todo proyecto como nación.
¨
......
......
......

Hay otra realidad que debo presentarle: la nación vive aquí y vive en la diáspora. El cubano sufre, vive y espera aquí y también sufre, vive y espera allá fuera. Somos un único pueblo que, navegando a trancos sobre todos los mares, seguimos buscando la unidad que no será nunca fruto de la uniformidad sino de un alma común y compartida a partir de la diversidad.

Por esos mares vino también esta Virgen, mestiza como nuestro pueblo. Ella es la esperanza de todos los cubanos. Ella es la Madre cuyo manto tiene cobija para todos los cubanos sin distinción de raza, credo, opción política o lugar donde viva.


La Iglesia en América Latina hizo en Puebla la opción por los pobres, y los más pobres entre nosotros son aquellos que no tienen el don preciado de la libertad.
¨
Palabras  completas de Monseñor Meurice  AQUÍ.