El director de programa para América Latina de Civil Rights Defenders, Erik Jennische, aseguró este viernes que la Unión Europea (UE) "renuncia a su influencia política de promover un cambio positivo" en Cuba.
Civil Rights Defenders dice que la UE 'renuncia' a ejercer su influencia para lograr 'un cambio positivo' en Cuba
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La organización sueca lamenta la falta de concreción sobre derechos humanos en el diálogo del bloque europeo con el régimen.
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DDC
Madrid
6 Nov 2015
El director de programa para América Latina de Civil Rights Defenders, Erik Jennische, aseguró este viernes que la Unión Europea (UE) "renuncia a su influencia política de promover un cambio positivo" en Cuba.
De esta manera la organización sueca responde a lo expresado recientemente por el director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE, Christian Leffler, en el sentido de que en el diálogo con el régimen no se buscan concesiones políticas.
Para Jennische esta posición no solo es una renuncia en el caso cubano sino que "también en negociaciones con otros países". Asimismo, agrega, con esta actitud "la UE abre ahora la posibilidad para muchos otros gobiernos violadores de derechos humanos de lograr un acuerdo que legitima su poder".
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
A veces me pregunto si vale la pena seguir señalando lo obvio: al mundo sencillamente no le importa la tragedia de Cuba y nunca le ha importado--y eso es sin hablar de los que la ven con buenos ojos y la apuntalan, que no son pocos. Ya en tiempos bien tempranos, antes de que naciera Martí y antes de nuestra primera Guerra de Independencia, el Padre Varela dijo que no se debía esperar nada de nadie ajeno, y que Cuba tendría que liberarse por su propia cuenta. Yo digo lo mismo ahora, no porque sea sabio ni clarividente, sino porque se cae de la mata.
Realpolik
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Otra nota de Baracutey Cubano
Gracias Realpolitik
Aquí va algo que escribí en Cuba hace años sobre el Padre Félix Varela, José Antonio Saco y Gaspar Betancourt Cisneros y si lo de Cuba era una empresa continental o individual. Tengo la opinión que el esfuerzo y la responsabilidad para darle solución a la tragedia cubana es mayormente de los cubanos, pero la solidaridad internacional (la de los gobiernos y la de sus pueblos) también debe estar presente, pues el Castrismo no sólo fue impuesto a los cubanos por la ayuda recibida de otros gobiernos (incluyendo el de los EEUU, con el embargo de armas al régimen de Fulgencio Batista y el recorte de la cuota azucarera cubana estando en plena lucha bélica contra la insurrección antibatistiana) sino por lo dañino que ha sido el Castrismo para muchos pueblos del mundo adonde ha llevado dolor, sangre y muerte.
Por Pedro Pablo Arencibia
Sobre la evolución política de Varela, Sergio Aguirre en su artículo De Nacionalidad a Nación en Cuba escribe:
El presbítero Varela ha recorrido un camino ascendente antes de abrazar el independentismo en 1824. De profesor de filosofía en el Seminario de San Carlos, discípulo de José Agustín Caballero y apolítico aparentemente, ha pasado allí mismo a ser profesor de constitución, o sea, exponente ante sus alumnos de la constitución española de 1812. Es su primer paso hacia la contienda política: definirse en la política española como enemigo de los absolutistas, como partidario de los constitucionalistas. Con vertiginosa rapidez surge su segundo paso: definirse como reformista o´reillino en la política cubana contra los recalcitrantes piñerinos. Por eso está en la península de 1822 a 1823, ocupando un escaño de diputado a cortes por la isla, y tiene oportunidad de perder en la madre patria todas sus ilusiones reformistas...47
Pero Philip S. Foner, al hablar sobre la evolución política de Varela, la describe de una manera un tanto diferente a la descrita arriba por Aguirre:
Aunque Varela había mostrado poco interés por la política cuando entró a desempeñar la cátedra de filosofía en 1811, comenzó a tomar esa dirección al encargarse nueve años después de la cátedra de Constitución. Entonces, en firme defensa de la Constitución de 1812, fomentó en sus discípulos la admiración por el liberalismo en el gobierno y el odio al absolutismo reaccionario de Fernando VII. Si bien Varela no abandonó hasta varios años después sus ideas reformistas, lo impresionó profundamente un folleto publicado en España por el sacerdote José Mariano Méndez, donde se abogaba por la independencia de Cuba y Puerto Rico. Varela trató abiertamente de ese manifiesto en sus clases, haciendo ver a sus alumnos las ilusiones del reformismo ...48
Varela, según apunta Aguirre en su artículo, veía la libertad de Cuba como una empresa continental, y su independentismo se alimentó con una concepción errónea: Cuba iba a ser liberada de España de todos modos, sin contar con su voluntad o contando con ella. Varela estaba convencido que Colombia o México, o ambos, enviarían expediciones a Cuba para independizarla de España. Sobre esto último Varela, en el número 2 de “ El Habanero“, publica Tranquilidad de la isla de Cuba, en donde se lee:
.... Si por desgracia se diere lugar a la invasión de tropas colombianas o mexicanas, es menester unirse a ellas; no tomar la defensa de un gobierno que solo pide sacrificios inútiles; cambiar el orden de cosas, y despedir prontamente los huéspedes con las indemnizaciones que fueren justas y con las pruebas de la mas sincera amistad y gratitud. Cualquier otro partido que se tome, es inútil,es absurdo, y es destructor del país. 49
Y para no dejar lugar a duda que no deseaba la unión a ningún otro gobierno, escribió en el número 3 de El Habanero:
No hay que alucinarse. Yo soy el primero que estoy contra la unión de la isla a ningún gobierno, y desearía verla tan isla en política como lo es en la naturaleza ....
Foner al hablar de los últimos momentos de la actividad política de Varela escribió:
... Vives llegó hasta enviar a Filadelfia un asesino para que matara a Varela. El intento fracasó, pero al poco tiempo Varela, temiendo que sus incitaciones a la independencia pudieran lanzar a temerarias e inútiles rebeliones a la juventud cubana, que lo veneraba, y convencido, ya, además, de que los magnates agrícolas cubanos, resueltos a conservar sus esclavos, no se unirían a un movimiento revolucionario, dejó de publicar El Habanero en 1826, y se apartó de toda actividad política.51
Con el anexionismo, y también con el reformismo, se esperaba que se le diera solución a toda una serie de problemas sociales, políticos y económicos existentes en el país sin tener que jugar la carta de una impredecible revolución.
(Gaspar Betancourt Cisneros)
Gaspar Betancourt Cisneros (1803-1866), patricio anexionista conocido por El Lugareño, en su polémica con José Antonio Saco (1797-1879), reformista, planteaba:
Cuba anexada adquiriría riquezas sólidas, sin escrúpulos, zozobras ni peligros. Los 500 000 advenedizos como te place llamarlos, no serían por cierto 500 000 salvajes africanos, malayos, e indios, que es la gente que los Cubanos pueden esperar que les permita traer el gobierno de España para cruzar y perfeccionar su noble raza; sino que será 500 000 yankees, Alemanes, Franceses, Suizos, Belgas, Diablos y Demonios, pero Diablos y Demonios blancos, inteligentes, industriosos y además con máquinas, instrumentos, industrias, métodos, capitales y cuanto más poseen y emplean los hombres libres en la producción de la riqueza.52
Para Saco la anexión era sinónima de asimilación; o sea, pérdida de la nacionalidad cubana. Sin embargo, y paradójicamente, para Saco la no independencia de un país no negaba la existencia de un pueblo que posee su nacionalidad:
¿ se afirmará que solo existen cuando tienen una condición independiente ? Ahí está la historia de los pueblos para desmentir error tan capital.53
Debo aclarar que para Saco, la nacionalidad cubana era solamente aquella que poseía el menos de medio millón de blancos que habitaba la isla en ese momento histórico.
No obstante para conocer la real posición de Saco frente al anexionismo, es necesario leer el siguiente fragmento extraído del tomo III de Papeles sobre Cuba , citado por Aguirre:
... Si Cuba contase hoy cuatro o cinco millones de blancos, ¡con cuanto gusto no la vería yo pasar a los brazos de nuestros vecinos ! Entonces, por grande que fuese su inmigración, nosotros nos los absorberíamos a ellos, y creciendo y prosperando con asombro de la tierra, Cuba seria siempre cubana.54
(José Antonio Saco)
pues anteriormente había escrito:
Contemplando lo que Cuba es bajo el gobierno español, y lo que sería incorporada en Estados Unidos, parece que todo cubano debiera desear ardientemente la anexión...55
Saco ponía como única objeción el que esta anexión se tuviera que producir por la vía bélica con España y la ya comentada pérdida de la nacionalidad cubana por la numerosa migración norteamericana que se establecería en el país.
Es necesario profundizar en la figura de Saco y del reformismo para comprenderlos y calibrar mejor. Saco definía así su estrategia política cómo reformista:
No me avengo en política con la máxima todo o nada; guíome por la contraria, si no todo, algo; y cogiendo lo que me dan, sigo pidiendo para coger más.56
Samuel Huntington, destacado ensayista de nuestros tiempos, al comparar al reformista con el revolucionario plantea:
Los problemas del reformista son más complicados que los del revolucionario, en tres aspectos. En primer lugar, entabla por fuerza una guerra en dos frentes: contra los conservadores y contra los revolucionarios. Para triunfar es posible que tenga que luchar en muchos frentes con muchos participantes, y que sus enemigos en uno de tales frentes sean sus aliados en otro. El revolucionario tiene por objetivo polarizar la política, por lo cual intenta simplificar, dramatizar y amalgamar los problemas políticos en una sola dicotomía definida entre las fuerzas del ‘ progreso ‘ y las de la ‘ reacción ‘ . Trata de acumular divisiones, en tanto que el reformador tiene que diversificarlas y disociarlas. El revolucionario estimula la rigidez en política; el reformador, la fluidez y adaptabilidad. Aquél tiene que poder dicotomizar las fuerzas sociales, éste debe estar en condiciones de manipularlas. Necesita, pues, un tipo mucho más elevado de habilidad política que el revolucionario ... No sólo debe ser más diestro que el revolucionario en la manipulación de las fuerzas sociales, sino, además, poseer más refinamiento en lo referente al dominio del cambio social. Apunta hacia algún cambio, pero no un cambio total, sino gradual y no convulsivo ... Por consiguiente el reformador tiene que equilibrar los cambios de la estructura socioeconómica con los que realice en el sistema político, y hacerlos coincidir de tal manera, que ninguno de ellos resulte perjudicado.57
1 Comments:
A veces me pregunto si vale la pena seguir señalando lo obvio: al mundo sencillamente no le importa la tragedia de Cuba y nunca le ha importado--y eso es sin hablar de los que la ven con buenos ojos y la apuntalan, que no son pocos. Ya en tiempos bien tempranos, antes de que naciera Martí y antes de nuestra primera Guerra de Independencia, el Padre Varela dijo que no se debía esperar nada de nadie ajeno, y que Cuba tendría que liberarse por su propia cuenta. Yo digo lo mismo ahora, no porque sea sabio ni clarividente, sino porque se cae de la mata.
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