martes, enero 05, 2016

Primavera Digital desde Cuba: Nuevo año y otro aniversario para el desastre peor de nuestra historia

 Nuevo año y otro aniversario para el desastre peor de nuestra historia
enero 5, 2016


La Habana, Cuba, Redacción, (PD) En el más opresivo de los ambientes, con la peor de las desesperanzas y en medio de la más terrible miseria material, Cuba recibió el año 2016.

El 8 de enero de 1959 el líder histórico de este desastre que aun sufrimos, entró en la capital al frente de su banda armada verdeolivo y manigüera.

Desde hace más de cuarenta años el régimen militar totalitario y dinástico de los Castro proscribió la Navidad. En su momento se argumentó que las Navidades eran una celebración “ajena a las tradiciones” nacionales” y así murió o quedó muy mal parado el espíritu de amor de esta celebración.

Más adelante se impuso el oportunismo de la alianza de ocasión con la alta jerarquía católica e incluso con el Vaticano y su Papa jesuita. Esto dio paso a la Navidad atípica que hoy se festeja en Cuba. Entonces, la “alegría” ordenada por decreto agredió con sus altos decibeles las cazuelas vacías en muchos hogares cubanos. Solo desde las viviendas de los incondicionales del régimen en cada barrio se impuso esta falsa alegría ordenada por decreto. Los adornos navideños fueron sustituidos por las banderas del rojo y negro nazista del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, devenida en bandera del Movimiento 26 de julio, hoy impuesta ofensivamente junto a la enseña nacional en las viviendas de delatores y colaboradores del régimen militar.

Por supuesto, el aniversario de un régimen inaugurado con cadalsos en 1959, esta aciaga revolución del paredón que sufrimos, fue recibida con disparos hechos por los detentadores de armas de fuego en la actualidad. ¿Cómo si no? Estos gatillos alegres son los corruptos colaboradores y servidores del régimen militar cubano y los delincuentes y otros entre sus afines del mal vivir.

El nuevo año llegó con el acumulado de más de 7000 detenciones arbitrarias políticas en 2015 y solo hasta el 30 de noviembre. Llega con la aprensión creciente de vivir sitiados por una élite nacional egoísta y corrupta, que mantiene su bloqueo interno en detrimento de todo un pueblo.

Son escasas las diferencias entre los miembros de la policía Seguridad del Estado y otros servidores armados del régimen militar cubano y los delincuentes a secas. Ambos no respetan la ley, solo que unos obedecen las órdenes de los jefes de la banda armada, mientras que los otros actúan por cuenta propia. Elementos de esta catadura si van a celebrar alguna cosa, lo harán con sus armas. Digamos que la buena noticia es, que en esta ocasión no las usaron contra algo vivo: esto ya es algo.

Corre la noticia que magistrados de pacotilla nombrados a la carrera por Nicolás Maduro, impugnarán el voto de los electores venezolanos a partir de suspender la proclamación de algunos entre los diputados electos democráticamente por el pueblo venezolano en las últimas elecciones perdidas por el chavismo en Venezuela. El procedimiento es típico de gánsteres políticos inspirados en la primera Ley Habilitante que promovió el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de aquella Alemania de los años treinta del pasado siglo XX. En aquella Alemania se impuso el partido dirigido por aquel carismático líder de “humildes y trabajadores”, el compañero Adolfo Hitler, tristemente conocido como comandante en jefe, perdón ‘Führer’, de aquel horror, preludio de otros y nuevos horrores.

El nuevo año comienza bajo el patrón ya conocido impuesto en 1959. El pueblo de Cuba y su bienestar ocupan en los inicios de este año 2016 el último lugar, –si es que ocupan algún lugar- entre las prioridades del régimen militar totalitario y dinástico de los Castro. El discurso ‘cantinflesco’ del general presidente heredero Raúl Castro ante la disciplinada Asamblea Nacional del Poder Popular, no deja dudas en este sentido.

Los pronunciamientos del cómplice primado, Murillo Jorge, tampoco aportan nuevas expectativas. Quizás esté último ande afanado en cerrar algunos asuntos pendientes, para disfrutar de un gratificante y merecido retiro junto a su hija en los Estados Unidos.

A fin de cuentas y como se dice en algunos círculos Cuba adentro, hoy quizás resulta más fácil que el Sr. Murillo, el Sr. Colomé Ibarra o hasta el Sr. Vicealmirante Gandarilla, reciban un visado de cinco años para visitar o residir en los Estados Unidos y allí disfrutar de los ahorros bejeranamente bendecidos y honradamente acopiados con sus salarios. Lo merecen más que cualquier luchador anti castrista esforzado, aunque irrelevante a los efectos administrativos de la embajada de los Estados Unidos en La Habana.

Así comienza 2016, veremos cómo termina.
primaveradigital2011@gmail.com; Redacción