viernes, febrero 26, 2016

Cuba. Pinar del Río. Nota oficial escrita por la Dirección Provincial de Deportes en Pinar del Río por la reacción de Víctor Mesa de agredir físicamente a dos estudiantes ajenos a las ofensas verbales que una persona le dirigió al destacado ex jugador y manager de baseball cubano

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Víctor Mesa en su adolescencia estuvo en escuela de conducta.  El deporte lo ayudó a controlar y/o descargar su carácter explosivo y sacarlo  de un estado ¨predelictivo¨.

En Pinar del Río ¿en los años 80 o principios de los 90? hubo incidentes de pedradas al omnibus de los peloteros  cuando salían del estadium Capitán San Luis. En una ocasión un pelotero le dió con un bate o un palo un golpe a una de las personas, que lo llevó al hospital con una grave contusión en la cabeza. Los lanzamientos  de piedras y ofensas eran casi siempre a  los ómnibus donde viajaban peloteros  de La Habana o de Oriente. No se si el pelotero ¿ Gabriel  Pierre?, el cual está ahora viviendo en los EE.UU., se acordará de esos incidentes.
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 Víctor Mesa implicado en agresión física a joven de 18 años


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Tomado de http://www.guerrillero.cu

Nota oficial
Escrito por Dirección Provincial de Deportes en Pinar del Río
25 Febrero 2016



El pasado domingo 21 de febrero se originó un lamentable incidente, que implicó al Director del equipo de béisbol de Matanzas.

Cuando el compañero Víctor Mesa salió del Hotel Pinar del Río, para trasladarse en su carro hacia el estadio Capitán San Luis, un joven que se encontraba en las afueras de la instalación le profesó ofensas verbales.

La reacción de Víctor no se hizo esperar y agredió físicamente, con golpes en el rostro, a dos estudiantes que pasaban en ese momento, y nada tenían que ver con lo sucedido. Investigaciones realizadas, confirman que venían de un repaso para las pruebas de ingreso a la Universidad.

Familiares de uno de los agredidos se personaron en la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria y realizaron la denuncia. Oficiales del Ministerio del Interior, iniciaron de inmediato el proceso de esclarecimiento de los hechos.

Quedó mostrado, mediante testigos presenciales, que el compañero Víctor Mesa agredió al joven de 18 años. Junto al director se encontraba un integrante del equipo. En ningún momento su hijo Víctor Víctor fue agredido.

De acuerdo con la legislación vigente la Policía Nacional Revolucionaria le aplicó una medida administrativa.

Este lamentable incidente es repudiado por el pueblo pinareño, y constituye un hecho aislado, en una afición que se caracteriza por su disciplina y respeto al contrario.

Justo reconocimiento a los combatientes del Ministerio del Interior, que garantizaron el orden para el buen desarrollo de la subserie entre los equipos de Pinar del Río y Matanzas. Cualquier otro criterio, no se corresponde con la verdad.
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La renuncia de Víctor Mesa y el teatro de lo impune en los estadios de Cuba

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El dirigente alega temor por su integridad y la de su familia
Ha conducido las riendas de Matanzas y la escuadra nacional
La indisciplina social se ha apoderado de las instalaciones
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Por Jorge Ebro
 febrero 25, 2016
jebro@elnuevoherald.com

      Con todo lo inmenso que fue como pelotero, Víctor Mesa no duraría una hora como manager de Grandes Ligas. Su propensión al dramatismo y su manera de encarar a los jugadores se prestan más para dirigir una novena de secundaria que a un equipo del béisbol más profesional del mundo. Sencillamente, no cabe.

Pero el anuncio de que dejará de dirigir en Cuba por incomprensiones y temor a su integridad física y la de su familia resulta cuando menos triste, además de mostrar la punta de un problema que desde hace tiempo se viene incubando en los estadios como un reflejo de la sociedad: el de la indisciplina social.

(Víctor Mesa)

Una nota oficial narra un incidente en Pinar del Río, donde Mesa le emprendió a golpes el domingo pasado contra dos estudiantes, al confundirlos con otro individuo que lo increpaba verbalmente. No se puede arrimar una llama al polvorín, porque la explosión no le agradará a nadie. Y este patán creó una candela que terminó devorando al piloto de Matanzas y, en más de una ocasión, de la escuadra principal.

Con ese lenguaje sacado de una arenga de la Zafra de los 10 Millones, la supuesta nota indica que "este lamentable incidente es repudiado por el pueblo pinareño y constituye un hecho aislado, en una afición que se caracteriza por la disciplina y el respeto al contrario''.

Bien estamos, porque ni esto es aislado ni el pueblo de todas las provincias acude a los estadios de la isla como quien va a una misa dominical, sin dejar de reconocer la pasión de los cubanos, que no llegan o se pasan en la mayoría de las cosas.

Recuerdo vívidamente a fines de los 80 y principio de los 90 un Estadio Latinoamericano repleto con miles de gargantas al puro grito de "palestinos, palestinos'' cuando jugaba aquel Santiago de Cuba repleto de estrellas desde Antonio Pacheco a Orestes Kindelán. Si algún sociólogo no quiere ver trazas de un racismo velado en eso, que me explique entonces. Esa referencia al conflicto del medio oriente para nada era una expresión de cariño.

La FIFA condena con juegos sin público a los estadios donde se escuchen cánticos racistas, pero en el Latino el grito se prolongaba por horas y nadie dijo nada, ni la prensa ni las autoridades, al menos que yo recuerde. Y los que no gritaban preferían el silencio para no desentonar con la masa descanterada.

Me cuentan que a una mujer árbitro le gritan improperios de corte homosexual del peor talante y que el resto de los que imparten justicia viven bajo la pertinaz llovizna de los insultos más vulgares, y que a ciertos jugadores negros les recuerdan constantemente el color de su piel, mientras que los parques se convierten en el teatro de la impunidad, en el feudo de gente que no tiene educación ni sopesa consecuencias.

"Un día aquí van a matar a alguien en un estadio, porque la gente se deja arrastrar por grupos de bajo nivel moral'', expresó un conocido periodista cubano que prefirió no dar su nombre. "Ojalá este retiro de Víctor sirva para provocar una reacción, que sirva para algo''.

En una entrevista con el colega Michel Contreras, Mesa afirma que está hastiado de insultos y ataques "hasta de arma blanca'' y que "las ofensas llueven y las obscenidades son normales'', lo cual contradice la falacia pastoril de que el pueblo cubano es educado y de luces altas. Lo de su descontento con el Director Nacional de Béisbol, Heriberto Suárez, de quien dijo cosas que ahora no vienen al caso en Miami, lo dejaremos para otro día y otro debate.

Por su forma de ser, Mesa cosecha odios y aplausos a partes iguales, pero de ser cierto lo que cuenta, un héroe de la pelota cubano no debe recibir ese trato, ni las autoridades pueden meter la cabeza en la arena y seguir confiando en ese pueblo que en el tema de la pelota y los estadios, cada vez que llega, se pasa.

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