lunes, marzo 07, 2016

La ignorancia supina de Bernie Sanders: Fidel Castro educó a los niños, les dio salud, transformó la sociedad

Tomado de https://www.cubanet.org/noticias/bernie-sanders-habla-sobre-fidel-castro-video/

Bernie Sanders en 1985: “Fidel Castro educó a los niños, les dio salud, transformó la sociedad” 




************
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Es verdad que Fidel Castro, Raul Castro y complices  transformaron a la sociedad cubana, pero llevandola   a lo peor de su historia colonial  (incluyendo la trata y la esclavitud)  y republicana.

 Los costos para estudiar medicina en Cuba en la década de los años 50 de pasado siglo XX en la prestigiosa Universidad de La Habana era de $45 + $ 5 = $ 50 dólares ANUALES  y que se podían hacer  en tres pagos. No obstante, más del 25% de la matrícula de la Universidad de La Habana era ¨matrícula gratis¨, la cual se otorgaba mediante una carta explicando las razones por las cuales no podían pagar la matrícula; el peso cubano y el dolar tenian el mismo valor. Un artículo muy ilustrativo del lugar privilegiado que tenía la salud  en Cuba en esa década y su desarrollo histórico  es de la autoria del Dr. Antonio Guedes y se titula  La Sanidad Silenciada:
 
 ****
También pueden leer mi artículo Una primera aproximación a la república: 1902-1958.del cual les dejo estos  fragmentos:
En 1958 la tasa bruta de mortalidad de la población era del 6,4 por cada mil habitantes (Zuaznábar, 1) pese a la situación política y de confrontación armada que existía en el país; en 1953 había sido de 6,3 por cada mil habitantes. Esa tasa ubicaba a Cuba entre los países de menor tasa de América Latina y con índices que solamente alcanzaron muchas de sus repúblicas hermanas iberoamericanas veinte años después (Anuario Estadístico de 1988,629 ). La esperanza de vida al nacer era de 58.8 años y la mortalidad infantil en menores de un año era de 32,5 por cada mil nacidos vivos, la cual desde principios de siglo seguía una tendencia decreciente (Zuaznábar, 1) pese al existente rechazo social al recurso del aborto, rechazo que existía hasta en casos en que se presentaran malformaciones fetales en el embarazo, y la no invención todavía en el mundo de algunas pruebas de análisis de laboratorio clínico o algunos instrumentos de la electromedicina(como es, por ejemplo, el equipo de ultrasonido) los cuales permiten detectar tempranamente problemas serios en el embarazo. La esperanza de vida de 58.8 años era superior en esa época a la de muchos países de América Latina y el Caribe, y mayor que las que alcanzaron veinte años después todos los países de África, salvo Argelia y Túnez (Anuario Estadístico 1988, 627). La cifra de mortalidad infantil cubana de 32,5 correspondiente a 1958 era todavía en la primera mitad de los años ochenta mejor que la de muchos países de Latinoamérica en esos años: Paraguay (45,0), Ecuador (69,5), Brasil (70,6), Méjico (53), Colombia (50), Bolivia (124,4), Honduras (82), Perú (98,6), Argentina (35,3), El Salvador (35,1) y Guyana (36,2) (Anuario Estadístico de 1988, 629). América Latina en su conjunto presentó aún en el año 2001 la cifra de 32 (Granma, 5). Cuba en estos dos últimos parámetros tenía índices pertenecientes al Primer Mundo de esos años según los datos de la UNICEF que aparecen en la Tabla de la página 16 del Material de Estudio Nro. 3 del Ministerio de Educación; los valores de Cuba en 1958 en estos dos parámetros con respecto de los Países en Desarrollo y Países menos Desarrollados fueron similares o mejores que los que ellos presentaron en 1992: En China y Vietnam la mortalidad infantil en 1996 era respectivamente de 34 y 40 por mil nacidos vivos (Robaina, 35).

La población cubana en 1958 era de aproximadamente 6 763 736 habitantes y había en el país 6 286 médicos ( sin incluir estomatólogos ) y un total de 32 501 camas y de ellas 28 536 de asistencia médica (Anuario Estadístico de 1988, 564 y 569). Del total de camas de servicio hospitalario 10 643 pertenecían al servicio estatal, servicio en el cual laboraban 1 125 médicos (Zuaznábar, 5). El 51% de las camas de los hospitales estaban situadas en la capital del país (Abreu, 40). Los números de habitantes por cama (237) y de habitantes por médico (1076) en 1958 eran mejores que los de la mayoría de los países latinoamericanos en esa época y más aún, que los que tuvieron esos países aproximadamente 20 años después como se puede comprobar observando la página 675 del Anuario Estadístico de 1988. Observando las cifras de aproximadamente el año 1980 diré, que solamente Puerto Rico (789), Argentina (521), Uruguay (533) y Venezuela (888) tuvieron mejores índices de habitantes por médico que el que tuvo Cuba en 1958; el resto lo tuvieron peor. Al comparar las cifras de aproximadamente el año 1980 con relación al número de habitantes por camas diré que solamente Argentina (176 ), Puerto Rico (229) y Guyana (215) tuvieron mejores índices que el que tuvo Cuba en 1958; el resto de los países latinoamericanos todavía en el año 1980 presentaron índices peores que el que presentó Cuba en 1958. En la Cuba de 1958 el número de camas de asistencia médica por cada 100 000 habitantes era de 422, En América Latina en su conjunto y en estos momentos es solamente de 220 camas (Granma, 5).

La prevalencia de la Lepra en 1958 era de 0,7 por cada mil habitantes (Informe Anual 1976, Anexo p. 46). Las tasas de morbilidad por cada 100 000 habitantes de muchas enfermedades en la Cuba de finales de los años cincuenta eran también mejores que las de muchos países latinoamericanos: Tuberculosis (18,2); Difteria (2,4); Escarlatina (0,1). No se habían presentado casos de Fiebre Amarilla, Tifoidea y Peste Bubónica; al comenzar la República, la Tifoidea, por ejemplo, había presentado una morbilidad de 5,1 por mil habitantes. Las cifras de morbilidad de Viruela, Tifus, Tosferina, Sarampión, Sífilis y Hidrofobia eran de las mejores en América Latina. Las siguientes tasas de muerte por 100 000 habitantes en el año 1958, salvo que se especifique otro año, apoyan lo anterior: Fiebre Tifoidea (0,4); Tétanos (3,0); Tuberculosis en 1959 (16,6); Poliomielitis aguda (0,1); Sarampión (0,4); Meningitis no meningococcica (2,1); Paludismo (0,4); Difteria en 1959 (0,9); suicidio o lesiones autoinfligidas (13,9); accidentes de vehiculo de motor y otros accidentes de transporte (7,2); defunciones maternas (125,3) y defunciones maternas por aborto (9,3). Las dos últimas tasas son por cada 100 000 nacidos vivos. (Informe Anual de 1976, Anexos 36-43). La tasa de mortalidad materna de Cuba en 1958 de 125,3 era mejor que las que aún aparecen en el año 1992 para Países en Desarrollo (350) y Países menos Desarrollados (590) en la Tabla mencionada del Material de Estudio del MINED..
Por otra parte, la salud pública y la educación y otras actividades  en  la Cuba del periodo Castrista se paga también por el elevado precio que desde hace décadas  el Estado Castrista le hizo a productos como las bebidas alcoholicas,  los cigarrillos, los tabacos, etc. Para que se tenga una idea de cuanto se recauda diré que hace años en Cuba  el PRECIO DE PRODUCCIÓN   de una  simple botella de cerveza (12 onzas fluidas)  era 12 centavos del peso ordinario cubano y la botella de ron (750 ml)  era de 20 centavos  del peso ordinario cubano.

Published on Jul 27, 2015
Documental hecho por el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo que recoge testimonios de profesionales de la salud cubanos, que residen en la isla y en el extranjero.

Documental: Mito y realidad de la medicina en Cuba - IMHCT  

*****
Segunda nota del bloguista  de Baracutey Cubano

Sobre la educacion en Cuba
Para ¨ayudar ¨a olvidar, el régimen cubano le cambió el nombre a las escuelas e instituciones, poniéndoles a muchas, nombres de los caidos en la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista o de aquellos que murieron defendiendo al nuevo régimen impuesto.

Esas escuelas cívico militares de las que se habla en el artículo fueron creadas por Fulgencio Batista en la década de los años 30s del pasado siglo XX. La actual Escuela Interarmas Antonio Maceo era el Instituto Cívico Militar. Muchos maestros normalistas no deseaban ir al campo a dar clases y por otra parte, muchos campesinos no querían que sus hijos fueran a la escuela después de cierta edad o tamaño para que lo ayudara en las labores del campo. Por ello fue que se crearon dichas escuelas y a los maestros se les dió el grado militar de sargentos para que el campesino, dado el respeto o miedo que se le tenía a la Guardia Rural, enviara a sus hijos menores a la escuela. Ese movimiento desbordaba ampliamente la esfera educacional. Hablar de eso en Cuba es un tabú, aún para valerosos periodistas independientes, ya que quizás sientan el temor de que se les llame ¨batistianos ¨como es costumbre en el chantaje Castrista.
Para conocer algo sobre  la educacion en  la Republica de Cuba antes del Castrato   anado este fragmento de mi ensayo Una primera aproximacion a la Republica:1902-1958 escrito y publicado en Cuba en 2002:
Educación

"En los tiempos de la dominación española, la instrucción pública era uno de los ramos peor atendidos. En los últimos años de la colonia existían aproximadamente 500 escuelas; la mayoría privadas.
Durante la ocupación norteamericana se implementaron notables medidas y acciones relativas a la enseñanza. El teniente Alexis E. Frye y M. Hanna, como Superitendente General el primero y como Comisionado de Escuelas el segundo, por la parte norteamericana, y Enrique José Varona y otros ilustres ciudadanos, por la parte cubana, contribuyeron de manera relevante en la reorganización y desarrollo de la educación primaria en el país. Estas personalidades extrajeron lo mejor de la tradición educacional cubana y de los novedosos métodos educacionales norteamericano y los aplicaron exitosamente en la enseñanza de la Isla. La prestigiosa Universidad de Harvard desempeñó en este período una destacada colaboración. Las Escuelas de Verano y los cursos emergentes, mediante exámenes anuales, contribuyeron a la formación y al aumento de la eficiencia de los maestros; esta formación acelerada se hizo imprescindible por la gran falta de maestros y la creación masiva de aulas por parte del mando militar norteamericano, pues solamente por la orden militar No 368 de 1900 se crearon 3 000 aulas; este movimiento de creación masiva de aulas solamente es comparable con el movimiento de creación de las Escuelas Cívico Militares en el campo, el cual fue llevado a cabo más de tres décadas después por Fulgencio Batista, y posteriormente con el gigantesco movimiento llevado a cabo por la Revolución que triunfó el 1ro. de enero de 1959. Las primeras Escuelas Normales para Maestros se fundaron en 1915.
En el año 1900, según el Censo de Población de ese año, la población de Cuba era de 1 572 797 habitantes. El 64% de la población no sabía leer, y sabía leer pero no escribir el 2%. El 57% de la población mayor de 10 años era analfabeta (DEHA tomo XXVI, 748).
Según el Censo de la República de Cuba de 1919, Cuba tenía 2 889 004 habitantes. El número de analfabetos era de 784 659, o sea, el 21,1%, siendo Cuba, de todas las naciones de Latinoamérica, la que menos proporción de analfabetos presentaba (Estos últimos años Tomo I, 409).
En 1923 existían 3 316 escuelas, con un total de 6 023 aulas y una matrícula de 272 892 alumnos ("201 940 blancos y 70 952 de color") y 5 970 maestros de enseñanza común diurna. En el país funcionaban 87 zonas de enseñanza ambulante, con 83 maestros que atendían a 186 núcleos de escolares. En ese año solamente 527 escuelas eran privadas con 1 309 aulas, a cargo de 1784 maestros (Estos últimos años Tomo I, 409).
Un efecto indirecto de la calidad de la educación recibida, entre otros factores, es que pese a la tendencia al bandolerismo que se mencionó en el Balance Globalizador del siglo XIX, ya al finalizar la segunda década, en las cárceles cubanas había solamente 4 487 presos; lo que daba una muy baja proporción de 1,6 por cada 1 000 habitantes (Estos últimos años Tomo I, 410).
La inmigración masiva hasta mediados de los años treinta ( el crecimiento demográfico de Cuba por décadas entre 1902 y 1919 fue de una magnitud extraordinaria: 39%, según plantea Pichardo en su página 468), y muy en particular los miles de braceros antillanos, influyó en la tasa de analfabetismo de los habitantes del país. El 24.8% de 1 193 058 de inmigrantes que llegaron a Cuba entre 1902 y 1934 eran procedentes de Jamaica, Haití y Puerto Rico (Ibarra, 452); la inmensa mayoría eran braceros. No obstante lo anterior, en la década de los cincuenta, el nivel de analfabetismo se encontraba entre el 18% y el 23% (según diferentes autores), siendo uno de los más bajos de América. Existía la enseñanza pública (gratuita) a cargo del Estado para todos los actuales niveles y tipo de enseñanza pero con otros nombres: Primaria, Superior, Bachillerato, Comercio, Técnica Industrial, Universidad, etc.; en algunas de ellas, la selección se hacía por escalafón mediante exámenes de ingreso dado el número limitado de plazas.
Según el testimonio de algunos familiares y amigos, la matrícula en la Universidad de la Habana en la década del veinte costaba aproximadamente 30 pesos y en la década de los cincuenta, 50 pesos; pero si se presentaba una carta, solicitando que no se le cobrara esa entrada inicial por poseer bajos ingresos, se le exoneraba del pago de la matrícula. Para resolver el costoso problema de los libros para estudiar, se crearon las bibliotecas escolares y universitarias. Al terminar la década de los cincuenta, existían 3 universidades públicas y varias privadas, aunque de estas últimas, la única con verdadera importancia era la de Santo Tomás de Villanueva, en Miramar. El número de profesores y alumnos universitarios eran respectivamente de 801 y 22 500 (Anuario Azucarero 1958, 11). Al comenzar la República, los alumnos universitarios eran poco más de 300.


En 1958 la educación privada se desarrollaba notablemente y contaba con una matrícula de aproximadamente 90 000 alumnos (Abreu, 42). La enseñanza privada le aliviaba al Estado cubano los gastos concernientes a Educación, pues le ahorraba los gastos de educación de aquellas personas que tenían la solvencia económica para ello y deseaban pagarla; además, la educación privada garantizaba, en cierta medida, el tipo de educación que deseaban los padres para sus hijos acorde a sus valores e intereses personales. En algunas ocasiones parte del cobro de la matrícula servía para brindarles matrícula gratis a niños y adolescentes pobres en escuelas anexas a esas instituciones; un ejemplo de lo anterior ocurría en el antiguo Colegio de Belén, hoy Instituto Técnico Militar (ITM) . El Estado cubano antes de 1959 no era dueño de los medios de producción y de los servicios; básicamente su presupuesto se obtenía de la recaudación de aduanas y de una limitada recaudación de impuestos por diferentes rubros.
En el año 1956-1957 se gastaron 75,8 millones en Educación y Cultura, los cuales representaban el 22,3% de los gastos del presupuesto del Estado cubano (Zuaznábar, 107); porciento que comparado con los que dedicaron a ese rubro el resto de los países latinoamericanos en los años 1975, 1980 y 1984, solamente fue superado por Costa Rica en 1975, Bolivia en 1980 y 1984, Colombia en 1984, Ecuador en 1975 y 1980 y Venezuela en 1984 (Anuario Estadístico de Cuba, 672). La enseñanza pública en la anterior República no estaba politizada en cuanto a sus contenidos, objetivos y exigencias.
La corrupción administrativa gubernamental provocaba que una parte de esos recursos fueran malversados por algunos funcionarios. El escándalo producido por la apropiación de los recursos financieros destinados al Desayuno Escolar en la década de los cincuenta, es un ejemplo inequívoco de la existencia de esa corrupción.
En 1958 había en el país 21 Institutos de Segunda Enseñanza, 6 Escuelas Normales para maestros, 9 Escuelas Profesionales de Comercio, 11 Escuelas del Hogar, 1 Escuela Nacional de Bellas Artes, 3 Escuelas de Artes Plásticas, 3 Escuelas de Artes y Oficios, 3 Escuelas Técnicas Industriales, 108 Escuelas Primarias Superiores, 40 Misiones Educativas, 1 824 Escuelas Primarias Elementales Urbanas, 4 114 Escuelas Primarias Elementales Rurales, 9 898 Aulas Escuelas Elementales Urbanas y 4 669 Rurales, 1 597 Kindergartens (o preescolar) y 736 Centros de Enseñanza Privada, 6 Escuelas de Agricultura, 350 Clubs de Enseñanza Agrícola, 1 Instituto Cívico Militar y Centro Superior Tecnológico. Todo el sistema educacional de Cuba estaba integrado por unos 20 000 profesores y 500 000 alumnos aproximadamente. (Anuario Azucarero de Cuba 1958, 11).
La hoy llamada Educación Especial estaba en un grado de desarrollo muy incipiente y muy limitada; estaba generalmente a cargo de instituciones de caridad y religiosas
."
***************
La escuela pública cubana, tradición olvidada

Por Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión


LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Un árbol no dará frutos adecuados si le cortan las raíces. Después del cambio en 1959, la intervención de las escuelas privadas y religiosas en la isla y los cambios en la escuela pública trajeron nuevos derroteros a la enseñanza en Cuba. Aquellos vientos trajeron estas tempestades.

Desde politización de programas de estudio hasta concepciones de enseñanza ligadas al trabajo agrícola transformaron la enseñanza pública cubana asentada en una tradición pedagógica de más de 166 años. Fue en 1793 bajo los influjos de la Ilustración española, cuando un grupo de patricios isleños fundaron la Sociedad Económica de Amigos del País.

Esta institución que aún hoy pervive a penas en el país, abrió las primeras escuelas primarias gratuitas en Cuba, y además, fundó el primer museo, la primera biblioteca pública, la primera escuela de Bellas Artes, nombrada San Alejandro. Es notable que la Sección de Educación estuviera dirigida por alguien como José de la Luz y Caballero.

A partir de 1842, con la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria para Cuba y Puerto Rico, la educación pública pasó de manos de la SEAP a la de las autoridades coloniales. Medida que en general retrotrajo, los pocos avances logrados. Sin embargo, hubo planteles docentes, en manos intelectuales que continuaron la labor formadora de la SEAP.

Solamente en 1850, se estableció en Cuba la primera Escuela Normal de Maestros. Las escuelas públicas cubanas desconocieron los progresos de la ciencia y la tecnología del siglo XIX. El estancamiento de la enseñanza durante los últimos años de la colonia afectó duramente la instrucción del pueblo cubano.

En 1899, la población de Cuba ascendía a 1, 572, 000 habitantes, de los cuales, un 63, 9 % era analfabeta, y entre un 5 % a un 6 % de los niños en edad escolar estaban escolarizados en las 312 escuelas públicas primarias que había en el país. Vale aclarar que existía una red de escuelas privadas dirigidas por religiosos católicos la mayoría, o por maestros cubanos de renombre.

Como resultado del censo general llevado a cabo por las autoridades de ocupación estadounidense, se constató el estado desastroso de la enseñanza pública en Cuba, y una de las medidas tomadas fue la de establecer un nuevo sistema de escuelas públicas elementales en el país. A la par, instrumentaron los primeros cursos de formación de maestros mediante cursos de verano en instituciones de los EEUU con el fin de elevar el nivel de los formadores cubanos. Estas primeras hornadas de profesores engrosaron las filas de pedagogos cubanos con una visión moderna de la enseñanza. Destacados educadores cubanos salieron de esos primeros cursos. Como dos ejemplos, tenemos las figuras de Ramiro Guerra y Arturo Montori.

( Maestros cubanos cubanos en viaje para recibir cursos intensivos en la Universidad de Harvard, año 1900 )

A inicios del siglo XX ejercían la profesión en Cuba 3 613 maestros. Las escuelas públicas ascendieron de 312 a 3 313 en sólo 8 meses y acogieron una matrícula de 172 273 alumnos, según datos de la obra La Instrucción pública en Cuba, de Enrique José Varona, Secretario de Instrucción pública durante el período de la ocupación.

Una vez instaurada la República, el primer presidente Don Tomás Estrada Palma expresó la necesidad de que fuera una República de maestros y no de soldados. En consecuencia, el presupuesto escolar fue de poco más de 3 millones de pesos. Se crearon 145, pero ante la situación crítica de la enseñanza hacían falta más recursos. Entre 1913 y 1917, Varona, entonces vicepresidente de la República, abrió 836 aulas, y 110 casas escuelas.

La primera ley escolar republicana data de 1909. Aunque produjo cambios positivos, pecó al instaurar una burocracia -directores de escuelas y juntas de Educación- asentada en los avatares políticos. Sin embargo, la finalidad de la enseñanza fue la de formar ciudadanos, y por consiguiente se le dio gran importancia a la educación moral y cívica. En las escuelas públicas se instituyó con obligatoriedad la jura de la bandera, el respeto a los símbolos patrios y fechas patrias como trabajo de formación de los nuevos ciudadanos.

( Maestras cubanas en viaje a EE.UU. para recibir cursos intensivos en la Universidad de Harvard, 1900 )

La bibliografía escolar quedó en manos de ilustres educadores y hombres de ciencia cubanos como Esteban Borrero y Carlos de la Torre y Huerta, por ejemplo. Para la superación de los maestros se publicó durante muchos años la revista Instrucción Primaria, en la que aparecieron trabajos de pedagogos tan eminentes como Alfredo Aguayo, Arturo Montori, Ramiro Guerra, Don Carlos de la Torre, Enrique José Varona, etc.

Después del 4 de septiembre del 35 se crearon las Escuela cívico- militares para niños de 6 a 14 años, los hogares infantiles campesinos, las Escuelas de perfeccionamiento y el Instituto Cívico- Militar que emplearon los más modernos métodos de enseñanza existente en aquel entonces se incrementaron el número de profesores en unos 1 200. También en este período del 36 al 44 se abrieron los cursos nocturnos para adultos que contaron al inicio con una matrícula de 25 000 alumnos.

A pesar de esos esfuerzos, dirigidos principalmente hacia los centros urbanos o rurales más cercanos a las vías de comunicación, la masa del campesinado prosiguió en la miseria instructiva. El desarrollo de la pedagogía cubana fue realmente un desarrollo de carácter urbano. Aunque se crearon programas y actividades como la del Día del Árbol, los huertos escolares, los talleres de Artes y Oficios, ellos no llegaron a zonas de campo intrincadas.

Se fundaron, además, escuelas normales de maestros y escuelas normales de kindergarten en la mayoría de las ciudades cabeceras provinciales. Por ejemplo, en la antigua provincia Las Villas existían entre 1940 – 1944, unas 1 010 escuelas, 1 861 y 11 hogares infantiles campesinos, correspondientes a las 11 zonas escolares cívico militares en que estaba repartida la provincia, y 275 escuelas rurales cívico – militares, según la enciclopedia popular Cuba en la mano. Un dato a destacar es el de que estas escuelas estaban atendidas por oficiales militares que atendían las especialidades de pedagogo, higienista, veterinaria, dentista, maestro de oficios y maestro agrícola.

El rescate de toda esta tradición pudiera bien servir a los retos que la educación cubana deberá enfrentar en un futuro posiblemente próximo.
 **********
 Tercera nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Sobre lo que es actualmente la educacion en Cuba les dejo este  fragmento de un elocuente documental filmado en Cuba sobre el rechazo en gran parte de la población cubana a la historia de Cuba y en la que sus invitados acertadamente explican sus causas. Excelente y acertada partición del periodista Alejandro Armengol y de sus otros invitados.

La historia de Cuba y su rechazo en la sociedad cubana de la isla. Sus causas.


Pueden ver otros fragmentos AQUI.