domingo, marzo 06, 2016

PROHIBIDO OLVIDAR: Andrés Juan Leiva Castro, General de Brigada, ya retirado, del Ministerio del Interior castrista fue un hombre del Grupo Operativo Especial " Molino" que operó exitosamente contra las guerrillas campesinas antiCastristas en El Escambray


 Tomado de http://nuevoaccion.com

PROHIBIDO OLVIDAR: EL HOMBRE DE LA FINCA EL MOLINO, UN CRIMINAL CASTRISTA


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Andrés Juan Leiva Castro, General de Brigada, ya retirado, del Ministerio del Interior castrista, torturador, criminal al servicio del comunismo en Cuba.
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Por José Ramón Borges Serrano
Representante del FANTU en EUA.
March 5, 2016

Natural de Vueltas, Las villas, Andrés Juan Leiva Castro Actualmente reside en el Reparto Escambray en Santa Clara. Desde los 15 años militó en las filas del Partido Socialista Popular, PSP, cubano.

En octubre de 1961 formó el grupo conocido como de “El Molino”. Que no era otra cosa que provocadores de la Policía Política castrista, se vestían como los Guerrilleros Campesinos Anticomunistas del Escambray y salían a engañar a la población.

Muchos cubanos, hombres de bien, fueron engañados por estos falsos guerrilleros. Los farsantes llegaban a una casa en el lomerio y pedían comida, unos se la daban por simpatizantes de la causa anticomunista, otros por miedo. Pero después venían las milicias castristas, le quitaban la finca y los metían presos por “colaborar con los (falsos) alzados”.

(Andrés Juan Leiva Castro. Foto de 1970)

Aplicaban también métodos de tortura psicológica, falsos fusilamientos y otros para aterrorizar a sus víctimas, escuchemos palabras del propio represor:

«Cogíamos al colaborador de bandidos* y preparábamos un paripé de interrogatorio. El hombre no decía nada, pero le hacíamos una carta donde afirmábamos que había cooperado con nosotros y que la información brindada había sido muy útil. Por la noche salíamos con él, custodiado por dos o tres hombres, como de traslado a otro sitio.

«En el lugar previsto, el carro se rompía, y apenas caminados unos metros una banda de supuestos alzados —nosotros mismos— los capturaba. A los soldados rebeldes se les fusilaba o, al menos, eso le hacíamos creer al colaborador, quien escuchaba los disparos y se atemorizaba.

«Tú no eres colaborador nada, tú eres del G2. Mira lo que dice esta carta. El hombre, acobardado, pues sabía que su vida peligraba, se defendía afirmando que era mentira, y entonces sí nos daba la información que necesitábamos.

«Luego, nosotros caíamos en una emboscada de las tropas de la LCB (Lucha contra Bandidos) y éramos conducidos de vuelta al lugar de donde mismo habíamos salido unas horas antes: al G2. El hombre quedaba preso de nuevo, y «los falsos bandidos» íbamos tranquilamente a dormir en nuestras casas.

«Así fue capturada la banda de Osvaldo Ramírez. El simulacro lo hicimos en la loma La Puntilla, cerca de Remedios. Fue exactamente el 10 de abril de 1962, y el colaborador nos dio la ubicación exacta donde estaban los alzados y los lugares por donde acostumbraban moverse».

(Foto actual del criminal-bandido Leiva Castro, en la sala de su casa, Santa Clara, Cuba.)

Ya para 1970, por los “servicios prestados” el criminal Leiva Castro fungía como jefe de la Policía Política, DSE, G-2, en la provincia Las Villas. Hasta los días de hoy se ha mantenido reprimiendo a la población cubana…

*Bandidos: Forma despectiva en que los represores castristas llamaban a los valientes Guerrilleros Campesinos Anticomunistas del Escambray, todo como parte de la Ola de terror que aplicaron los comunistas contra los habitantes del lomerio. Al final la historia ha demostrado quienes son los verdaderos bandidos: Castro y sus huestes.

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 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Realmente el hombre   del Grupo Operativo " Molino" fue el comunista hispano sovietico  Francisco  Ciutat de Miguel  conocido como " Angelito" o  " Angel Martínez Riosola". 
 
Un tio de Guillermo Fariñas, dirigente de FANTU,  fue parte de ese grupo especial.
 
Los  primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y Contrainteligencia  que asesoraron a los incipientes órganos de la Seguridad del Estado  después del triunfo de la Revolución fueron los checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes  de la Guerra Civil española. Uno de ellos fue Angel Martínez Riosola,   ¨Angelito¨, cuyo verdadero  nombre  era  Francisco  Ciutat de Miguel  quien llegó a Cuba el 4 de  marzo de 1960;  su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica. Era graduado de la prestigiosa Academia  Voroshilov, de la Unión Soviética,  donde también ejerció como profesor. En el 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, recuerdo, aunque ha pasado mucho tiempo,  a Fidel Castro decir en la televisión que  si la invasión hubiera sido por Trinidad,  no tenía ninguna probabilidad de éxito, pues ¨Angelito¨ había hecho fortalecer dicha zona con fuerte artillería y tropas. Se  afirma que participó en combatir aó los alzados antiCastristas de la Sierra del Escambray y hasta que fue herido; este ¨asesor¨ formó parte del grupo operativo especial  ¨Molino¨. Posteriormente ofreció  asesoramiento militar en Vietnam y en Argelia . En Vietnam fue un importante apoyo del General Võ Nguyên Giáp.

Las tempranas  relaciones políticas, militares,  de Inteligencia y Contrainteligencia con la Unión Soviética y otros países en el marco de la mal llamada Guerra Fría, las invasiones Castristas que partieron tempranamente de Cuba (desde marzo-abril de 1959, a Panamá, Nicaragua, Santo Domingo, Haití, etc.) y otras acciones subversivas  no escapaban a los órganos de Inteligencia de los EE.UU., los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual el 17 de marzo de 1960 aprobó  el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera extraordinariamente rápida había reconocido  la llegada al poder del nuevo régimen en Cuba.
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 El comunista español que copió al NKVD en el Escambray
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Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.
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 ¨Angelito ¨ recibiendo un reconocimiento o una condecoración de manos de Fidel Castro  y Raúl Castro. Comentario añadido por el bloguista de BC.
Por Álvaro Alba
julio 28, 2015
El peligro de un Nuevo Idioma o Neolengua, dentro del socialismo fue adelantado por George Orwell en 1984. En Cuba existe un término que se le aplicó a los que con las armas se enfrentaron al sistema impuesto desde 1959 – Bandidos. Ese fue el calificativo para todos los que estaban combatiendo en las montañas y llanos de Cuba contra Castro.
Nada de insurgentes, rebeldes, alzados, guerrilleros, simplemente bandidos. La guerra se llamó Lucha contra Bandidos. Dentro del Ejército se crea la Sección de Lucha contra Bandidos y las unidades de combate se llamaron Batallones de Lucha contra Bandidos. Existe desde 1984, en el centro de la Isla, en Trinidad, un Museo Nacional de la Lucha contra Bandidos, ubicado en el edificio del Convento e Iglesia de San Francisco de Asís, el más emblemático de los edificios de esa villa. Bandidismo fue el término escogido y no fue al azar la elección.
Ese calificativo lo acuñó un español, asesor hispano-soviético, como se le llamaba a los primeros consejeros que llegaron de la URSS a Cuba. Ese asesor fue Ángel Martínez Riosola o Francisco Ciutat, al igual que los demás hispano-soviéticos venía con el fogueo del combate en la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y la persecución a los nacionalistas ucranianos, lituanos y estonios que lucharon contra las autoridades soviéticas.
Ciutat fue coronel del ejército republicano, jefe de estado mayor de un frente que al ser derrotado el bando republicano escapa a la URSS. En la Academia Militar Voroshilov, en Moscú, fue profesor junto a otros españoles durante la Segunda Guerra Mundial. En la URSS tuvo igual graduación militar y era conocido como Pablo Pablovich Stepanov. A Cuba llegó en marzo de 1960, en vuelo desde Venezuela, a través de Praga y Bruselas, algunos dicen que para evitar cualquier relación con la URSS, otros que fue para reunirse con los dirigentes españoles exiliados y coordinar una mayor ayuda a La Habana.
A la isla arribó con un pasaporte a nombre de Ángel Martínez Riosola, o simplemente el Comandante Angelito. Estuvo presente en los combates de Bahía de Cochinos y en la creación de las estructuras militares del país. Fue asesor en la jefatura de las operaciones en el Escambray durante los combates, incluso es herido en la pierna durante un enfrentamiento.
(Francisco Ciutat de Miguel (1909-1986) o  Pavel Pablovich Stepanov. Foto y comentario añadidos por el bloguista de BC)
A principio de 1962, en una reunión donde estaban presentes Fidel Castro, Juan Almeida, jefe del Ejército Central, el jefe de operaciones, Raúl Menéndez Tomassevich y el asesor hispano-soviético, mientras explicaba Tomassevich la ubicación de las formaciones enemigas y las iba nombrando de diversas maneras: alzados, rebeldes, etc., Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.
El término ya había sido acuñado en la URSS en la lucha contra los nacionalistas ucranianos, lituanos, estonios, letones y de otras nacionalidades, que tomaban las armas contra Moscú. La Constitución de la URSS de 1924 tenía un artículo (61) en su noveno capítulo, para definir las funciones del Departamento de Seguridad del Estado o Dirección Política Principal Unificada (OGPU), donde se explicaba que la función principal era la lucha contra la contrarrevolución económica y política, el espionaje y el bandidismo. Dentro de la OGUP estaba el Departamento de Operaciones, encargado de esa lucha contra los denominados “bandidos” y en 1944 se reorganiza y surge la Dirección General de Lucha contra el bandistismo dentro del NKVD, cuyo segundo departamento se especializaba en la zonas del occidente de la URSS. Y es que el 60 por ciento de los incidentes armados ocurrían en Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia; y se hacía la distinción entre la lucha contra el “bandidismo político”, del criminal.
Los rebeldes de Lituania fueron los miembros de la Unión de Luchadores por la Libertad de Lituania, conocidos como Hermanos de la Foresta. En Estonia existe una organización de veteranos combatientes que estuvieron al lado de Alemania, y que se denomina Asociación de Luchadores de la Libertad, agrupando incluso a los que de 1918 a 1920 combatieron al Ejército Rojo, y a los que en la guerra mundial formaron las unidades al servicio del Tercer Reich. En Ucrania tomaron las armas el Ejército Insurreccional Ucraniano (UPA) y la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN). Por décadas se calificó a los que las integraban como traidores, colaboradores de los nazis y un anatema cayó sobre sus líderes.
En México se les llamó Insurgentes a aquellos que levantaron las armas contra España, y aunque entre ellos lucharon y cambiaron de bando, al final fueron calificados de Insurgentes. En España hay carlistas, republicanos, franquistas, pero nunca aparece el calificativo de bandidos. Los ingleses prefieren llamar a una contienda bélica civil con un poético nombre - “guerra de las rosas”. Una guerra civil marcó la historia de Estados Unidos y los vencedores norteños no llamaron bandidos a los vencidos sureños.
A la extrema izquierda el Comandante ¨Angelito",  a su lado el Comandante y Doctor en Medicina Sergio del Valle,    Raúl  Castro  Ruz y  Raúl Menéndez Tomassevich. Comentario añadido por el bloguista de Baracutey Cubano.
(La ilustración es  del libro ¨30 Años de la Seguridad Cubana. Las reglas del Juego¨de la Comisión de Historia de los Órganos de la Seguridad del Estado. Dirección Política Central. Ministerio del Interior)