domingo, mayo 22, 2016

Otra del traidor de los aplausos. Juan Gonzalez Febles desde Cuba sobre el cantautor Silvio Rodríguez


Tomado de http://primaveradigital.net

Otra del traidor de los aplausos

Por Juan Gonzalez Febles
Mayo 18, 2016

Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Vuelve a la carga Silvio Rodríguez aunque esta vez no para pedir clemencia para la espía Ana Belén. Desde su sitio personal Segunda Cita, trata de culpar al embargo por el desastre y la ruina en que vivimos por acá.

Ahora culpa al embargo de Estados Unidos de que La Habana esté destruida o “detenida en el tiempo”, que fue el eufemismo que usó para la ocasión. Lo hizo para dar respuesta a un artículo publicado por el periodista oficialista Sergio Alejandro Gómez, en que este pidió que se informara al pueblo de los beneficios que extraería la élite en eventos como el desfile de Chanel o la filmación de Rápido y Furioso.

Según Silvio Rodríguez, en Cuba se ha logrado, “no lo que quisimos sino lo que nos permitieron“. Lo que no aclara es que quienes permiten en Cuba no son los yanquis del embargo, sino la élite corrupta que gobierna la Isla pese a la desaprobación compartida por la mayoría, privada de todos sus derechos.

Entonces, nuestro desastre tiene un nombre, solo tiene un nombre: Fidel Castro y el régimen militar totalitario dinástico impuesto desde 1959.

En su defensa a las fiestas que la familia real castrista impone a la miseria en que ha sumido al pueblo cubano, el traidor de los aplausos dice: “…sería un error imperdonable enamorarnos de nuestras miserias, aunque hayan sido el precio de nuestra dignidad”.

¿Qué les parece el extremo de abyección al que llega Silvio Rodríguez por el trocito de pastel que le permite la autocracia castrista disfrutar?

Por otra parte, ¿cuáles son sus miserias? ¿Materiales? Ninguna. Morales y espirituales, ¡muchas!

Chanel, al igual que ‘Rápido y Furioso’, jamás aliviarán la miseria compartida por tantos. Esta miseria ciertamente ha privado de dignidad y valores a una gran parte de este pueblo, cuyos jóvenes jamás llegaron a ser aquel promovido “hombre nuevo”. Se degradaron, esto es cierto, pero en su sufragio, aceptemos que no se hicieron asesinos sádicos y depravados. Quizás pueda haber algún asmático entre ellos, pero hasta ahí.

Según el fundador de la Nueva Trova, “da lo mismo que filmen o que posen en Cuba, siempre que paguen bien”. Parece esperar que esos recursos sean usados “para nuestros sueños de justicia social”.

Uno se pregunta, ¿qué sueños?, ¿qué justicia social? ¿Los privilegios ostentosos de que disfrutan los corruptos de la nueva clase? ¿Será ésa la justicia social de que habla el traidor de los aplausos?

(Silvio Rodríguez y el tirano, a tiempo parcial, Fidel Castro Ruz. Foto de archivo)

Aprueba y admite que lo que le “interesaba saber es si el país estaba cobrando por esos eventos y en qué se iba a invertir el dinero”. Concluye en la afirmación de que “saberlo es un derecho que tiene cualquier cubano”.

Entonces, valdría la pena saber también a dónde fueron a parar las ganancias de las empresas cubanas involucradas en los Panamá Papers, que como ya se ha dado a conocer en el mundo son: Labiofam S.A, Amadis Compañía Naviera S.A, Commercial Mercadu S.A, Travelnet Ltd, B.B. Naft Trading S.A,Técnica Hidráulica S.A, Mavis Group S.A, y Octagon Industria Ltd, Resivemis Limited, Seagulls and Seafood S.A y Pescatlan S.A.

¿Alguien aclarará esto por acá? ¿Sabremos quiénes son en realidad los testaferros involucrados en este escándalo y a quién responden?

Se habla de Rosales Fernández, Paola Perticone, Lorenzo Paciello,Jeroen J. Van Der Lip, Atilio Enrique Wagner, Inocente Osvaldo Encarnación Santovenia, Antonio González Checa, Forconi Ignacio Miguel Raúl, Katiuska Penado Moreno, José Luis Baena Carrión, Alejandro Gutiérrez Madrigal, Wilfredo Leyva Armesto, y los intermediarios, Atilio Enrique Wagner, Ramón J. Chávez Gutiérrez, Lorenzo Paciello, Miriam Prieto, Wael Bassatina, la Corporación Panamericana S.A y Acepex Management S.A.

En fin, el traidor de los aplausos ha llegado con otra para el servicio vil que ha prestado y presta contra su pueblo. Enhorabuena y que se haga realidad aquella bellísima canción hoy con dedicatoria desconocida: ¡Ojala!

Foto: Blog Segunda Cita
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González