jueves, mayo 26, 2016

Relación de un canje llevado a cabo en 1963 apenas conocido entre prisioneros de EE.UU. y la tiranía Castrista. Entre ellos un participante de un plan para un descomunal acto terrorista de los Castro y el Che Guevara en New York


26 de mayo de 2016

Canje del Gancho Molina, Santisteban Casanova, Antonio Sueiro y José C. García Orellana por 23 ciudadanos norteamericanos.

Abril 23,  1963 Francisco Molina del Río “El Gancho Molina”, regresa a Cuba y es recibido como un héroe. Hizo pocas declaraciones, no porque estuviera emocionado, sino porque no lo dejaron hablar mucho. Luego, no se supo más de él. El rostro y el muñón de Molina no eran fotogénicos.

Antecedentes: El 23 de septiembre de 1960 en un tiroteo en New York en que los fidelistas atacaron a contrarios de  la Revolución cubana en el Restaurant “El Prado” en 8va. Ave. y 51 St.  durante la visita de Castro a EE.UU. la niña venezolana Magdalena Urdaneta de nueve años había resultado muerta. Molina fue convicto de asesinato en segundo grado y condenado a 20 años de cárcel.

En 1963 por un acuerdo entre el Fiscal General Robert Kennedy y el régimen cubano actuando como mediador el abogado James Donovan; Francisco Molina, Roberto Santisteban Casanova (Miembro del Tribunal de La Cabaña y Oficial de la Seguridad cubana convicto de un plan de sabotajes en la ciudad de New York), Antonio Sueiro y José C. García Orellana (conocido como “El Barbero” y condenado como co-autor con “Pancho el Gancho Molina de los hechos en el Restaurant “El Prado”)  fueron canjeados por 20 ciudadanos norteamericanos y 3 agentes de la CIA que guardaban prisión en Cuba:

1.       Tommy L. Baker (Dotan, Al). Condenado a 30 años.
2.       James R. Beane (Franklinville,NC.). Condenado a 30 años.
3.       George R. Beck (Norton, Mass.). Condenado a 30 años.
4.       Alford E. Gibson (Mount Gilead, NC). Condenado a 30 años.
5.       Donald Joe Greene (Clover, SC.). Condenado a 30 años.
6.       Richard Allen Pecoraro (Staten Island, NY). Condenado a 30 años.
7.       Leonard L. Schmidt (Chicago, Il.).Condenado a 30 años.
8.       Austin F. Young (Palm Beach,Fl.) Condenado a 30 años.
9.       Peter John Lambton (Nassau, Bahamas). Condenado a 25 años.
10.   Juan Pedro Koop (Cuba). Condenado a 20 años.
11.   John V. Martino (Miami , Fl.). Condenado a 13 años.
12.   Geraldine Shamman (Boston Mass). Condenada a 12 años.
13.   Alberto Germán Sánchez (Cuba). Condenado a 12 años.
14.   Leslie Bradley (Minneapolis). Condenado(a) a 10 años.
15.   Daniel Carswell (Siracuse, NY.). Condenado a 10 años.
16.   Eustace Danbrunt (Baltimore). Condenado a 10 años.
17.   Robert John Gentile (Cleveland, Ohio). Condenado a 10 años.
18.   Darío Prohías Bello (Jemez Spring, NM). Condenado a 10 años.
19.   Edmund Taransky (Boston, Mass.). Condenado a 10 años.
20.   Martha O’Neal (Orlando, Fl.) Pendiente de condena.
21.   Howard T. Rundquist (San Antonio, TX.). Pendiente de condena.
22.   Jack O’Jalvo (Los Ángeles, CA.). Pendiente de Condena.
23.   Ramón Williams. Condenado a 2 años.

24.  Rafael del Pino Siero (Miami, Fl.). Condenado a 30 años. Ex amigo de Castro y participante con él en 1948 de “El Bogotazo”, siendo ciudadano norteamericano fue impedido de viajar por órdenes expresas del Tirano. Cuentan que este le dijo a un familiar de Del Pino: “mientras yo gobierne no saldrá de la cárcel”.  El 21 de agosto de 1977 en un aparente suicidio Rafael del Pino muere en una celda del Pabellón de Castigo, en esos momentos vacío, en la Prisión Combinado del Este, La Habana  después de 18 años preso.

Nota: El listado de los canjeados es una valiosa colaboración del Brigadista Ramón Conte Hernández que cumplió 25 años y seis meses en las prisiones castristas siendo el último brigadista en salir de la cárcel.

Copiado de la página de Facebook: COMITE INTERNACIONAL DE EX-PRESOS POLíTICOS CUBANOS

Gracias a Frida Blanco Masdeu.

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Tomado de http://baracuteycubano.blogspot.com

Un plan terrorista de Fidel Castro que verdaderamente le daría un ¨Viernes Negro¨ a Nueva York
( Fragmento del artículo La mentira histórica como soporte del Castrismo)


Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso 



Pasemos ahora a un ejemplo del terrorismo Castrista después de su toma del Poder en enero de 1959
Es conocido que Fidel Castro en 1962 sugirió a la URSS dar el primer golpe nuclear. Fidel Castro, sin sonrojarse, ha dicho posteriormente que eso había sido un error de traducción del Embajador soviético. Las personas que se sonrojan son aquellas que tienen vergüenza o les queda un poco de ella, pero los que no la tienen... En la guerra nuclear que hubiera desatado ese primer golpe nuclear hubieran muerto muchos millones de personas inocentes, luego son falsas las palabras de Fidel Castro cuando afirma en la antes mencionada reflexión sobre la muerte de Osama Bin Laden: ¨… en cambio, opuestos por principios a todo acto terrorista que condujera a la muerte de personas inocentes…¨ Como detalle curioso, poco conocido, diré que en los años 80s del pasado siglo XX los Castro trataron nuevamente de tener armas nucleares según plantea Vasili Mitrokhin archivero durante 30 años de la KGB que desertó a Gran Bretaña.
Pero el ejemplo del carácter terrorista del Castrismo posterior al triunfo revolucionario que deseo detallar en este artículo no es ese precisamente; es un ejemplo menos conocido: concretamente es el plan terrorista de Fidel Castro y de Ernesto ¨Che¨ Guevara para ser llevado a cabo en noviembre de 1962 y que hubiera ocasionado miles y miles de muertes y hubiera destruido parte de Nueva York de no haber sido descubierto y frustrado por el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos. 
La noticia fue cubierta en el diario New York Times del 18 de noviembre de 1962 pero hoy se conocen más detalles de ese horrendo plan que había ya pasado de la fase de planificación. Los escritores Humberto Fontova y Servando González han investigado sobre dicho plan que muy probablemente hubiera tenido una cifra más alta de muertes que la cantidad del luctuoso 9/11, ya que los atentados se iban a llevar a cabo en múltiples lugares, entre ellos las tres tiendas más grande del mundo en ese entonces, y en una fecha donde se alcanzan las cifras máximas de venta del año por los bajísimos premios que se ofertan en el llamado ¨Viernes Negro ¨, que siempre es el día posterior al Día de Acción de Gracia o ¨Thanksgiving Day¨ y el Día de la Parada de la tienda Macy's correspondiente al año 1962. Los detalles de dicho plan que aparecen en este artículo son del artículo Castro and Che's foiled (and forgotten) 9 /11 de Humberto Fontova y del libro The Nuclear Deception: Khruschev and the Cuban Missile Crisis, de Servando González. El artículo de Humberto Fontova puede leerse en idioma español, gracias a la traducción de Ernesto Hernández Busto, en:

El 3 de octubre de 1962 llegó a Nueva York Roberto Santiesteban Casanova, un hombre de confianza de los Castro, que era experto en técnicas terroristas que se había graduado en una escuela secreta de terrorismo ubicada no lejos de la ciudad de La Habana; Santiesteban llegaba con fachada de attaché para ocupar un cargo menor en la Misión Diplomática de Cuba en Naciones Unidas. Santiesteban tan pronto llegó a Nueva York se entrevistó con parte del equipo con el que llevaría a cabo el siniestro plan terrorista; algunos de los integrantes con los que se reunió fueron los también attachés Castristas José Gómez Abad y su esposa lsa Monero Maldonado, así como un cubano dueño de una joyería llamado José García Orellana.
Según los resultados de búsqueda que he hecho en Internet en sitios oficialistas Castristas y sitios afines, José Gómez Abad (hijo del guerrillero comunista español José Gómez Galloso, ¨López¨, quien fue muerto mediante garrote vil en España el 6 de noviembre de 1948 por sus acciones guerrilleras) nació en La Habana en 1941 y con 19 años de edad se integró a los Órganos de la Seguridad del Estado de Cuba a los cuales perteneció durante tres décadas. En http://www.kaosenlared.net/noticia/murio-jose-pepe-gomez-abad-hijo-mitico-guerrillero-jose-perez-galloso leemos: 
¨En el transcurso de 30 años, hasta su jubilación, trabajando en la Dirección General de Inteligencia (DGI) del Ministerio del Interior de Cuba, ocupó diferentes cargos y responsabilidades entre ellas el de Jefe de Sección, Ayudante Ejecutivo del Viceministro Primero y Jefe de la DGI.¨
(José Gómez Abad poco antes de morir; foto tomada durante un viaje que hizo a España)
.Luego inferimos sin equivocarnos de que José Gómez Abad era miembro de la Seguridad Cubana cuando fue detenido en Nueva York por participar en el mencionado plan terrorista.
El plan terrorista Castrista consistía en colocar doce dispositivos incendiarios y 500 kilogramos del explosivo TNT en las tiendas Macy's, Gimbels y Bloomingdales, y en la Estación Central de Ferrocarriles de Manhattan. En la página 154 del mencionado libro de Servando González se añaden otros objetivos: la Estatua de la Libertad, la Terminal de ómnibus de la calle 42 y refinerías en la ribera oeste del Hudson, en Nueva Jersey. Las explosiones debían efectuarse durante el ¨Viernes Negro¨ del año 1962.
El plan incluía muchas personas y ese fue su ¨ talón de Aquiles¨ por el cual el FBI pudo conocer de dicho plan y neutralizarlo. El FBI estimaba que hasta 30 personas podrían formar parte del complot, pero Roberto Santiesteban Casanova, José Gómez Abad y su esposa Elsa Monero Maldonado, una ex guerrillera de la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista que había pertenecido al III Frente Oriental ¨Mario Muñoz Monroy¨ eran los tres más importantes. Otros complotados – según Humberto Fontova-eran miembros del capítulo en Nueva York del Comité "Fair Game for Cuba" o ¨Trato Justo para Cuba¨; organización que se haría muy famosa después que al ser detenido Lee Harvey Oswald por el asesinato del Presidente John F. Kennedy se les ocuparon algunos volantes de esa organización.
El 17 de noviembre de 1962 Santiesteban fue capturado después de correr intentando escapar mientras masticaba y se tragaba algunos papeles; en el suelo intentó sacar su pistola cuando era sometido por los agentes del FBI. José y Elsa fueron arrestados sin resistencia al salir de su apartamento. Los terroristas José y Elsa se acogieron a su inmunidad diplomática y pese a ellos haber reclutado a tres persona en los EE.UU. para ese plan, incluyendo entre ellos a una mujer norteamericana, fueron liberados; el caso de Santiesteban fue un poco más complicado pues no había en el momento de su detención aún presentado sus papeles diplomáticos. Roberto Santiesteban Casanova estuvo preso hasta que U Thant, el entonces Secretario General de la ONU, intervino para que se le diera la inmunidad diplomática, por lo cual fue liberado con 250 000 dólares de fianza y se le permitió salir de los EE.UU. sin ser llevado a la justicia. De Roberto Santiesteban Casanova se supo que estaba en República Dominicana durante la revuelta de abril de 1965 cooperando con el lado rebelde. Se comprobó de que era un miembro de la Dirección General de la Inteligencia Castrista y de su sistema de sabotaje.
El Procurador General de los EE.UU. expresó que ese plan estaba "aimed at the heart of the internal security of the United States of America.", o sea, "dirigido al corazón de la seguridad interna de los Estados Unidos de América."
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Tomado de http://baracuteycubano.blogspot.com

Molina, el héroe que murió lejos…

Por Luis Cino
Desde Cuba
Cubanet / Noticuba Internacional
A inicios de los 60, casi 40 años antes del caso de la Red Avispa, el gobierno cubano orquestó una estrepitosa campaña por la liberación de un cubano preso en los Estados Unidos.

“Libertad para Molina” era la consigna que se repetía insistentemente. No se sabía a ciencia cierta quién era Molina ni cómo había ido a parar a New York. Nadie se preguntaba por qué, si tanto amaba a la revolución, no había regresado a Cuba después de enero de 1959.

Acerca de lo que realmente sucedió con Molina, sólo se sabía la versión oficial. Que Francisco Molina era víctima de una maquinación del imperialismo norteamericano contra la revolución cubana. Como hoy en el caso de los Cinco, no eran necesarias muchas explicaciones. Sólo había que repetir la consigna: Libertad para Molina.

El 22 de septiembre de 1960, una reyerta entre exilados cubanos y simpatizantes de Fidel Castro en el restaurante neoyorquino “El Prado” dejó el saldo de una víctima mortal y dos heridos. La muerta era una niña venezolana de nueve años de edad.

Nunca quedó suficientemente aclarado el trágico incidente. El gobierno cubano culpó del hecho a “gusanos pagados por la CIA”. No especificó cuán partidarios eran “los simpatizantes de la revolución”. Los mal pensados los tildaban de agentes del G2.

Uno de ellos era Francisco Molina del Río. La policía neoyorquina lo acusó de ser el autor de los disparos. Había testigos de los sucesos que afirmaban haberlo visto disparando el arma. Lo identificaban fácilmente. A Molina le
faltaba una mano.

El gobierno cubano afirmó que en el proceso declararon testigos falsos y que existieron arreglos con el fiscal. El abogado defensor, Samuel Neuburger, cuyos sus cuantiosos honorarios nadie sabe quién pagó, no pudo probarlo.

El 29 de junio de 1961, Francisco Molina fue condenado a un mínimo de 20 años de prisión, que amenazaban convertirse en una cadena perpetua.

Inmediatamente, un Comité Pro Libertad para Francisco Molina organizó una ruidosa campaña internacional, pero las gestiones más importantes se movieron por debajo del tapete. Paradójicamente, los años de la Administración Kennedy eran un buen momento para esos trajines.

Molina llevaba más de dos años preso en Estados Unidos, sin apelar la sentencia y con la condena en suspenso, cuando el gobierno cubano inesperadamente otorgó clemencia a 24 ciudadanos norteamericanos que estaban encarcelados en Cuba.

El abogado norteamericano James Donovan, experto en tratos secretos con el régimen cubano desde el caso de los prisioneros de la Brigada 2506, voló a La Habana y gestionó el canje.

Los 24 norteamericanos, acompañados por Donovan, viajaron a Miami en un avión fletado por la Cruz Roja.

Molina regresó a La Habana el 23 de abríl de 1963. Lo recibieron como un héroe. Hizo pocas declaraciones. No porque estuviera muy emocionado, que lo estaba, sino porque no lo dejaron hablar mucho. Luego, no se supo más de él. Se sumergió en un anonimato disciplinado y cederista.

La niña muerta resultaba embarazosa. El rostro y el muñón de Molina no eran demasiado fotogénicos para una revolución que vivía sus años dorados y a la que le sobraban héroes.

Dicen que Molina murió lejos y espantado. No tuvo suerte. Con un poco más de paciencia, hoy hubiera sido un protagonista de tribuna y discurso en la batalla de ideas. Quién sabe. Cuentan que prefirió volver al exilio. Dicen que de lejos, el amor crece, incluso por la revolución.

Fonte: CubaNet
http:www.cubanet.org


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Tomado de http://www.aguadadepasajeros.bravepages.com/

Circuito Sur (Data de Fusilados /Asesinada): Magdalena Urdaneta, asesinada en Nueva York

Este es otro triste caso en que debido a la prepotencia de un esbirro comunista, gatillo alegre nacido en Cuba, una niña murió.

Data: Corría el día 22 de Septiembre de 1960, ya el Dictador de Cuba y su delegación haciendo uso de la consabida demagogia, se habían movido del sitio donde se encontraban desde su arribo a Nueva York, para el Hotel Teresa ubicado en el barrio de Harlem. El motivo de la visita del Dictador a NY, era para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas (En ese hotel fue donde se dio el abrazo con el tristemente celebre soviético Nikita Kruszchev, sujeto que puso a Cuba al borde de su desaparición como Isla {Crisis de los Cohetes 1962}).

Desde la llegada del Dictador de Cuba a la ciudad de los rascacielos, los cubanos que ya estaban exiliados constantemente le hacían actos de rechazo, y sus simpatizantes, por supuesto que también le hacían manifestaciones, pero pletóricos de un asqueante servilismo. Francisco Molina del Río, alias El Gancho, residente de NY y agente del gobierno comunista de Cuba, era uno de los más abyectos cipayos en esas manifestaciones a favor del Dictador.

Ese día 22 de Septiembre, alrededor de las 2:30 p.m., el testaferro agente comunista Molina el Gancho, en unión de otros simpatizantes del naciente régimen marxista, se hallaban sentados en una de las mesa del restaurante El Prado; otra de las mesas era ocupada por cubanos exiliados, los cuales intercambiaban impresiones sobre los piquetes en contra del Dictador. La tensión en dicho salón se hacia sentir, los comentarios en voz alta proveniente de uno y otro lado, así lo ratificaban. En un instante los ánimos se alteraron, y con las voces entremezcladas de: "Gusanos, comunistas, contra revolucionarios", se formó la trifulca. Empellones, golpes, patadas, el local se había convertido en un pandemonio; de pronto, Francisco Molina del Río, alias El Gancho, sacó con su mano sana una pistola, y sin más hizo varios disparos, de los cuales uno de ellos desdichadamente impactó mortalmente en la niña venezolana de 9 años de edad, Magdalena Urdaneta.

Al siguiente día, Magdalena falleció en un hospital.

En el juicio contra Francisco Molina del Río, aparte de los cubanos exiliados, varios testigos independientes (no cubanos), testificaron que Francisco Molina era el sujeto que había hecho los disparos.

A Francisco Molina del Río, Alias El gancho, lo condenaron a 20 años, pero cuando tenía cumplido dos años en prisión, fue canjeado por negociaciones hechas entre el gobierno marxista de Cuba, y los EE.UU.