miércoles, junio 08, 2016

Falleció en Cuba el humorista Héctor Zumbado. Premio Nacional de Humorismo en su primera edición, en el año 2000.

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Alfredo Pong
Ha fallecido en La Habana el célebre escritor humorista Hector Zumbado, quien como dicen algunos ha tenido su segunda muerte, la primera a causa de un llamado "accidente" que en realidad fue un atentado para callarle en sus mejores momentos de lucidez. El llamado extraño accidente según se comentó por fuentes confiables, fue una paliza que le dieron unos agentes de la seguridad del estado porque Héctor cuando se pasaba de tragos daba unas charlas contra el regimen con todo su talento y buen humor. El hecho ocurrió a la salida del bar del hotel Riviera y la emboscada fue brutal los mismos agresores le dejaron tirado en la entrada de emergencias del hospital Calixto García y las secuelas fueron terribles en esa época trabajábamos juntos como profesores del ISDI en la calle Belascoain. Las secuelas fueron tan graves que pasada unas semanas aún no podía reconocer a muchos amigos. Hago esta historia porque ya no pueden hacerle más daño. Fue la epoca en que la Perestroika era una mala palabra. Que en paz descanse uno de los más grandes escritores de humor satírico de nuestro pais. Llegue mi más profundo pesame a su família.
Alfredo Pong
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Jorge Sotolongo Sr.
 
Trabaje con Zumbado en un documental que hice sobre el semanario humoristico DDT. Su ironia y agudeza al escribir o comentar cualquier tema eran proverbiales. Aun lo recuerdo en la barra del Hotel Varsovia bebiendo por las tardes con el periodista Fernando Campoamor. No entiendo por que se quedo en Cuba donde tantas cosas lo amenazaban. Oi decir que tenia una hermana que se dedicaba a la publicidad en Venezuela. Fue su decision quedarse en Cuba. Descanse en Paz.
Jorge Sotolongo Sr.


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Falleció el humorista Héctor Zumbado

Por Redacción Cafe Fuerte
7 junio, 2016

El humorista, periodista y publicista Héctor Zumbado Argueta, un artífice de la sátira costumbrista en Cuba, falleció este lunes en La Habana a los 84 años.

La muerte de Zumbado fue dada a conocer en la edición nocturna del Noticiero Nacional de Televisión, sin dar a conocer las causas del fallecimiento. Desde hacía años el escritor estaba retirado de la práctica periodística y la vida cultural a consecuencia de un accidente cerebrovascular.


(Héctor Zumbado)

A H.Zumbado -como firmaba sus artículos y libros- se le recordará como el escritor que revitalizó y sentó cátedra en el humorismo cubano a través de sus populares columnas en el diario Juventud Rebelde, en una época plagada por la censura, la mojigatería y los límites oficiales impuestos a los contenidos satíricos en los medios de comunicación de la isla.

Limonadas y Riflexiones

Sus columnas dominicales “Limonada” y “Riflexiones” abrieron un paréntesis de sátira y humor criollo en la prensa cubana, y algunas de ellas se convirtieron en monólogos teatrales de arrolladora popularidad, interpretados por Carlos Ruiz de la Tejera.

Nacido en La Habana el 19 de marzo de 1932, Zumbado cursó sus estudios de bachillerato en el prestigioso colegio Baldor hasta 1948, cuando fue enviado a Estados Unidos. En 1950 se graduó de high school y decidió irse a probar suerte a Venezuela como traductor de cartas comerciales.

Tras desempeñarse como auditor en Haití, regreso a Cuba en 1953, y laboró como empleado de seguros y redactor de publicidad hasta 1961.

Posteriormente fue jefe de Publicidad del ya desaparecido Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT) entre 1961 y 1963, e investigador de mercado de la Industria Alimentaria (1963-1968).

Aunque simultaneó desde entonces sus incursiones en el periodismo y la literatura, su actividad periodística profesional comenzó en el diario Juventud Rebelde, en 1968, desde donde saltó a la agencia Prensa Latina para fungir como subjefe de la Zona Norte ( Estados Unidos y Canadá), entre 1970 y 1971.

De los desastres cotidianos

Fue además jefe de redacción de la revista Cuba (1971-1973), de la página humorística de Bohemia (1986-1988) y editor del boletín La Hiena Triste, de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba.

Pero su nombre realmente tomó notoriedad en la vida cubana como columnista de textos satíricos que fustigaban los desastres cotidianos en los servicios públicos, la gastronomía y las confecciones nacionales, así como de otras defornaciones del ser cubano que comenzaban a hacerse epidémicos en la sociedad. Sus aportes entroncan con un Miguel de Marcos en la mejor tradición costumbrista del humor cubano, pero a la vez están impregnados de una personalísima y cáustica visión sobre personajes y hechos de la época que le tocó vivir.

En los años 80 muchos de sus textos escalaron los espacios teatrales y el propio Zumbado se convirtió en libretista de producciones humorísticas con el Conjunto Nacional de Espectáculos.

Entre sus libros más conocidos figuran Limonada (1979), Amor a primer añejo (1980), Riflexiones (1980), ¡Esto le zumba! (1981), Prosas en ajiaco (1984) y Kitsch, kitsch, ¡bang, bang! (1988).

Recibió el Premio Nacional de Humorismo en su primera edición, en 2000.