Dr. Santiago Cárdenas: LA TOUR DISIDENCIA Y LA OPOSICIÓN LEAL
LA TOUR DISIDENCIA Y LA OPOSICIÓN LEAL
Por Dr. Santiago Cárdenas
Especial para Nuevo Acción.
19 de julio de 2016
La oposición leal es un concepto ciento por ciento católico. Desde el solideo de su Eminencia Monsieur Le Cardinal saltó a las cabezas de dos de sus ovejitas periodistas (Payá las llamó los comisarios de Jaime), y a través de “Palabra Nueva” la “lealtad” se diseminó por el mundo.
El término por lo insólito generó múltiples estudios desde la academia y “pegó” en el mundillo de los cubanólogos y opinantes de ocasión. Lo de leal, no viene por Eusebio, el historiador, sino que presupone que existe una actitud desleal en cualquier oposición verdadera a los comunistas cubanos. Así de sencillo; así de trágico.
En el mundo ideal de la involución cubana todo estaba preparado, antes y después de Castro, para darle una oportunidad a los oposicionistas, verdaderos o no, siempre obsequiosos, pacifistas a ultranza, y con alergia al blanco, para sentarlos en las sillas del nuevo capitolio nacional remozado. Para eso está la nueva ley electoral.
Que no falta gente para eso. No voy a mencionar los nombres de mis sospechosos. Pero, una pista que los llevará a las cercanías de la verdad se puede encontrar en la foto histórica de Kerry con los disi-opositores, entre croqueticas y mojitos (foto grande que encabeza este artículo), durante su visita a la Habana. Mis excusas por anticipado a los que se sientan aludidos. Se entiende, con buena voluntad, que allí no todos se comportaron como sordomudos y que siempre la posibilidad de filtraciones estaba presente en las mentes de los asistentes con sus secuelas de persecución y acoso. Claro: “no son todos los que estaban; ni estaban todos lo que son”; según nos recuerda el criollo gracejo.
Pero, la realidad y la perversión intrínseca del sistema de la cual nos habló Pío XII, son muchos más tercas y evidentes que las buenas intenciones del obispo emérito, la mañas de los Castros y las lameculerías de nuestro Presidente, accionando un trípode de “com-unión “ (este último también es un término muy católico).
Se les jodió la cosa. Amaestrar una oposición dócil y complaciente—como entronizó el camarada Dzerhinsinky en el leninismo desde el mismo 1917—se les fue a bolina; aunque el papalote de los complacientes disi-opositores benevolentes aún se mantiene intacto esperando días mejores.
En fin, la postergación del programa de la inserción de los leales se debe a la de la crisis venezolana, el níckel devaluado de Murillo, el neo período especial y la calambrina que genera un pensamiento fugaz de perder el poder, aunque sea dentro de una Asamblea del Poder Popular de mediocres domesticados. Réquiem para la oposición leal organizada… por el momento.
LA TOUR DISIDENCIA.
Es un subproducto de la anterior. Acuñé el término para referirme a cualquier disidente que usa y abusa de su privilegio de viajar al exterior de la isla de manera frívola y/o intrascendente. Dije privilegio.
Al contrario de la oposición leal, la tour disidencia es muy secular y resultó en un éxito evidente para el mono partido cubano. No en balde los oficiales del Ministerio del Interior y los de Inmigración han sido condecorados con honores en el Palacio de la Involución.
Cuando Ud. como dirigente de un grupo o movimiento contestatario dentro de Cuba sale al exterior aprovechando el “permiso” que le concede momentáneamente una tiranía totalitaria, está aceptando tácitamente disfrutar de un status de excepción que no tienen los otros militantes de su grupo, ni los miles de cubanos de uno y otro lado del estrecho que lloran por una visa y tienen una vara de hambre. Si los viajes se realizan frecuentemente a expensas del dinero ajeno y muchas veces para “resolver” asuntos de poco o mínimo interés patriótico Ud. está mordiendo la carnada de la “benevolencia y el descrédito” que le preparó la inteligencia cubana. No se haga el chivo loco. O salimos y entramos todos; o no caemos en el jueguito. Si escozor estas líneas le causan a alguien; que me explique qué haría Gandhi, del que tanto hablamos y estudiamos, en esta situación. Si dudas tiene le recomiendo hablar con un plantado. Posiblemente, muchos de los tour- disidentes no sepan quiénes son, ni lo que hicieron. O lo saben; pero no les convienen recordarlo.
No me gusta la tour disidencia. Nada personal; es solamente un problema de ética elemental.
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