lunes, julio 04, 2016

Esteban Fernández: ¡QUÉ RICO, PAPI !


¡ QUÉ RICO, PAPI !

Por Esteban Fernández
4 de julio de 2016

A través de tantísimos años vividos en los Estados Unidos siento un profundo amor por esta gran nación que nos brinda albergue; y considero que en algunos aspectos, y determinadas cosas, me he americanizado  sin perder mi cubanía.

Mi suprema molestia es con los que exageran su americanismo rayando en lo absurdo y ridículo. ¿Ustedes no han conocido gente que lleva un par de años en USA y ya comienzan con la tontería de preguntar: “Oye  ¿cómo se dice “fart” en español?”  Y hay que contestarles: “¡Se dice PEO, coño!”

Y enseguidita comienzan a querer americanizar sus apellidos. Todavía paso que alguien se llame Jaime y quiera que les digan Jimmy, y también entiendo cuando les padres nombran a sus hijos al nacer Peter o John, los que me sacan de quicio son los que quieren hacer lo mismo con sus apellidos.

En la consulta del médico -el mes pasado- había un latino que estaba en la línea delante de mí y la recepcionista le pidió su nombre y dijo “James Gutere”. Después nos sentamos en el salón de espera y por curiosidad, o por aburrimiento, le pregunté: “Oiga ¿dé que parte es usted? porque su apellido no me suena familiar” Y me dijo: “Oh, soy chileno y mi apellido verdadero es Gutiérrez”. ¡Le ronca la carabina de Ambrosio!

Me dijo, para justificarse: “Lo hago para facilitarle las cosas a los americanos que les cuesta mucho trabajo pronunciar mi patronímico Gutiérrez”. Es decir, que para congraciarse con los anglos nos las ponen en China a nosotros los que hablamos el idioma de Cervantes.

C.N.N. estaba entrevistando a un hispano candidato para no sé qué cargo público y desde el inicio  se identificó como Dave JAPARA. Y acto seguido Anderson Cooper comenzó a llamarlo Mr. Japara hasta que pusieron su nombre en la pantalla y era nada  más y nada menos que el señor Zapata.

Y lo increíble pero cierto es cuando a los 20 meses de estar aquí comienzan a decir cosas como: “Nuestro ejército”… “Nuestra Marina de Guerra” “Cuando invadimos a Irak”… “Marco Rubio es parte de nuestro Senado”

¿No han escuchado a dos latinoamericanos en el market hablándose en Inglés uno al otro con un acento que le traquetea? Si tratan de dirigirse a mí los paro en seco y les digo: “Oye, conmigo pueden ahorrarse lo que aprendieron en ‘Inglés Sin Barrera’ que yo llegué aquí solamente hace 55 años pero le meto al castellano en la misma costura.”

Y en la Pacific Bell conocí a un matrimonio venezolano que hablaban solamente Inglés entre ellos. Los dos eran instaladores. Cuando cogí confianza con el tipo, me atreví a decirle: “Oye, y cuando haces el amor  con tu mujer ¿se hablan en Inglés?” Y muy orgulloso me respondió: “Si, Don Esteban, y cuando está contenta con lo que le estoy haciendo me grita ¡Oh my God!” Y yo le dije para molestarlo: “Pues, mira, yo tuve una relación con “una gordita red neck” en Columbia, Carolina del Sur, cuando estaba en el Army,  y a los dos meses conmigo ya aprendió a decir ¡Qué rico papi!”