sábado, agosto 27, 2016

Gritos y caos interrumpen el juicio en el Senado de Brasil contra Dilma Rousseff por emitir tres decretos que modificaron los presupuestos sin autorización del Congreso y por contratar créditos con la banca pública en favor del Gobierno


Gritos y caos interrumpen el juicio contra Dilma Rousseff

Agencias | Brasilia
26 de agosto de 2016

Un juicio contra la mandataria de Brasil se convirtió en una batalla a gritos y fue suspendido temporalmente este viernes después de que el presidente del Senado declaró que la "estupidez es infinita" y criticó duramente a una colega que cuestionó la autoridad moral del órgano legislativo, reportó la AP.

El segundo día del juicio contra la presidenta Dilma Rousseff tuvo un tenso inicio cuando el presidente del Senado Renan Calheiros decidió retomar un comentario hecho el día previo por la senadora Gleisi Hoffmann, integrante del Partido de los Trabajadores, de Rousseff.

Hoffmann —que como muchos en ambas cámaras del Congreso, está siendo investigada por corrupción— declaró el jueves que nadie allí tenía la postura moral para juzgar a Rousseff.

"No puede ser que un senador esté diciendo cosas como esta", dijo Calheiros, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), del mandatario interino Michel Temer.

  (Vista del senado brasileño durante la apertura de la primera sesión de la fase final del juicio político contra Dilma Rousseff en Brasilia. (EFE))

En una bizarra y acalorada discusión con Hoffman y otros senadores, Calheiros declaró que había pedido a la Corte Suprema no allanar la casa de Hoffman, aparentemente tratando de tocar el punto de que nadie debe meterse con los legisladores federales.

"Estoy muy triste porque esta sesión es sobre todo una demostración de que la estupidez es infinita", agregó el líder del Senado.

Con varios senadores gritando a la vez, el jefe de justicia Ricardo Lewandowski pidió un receso de cinco minutos, luego cambió de opinión y dijo que el órgano legislativo reanudaría sesiones después de almorzar.

Se preveía que testigos de la defensa declararan el viernes.

La primera mujer presidenta de Brasil está acusada de efectuar maniobras fiscales para ocultar déficits. Rousseff, quien está a la mitad de su segundo mandato, niega haber cometido violaciones y dice que sus enemigos están conduciendo un golpe de estado.

Sus detractores dicen que ella lo hizo para fortalecer su respaldo y argumentan que esas maniobras profundizaron la crisis en la mayor economía de Latinoamérica.

Lula y exministros acompañarán a Rousseff al Senado el próximo lunes

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acompañará el próximo lunes hasta el Senado a su sucesora, Dilma Rousseff, quien declarará en el juicio político que le puede costar el cargo, informaron este viernes fuentes parlamentarias, reportó EFE.

"Hemos conversado y (Lula) ha dicho que irá (al Senado), igual que algunos de los ministros" del Gobierno de Rousseff, declaró el jefe del grupo del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara Alta, Humberto Costa.

Según Costa, la intención es prestar "solidaridad" a Rousseff en momentos en que corre un serio riesgo de ser despojada del poder en el juicio político, cuya fase final comenzó este viernes y deberá llegar concluir entre los próximos martes y miércoles.

En el inicio de la fase final del proceso, el Senado comenzó a escuchar este viernes por última vez a los testigos de la defensa y la parte acusadora, que completarán sus declaraciones entre la noche y la mañana del sábado.

El trámite será retomado el próximo lunes, cuando Rousseff se presentará ante el Senado para exponer personalmente sus alegatos finales.

Después de la comparecencia de Rousseff se abrirá un espacio para debates y luego el Senado procederá a la votación final, que está prevista para el martes o miércoles y en la que se decidirá si la mandataria finalmente será destituida.

Rousseff, suspendida de sus funciones desde que se instauró el proceso, el pasado 12 de mayo, responde por emitir tres decretos que modificaron los presupuestos sin autorización del Congreso y por contratar créditos con la banca pública en favor del Gobierno.

Esas operaciones están vetadas por las leyes brasileñas, que las incluyen entre los "delitos de responsabilidad" que la Constitución establece entre las posibles razones para la destitución de un gobernante.

Si Rousseff fuera destituida, su mandato, que vence el 1 de enero de 2019, será completado por Michel Temer, quien como vicepresidente la sustituye desde el momento en que fue suspendida para responder al juicio político.

No obstante, si fuera absuelta, recuperará el poder una vez que la sentencia sea publicada.