domingo, diciembre 18, 2016

Marta Arce: La izquierda americana se vuelve loca y cuestiona la victoria de Donald Trump



La izquierda americana se vuelve loca y cuestiona la victoria de Trump

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El cineasta Michael Moore, el economista Paul Krugman y varios actores de cine se niegan a aceptar el resultado electoral.
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Por Marta Arce
2016-12-18

Durante el último cara a cara entre Donald Trump y Hillary Clinton, la izquierda estadounidense reaccionó horrorizada cuando el magnate no aclaró si aceptaría el resultado de las elecciones en el caso de que él resultase perdedor.

La propia Hillary Clinton calificó las declaraciones de "horrorosas", le acusó de denigrar la democracia e incluso aseguró que "cada vez que Donald piensa que las cosas no van como él quiere, asegura las cosas están amañadas en su contra".

(Fotos añadidas por el Bloguista de Baracutey Cubano)

Pero ahora las tornas han girado y tras fracaso electoral de Clinton, una buena parte de la progresía demócrata se revuelve contra el resultado electoral y se agarra a todos y cada uno de los resquicios existentes para evitar que Donald Trump llegue a ocupar la Casa Blanca, ignorando así la voluntad de los votantes.

"No tiene derecho a entrar"

Uno de los ejemplos más radicales es el del cineasta Michael Moore, que tras su frustrado ascenso a la Torre Trump, mantiene su cruzada particular contra el presidente electo Donald Trump. En esta ocasión el director de Bowling for Columbine ha vuelto a la carga asegurando que Trump "no tiene derecho" a entrar en la Casa Blanca.

Moore, visiblemente desmejorado físicamente, afirmaba este sábado en una entrevista emitida por la cadena de televisión norteamericana MSNBC, que hay demasiadas preguntas sin resolver con respecto a los contactos que el equipo de campaña de Trump ha mantenido con Rusia durante la campaña electoral.

Por ese motivo, Moore ha realizado un llamamiento a la protesta, la obstrucción, la interrupción de los procesos e incluso la desobediencia civil. "Tenemos que luchar de todas las formas hasta el día de la toma de posesión y estar preparados para seguir peleando ley tras ley el día después", ha asegurado.

Moore otorga plena fiabilidad al informe secreto de la CIA en el que se afirma que Rusia ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones a través de la filtración de los correos electrónicos del equipo de campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton: "Los estadounidenses tendríamos que saber qué demonios estaba pasando. Y él (Donald Trump) no tiene un mandato. Eso tiene que decirse una y otra vez".

"Permitir un nuevo 11-S"

El economista y columnista del NY Times, Paul Krugman, sugirió que Trump tiene un "incentivo" para permitir que suceda un nuevo 11-S al comienzo de su mandato. En su perfil de Twitter, Krugman apuntaba que un atentado de esas características ayudaría a disipar la "nube de ilegitimidad" que cuelga sobre Trump.


El magnate contestó al columnista el pasado sábado por la noche tras un evento en Alabama donde afirmó que "este tipo es un demente". "Piénsalo", dijo, "miles de personas murieron y dijo que yo querría tener otra catástrofe como esa porque es buena para mi base". Y bromeó, "por ese motivo The New York Times está fallando. Nunca cambiarán".
"Cambiar el curso de la historia"

Un grupo de actores de cine y televisión han participado en un vídeo amparado por la organización "Unite for America" para pedir a los compromisarios del Colegio Electoral que ignoren la voluntad de los estadounidenses y no confirmen la elección de Donald Trump como presidente.

Caras conocidas como los actores Martin Sheen, Debra Messing o Bob Odenkrik insisten en que Trump no es apto ni competente para ocupar la presidencia del país y apelan directamente a los compromisarios: "Tienes la posición, la autoridad y la oportunidad de entrar en los libros como un héroe americano que cambió el curso de la historia".

En el sistema electoral de Estados Unidos, la población no elige directamente al presidente sino que votan a una serie de compromisarios que acudirán al colegio electoral a partir de este lunes 19 de diciembre para elegir al presidente. Como hay 538 compromisarios en total, un candidato necesita al menos 270 para ser elegido. Para conseguir que Donald Trump no llegue a La Casa Blanca, un total de 37 electores del Partido Republicano tendrían que cambiar su voto hacia otro candidato, algo que parece improbable pero no imposible.