Aldo Rosado-Tuero: LA TRANSMISIÓN DE “LEYENDAS DEL EXILIO”, UNA BATALLA QUE NO PODEMOS PERDER
Por Aldo Rosado-Tuero
15 de mayo 2018
Para los que hemos dedicado toda una vida a enfrentar al taimado y astuto enemigo castro comunista, y conocemos todas sus triquimañas y torcidas jugadas, que usualmente ponen en práctica para lograr sus objetivos, es difícil que no lleguemos a pensar que hay una extraña–¡extrañísima!—situación, en lo referente a la demorada presentación de la segunda temporada de la magnífica serie de Lilo Vilaplana “Leyendas del Exilio”, que debió comenzar a transmitir el canal 41 hace ya algunas semanas.
La lógica indica que si la primera temporada pudo ser presentada con suficientes anunciantes y que fue un rotundo éxito, alcanzando altísimos ratings, la segunda temporada debía tener mayor número de anunciantes para patrocinar un programa con un éxito asegurado.
Pero ocurre que el tiempo pasa, la serie no se repone, el canal guarda un misterioso y sospechoso silencio…y comienzan a aparecer nuevos y abundantes anuncios que patrocinan otros programas en el canal, de buena cantidad de compañías ligadas económicamente a la tiranía—agencias de viaje y de envíos de paquetes, compañías dedicadas a vender celulares y tiempo para esos teléfonos en el Archipiélago, así como mercancía y pacotilla barata para los alegres “refugiados” que después de un año y un día viajan seguidamente a Cuba.
Y yo, me tengo que preguntar: ¿Estamos en presencia de “una medida activa” del castrismo destinada a forzar a los inversionistas de la telemisora a suspender la serie, mediante el chantaje publicitario, con la amenaza de retirar los abundantes comerciales que han logrado últimamente para otros programas, pero ninguno para “Leyendas del Exilio”?
Es innegable que la primera temporada mostró una fase de la lucha contra el totalitarismo castrista que la tiranía y sus acólitos, cómplices, quinta columnistas y “compañeros de viaje”, resintieron grandemente, por lo tanto no sería aventurado ni una fantasía creer que la orden vino de La Habana, para impedir que el trabajo de Lilo y sus actores y técnicos saliera a la luz pública, sobre todo si se tiene en cuenta que esta segunda temporada incluye a conocidísimos luchadores de la línea dura contra el castrismo, tales Angel de Fana, José Dionisio Súarez Esquivel, Reinol Rodríguez, Cary Roque, Hugo Sueiro y otros a los que los jerarcas de la castrocracia odian a muerte.
Recordemos que Eudocio Ravines denunció en “La Gran Estafa” que los rojos se encargan con su bien engranada máquina de difamación de convertir en “palos de gallinero” para que nadie los quiera tocar, a intelectuales, escritores, artistas, promotores que se atrevan a desenmascarar sus tácticas y sus mentiras. Lilo Vilaplana dejó su bien ganado puesto como director de cine y televisión en Colombia y México, para venir a Miami a poner su grano de arena en la lucha por la libertad de su patria, Cuba, por lo tanto sería una canallada y una cobardía que ahora, cuando enfrenta el ataque de la jauría de los perros del castrismo. Lo dejáramos solo.
De ser cierta esta sospecha, estimo de que es hora de que los verdaderos anticastristas que aún quedan por estos lares, comencemos a movilizarnos y hagamos saber a la gerencia del Canal 41, que si sucumben a los chantajes del castrismo, también tendría circunstancias adversas para su economía, por el retiro de anunciantes actuales que no responden a los deseos del régimen de la Habana; y a la pérdida de una gran cantidad de televidentes que estamos dispuestos a llevar esto hasta las últimas consecuencias.
Pero no podemos conformarnos con la denuncia. Al enemigo hay que derrotarlo usando sus mismas tácticas y armas. Estimo que debemos comenzar a exhortar a comerciantes no cómplices de la tiranía—que son “un montón, burujón, puñao”—a que demuestren que están dispuestos a patrocinar “Leyendas del Exilio”, anunciándose en el espacio que le asignará el canal 41 a esta segunda temporada. Dinero y negocios para lograr esto, hay más que suficiente en este Miami nuestro, que ya—si continuamos con esta apatía para las cosas de la patria—muy pronto dejará de ser nuestro para convertirse en el Miami de los castristas y de su segunda ola que amenaza con ahogar al Miami combativo, que construyó el exilio histórico y militante.
¡ARRIBA CORAZONES!
1 Comments:
Pues Aldo.... aunque no estemos seguros...huuummmm.... soy siempre de pensar y esperar lo peor de los castristas, como me enseñara mi padre, y rara vez me DEFRAUDAN. Asi q como son muy capaces de eso y mas, debemos de unir voces, como bien dices, y luchar como podamos para sacar esta noble causa adelante. Gracias!
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