martes, julio 10, 2018

Rafael Azcuy González: DESAFÍO INELUDIBLE: TERMINAR CON LA CUBA COMUNISTA


DESAFÍO INELUDIBLE: TERMINAR CON LA CUBA COMUNISTA


Por  Rafael Azcuy González
8 de julio de 2018

Un reto se impone ante el incansable presidente de los Estados Unidos de América: ser el mandatario de la Gran Nación a quien corresponda el honor de terminar con el último vestigio comunista del Continente. Advertía Don Quijote a Sancho Panza que en la demora está el peligro y en el caso cubano esa gran demora de casi 60 años originó la metástasis que se extendió por todo el mundo con diferentes formas: movimientos de liberación nacional izquierdistas,”colaboraciones” internacionalistas, apoyo a las izquierdas y a la Internacional Comunista, golpes de estado, secuestros, asaltos a bancos y otras propiedades, atentados, terrorismo,narcotráfico internacional, contrabando, socialismo del siglo XXI hasta la intervención armada directa en diferentes conflictos fratricidas por todo el mundo y en especial en África.

   Tampoco pueden olvidarse los grandes éxodos preparados por los Castros para aliviar situaciones de desespero internas que comenzaron desde los primeros años, incluida la Operación Pedro Pan, Camarioca , los Vuelos de la Libertad, la Crisis de la Embajada del Perú y el Mariel, y la de  los balseros que provocaron gran conmoción en los Estados Unidos al entrar cientos de miles de personas apenas identificadas con el consiguiente colapso de  las instalaciones para refugiados  y otras  no preparadas para atender semejantes contingencias.

   Es un hecho que desde los primeros meses del triunfo  castrista comenzaron los furtivos intervencionismos armados  en diferentes países latinoamericanos, incluso en Argelia, los cuales no fueron censurados por Washington  ni impedidos de forma enérgica como correspondía. La traición hecha a los brigadistas de Bahía de Cochinos así como la falta de apoyo a los alzados del Escambray ensombrece la  luminosa historia de la Gran Nación  Norteamericana abanderada de la libertad y la democracia en todo el mundo. Con los acuerdos tomados por Jruschov y Kennedy en 1962 tras la Crisis de los Misiles, los Castros quedaron con las manos libres para sus actividades criminales por todo el mundo, pues los Estados Unidos se comprometieron a no intervenir en Cuba permitiendo para siempre la brutal dictadura comunista.

   También es un hecho que el autoproclamado Comandante en Jefe rebelde al llegar a la sierra permitió el cultivo y comercio de la mariguana en la Sierra Maestra, que desde hacía varios años controlaba el por él nombrado comandante, Crescencio Pérez. Luego del triunfo rebelde en 1959 dentro de las estrategias políticas y económicas del régimen  siempre estuvo presente el narcotráfico como forma muy lucrativa para obtener recursos y corromper la sociedad norteamericana, pues como había expresado en carta manuscrita a su ayudante  Celia Sánchez desde los días de la lucha guerrillera, el objetivo de su vida era luchar contra los norteamericanos.

   Sobran las evidencias que vinculan al régimen de La Habana con este maldito flagelo de la humanidad, donde el Departamento América jugó un importante papel al igual que el MC que timoneaba los hermanos La Guardia con el propósito de romper el ¨bloqueo imperialista”. Pablo Escobar y sus principales colaboradores visitaron la Isla con miras  al incremento del tráfico de estupefacientes. Es aplastante el testimonio del teniente coronel Juan Reinaldo Sánchez, ex-jefe de la escolta del fallecido tirano Castro, quien fuera testigo de  la magnitud del negocio de las drogas y de la involucración de su jefe en el mismo.

   Antes del amañado juicio por narcotráfico en la causa uno de 1989 contra el general Ochoa, los hermanos La Guardia y otros con el fingido propósito de rescatar la imagen de la revolución, así como la número dos del mismo año que involucró al propio  ministro del interior y a otros altos jefes que pararon en la cárcel con largas condenas, ya el gobierno norteamericano disponía  de una amplia información sobre la vinculación del gobierno cubano en el narcotráfico internacional y se proponía detener en plena faena en el mar al almirante Aldo Santamaría, jefe de la marina de guerra en una expedición de narcóticos, para así ser presentados a las cortes en Estados Unidos, pero la detención de Ochoa y sus compañeros hizo fracasar este intento.

   Que sabemos, nunca se ha dado a conocer por parte de Estados Unidos la documentación sobre este proceso que vinculaba con fuertes evidencias a Cuba  con el narcotráfico internacional, sobre todo hacia Estados Unidos proveniente de Sur América.

 Creo que nunca se podrá evaluar el daño que Cuba comunista ha hecho a la sociedad y sobre todo a la juventud norteamericana con la introducción de cientos de toneladas de drogas a lo largo de casi 60 años. No puede olvidarse que el caso de Colombia es un engendro diabólico de los Castros desde los tiempos de Marulanda Tiro Fijo y otros jefes guerrilleros ocupados en exclusiva de las drogas y su negocio hacia el Norte: En Cuba se entrenaron, financiaron y  armaron y allí también se diseñó la estrategia a seguir con las drogas, por eso  hoy no resulta extraño que las llamadas conversaciones de paz se realicen allí.

   Afirmaba Ortega y Gasset que “yo soy yo y mi circunstancia”. Si las circunstancias son propicias(falta de padres, de ejemplo, promiscuidad, pobreza extrema) las drogas oportunistas jugarán su triste papel y seguirán condenando a millones de norteamericanos a ese nefasto destino. Se estima que en Estados Unidos hay 27 millones de adictos. Cada 19 minutos muere una persona por sobredosis de heroína y la sociedad sufre las consecuencias de la criminalidad, el abuso, la violencia, el descuido de niños, las masacres escolares, los accidentes de tránsito, asociados al consumo de las drogas y al alcohol. Cabría preguntarse: ¿Cuántas de estas víctimas son consecuencia del papel jugado por los Castros en el narcotráfico hacia Estados Unidos?.

   Tampoco podemos olvidar que  a medida que se desclasifican  nuevos documentos sobre el magnicidio del presidente Kennedy aparecen nuevas evidencias que vinculan cada vez más  su asesinato con el dictador cubano.

   Los Castros prosiguen en su labor subversiva y criminal: Venezuela, Colombia, Nicaragua. Allí están sus sicarios represores como asesores y soldados de fila prestos a disparar a la cabeza de nuestros jóvenes latinoamericanos, manipulando las elecciones, enseñando a reprimir a hacer mítines y otros actos de repudio, a organizar las turbas, a estimular y proteger el narcotráfico del que sus gobernantes socialistas han hecho fabulosas fortunas. Han pasado ya numerosas administraciones norteamericanas y los Castros siguen ahí en su labor diabólica que tanto daño ha traído no solo al pueblo cubano sino a toda Latinoamérica y a los propios Estados Unidos. ¿Cómo es posible que el cáncer castrista siga ahí extendiéndose, haciendo metástasis en tierras americanas  desde hace casi 60 años?.
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Manuel de Beunza. Historia del Espionaje Cubano y su Presencia en Venezuela.

 Parte 1



Parte 2
(Aquí Manuel de Beunza  habla de una reunión donde participa él, Fidel Castro, Osmany Cienfuegos, Tony La Guardia y José Abrantes  sobre narcotráfico ya que Beunza debía opinar sobre la posibilidad de lavar el dinero procedente del narcotráfico en las compañías fantasmas que el creaba junto a Soberón y otros)


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Tomado de http://comunismogenocida.blogspot.com

Las guerras secretas de Fidel Castro (I parte; 1959)

EL CASO PANAMÁ

Por Juan F. Benemelis

Panamá es un caso especial,el partido comunista de Panamá, estaba subordinado al de Cuba durante la época anterior a Castro.por lo que este país fué una prioridad para Castro a la hora de intervenir en otros países latinoamericanos fuera de Cuba,e implementar un régimen al estilo cubano . El 16 de abril de 1959, el diario La Estrella de Panamá publicó alarmado que se avecinaba una invasión de Panamá por extranjeros mercenarios y con el condominio de algunos panameños que se encontraban en Cuba. La primera agresión del castrismo se lanzaba contra este Istmo anclado en pleno corazón continental.

Se entrenaron 200 hombres en Pinar del Río ,a cargo del jefe guerrillero Dermidio Escalona. La expedición armada, integrada por unos 82 cubanos, dos panameños y un norteamericano, estaba dirigida por el cubano César Vega, un viejo compañero universitario de Castro y expedicionario de cayo Confite, que llamaba la atención con sus pómulos salientes y su mirada de poseso. A bordo de la motonave cubana Mayarí, partió el grupo desde el surgidero de Batabanó, al sur de La Habana, hacia Panamá el 19 de abril, y desembarcó en un lugar conocido como Playa Colorada, para secundar un alzamiento armado que se había originado en el cerro Tute. El día 22, la guardia panameña hizo prisioneros a dos integrantes del contingente, un estudiante panameño de apellido Picans y un cubano de nombre Gilberto Betancourt, que había sido capitán de las células de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en La Habana, y que posteriormente fue fusilado en Cuba por oponerse al gobierno de Castro.

Ante el fracaso de la expedición, el gobierno de Castro se vió obligado a cooperar con la Organización de Estados Americanos al remitir a dos miembros del departamento de inteligencia del ejército, el capitán Armando Torres y el teniente Fernando Ruiz, para que instasen la rendición de los expedicionarios ante la comisión de la OEA en la zona del Canal.

La invasión fue un fracaso desde el primer instante, al naufragar las barcazas en las marismas y riscos de Nombre de Dios, donde hubo la única baja de la acción, un cubano que se enamoró y caso con una bella panameña del lugar; los invasores, por otra parte, escogieron una zona demasiado desolada para la guerra de guerrillas, y al final tuvieron que ser rescatados por buques de la marina de los Estados Unidos.

El primero de mayo, Vega capitulaba ante una comisión de la OEA. Esta intrusión para derribar al gobierno del presidente Ernesto de la Guardia, fue el fruto de una compleja intriga latinoamericana, donde se complotaron varios personajes, entre ellos el pro castrista Rubén Miró, el doctor Roberto Arias, y un gigoló panameño casado con la bailarina británica Margot Fonteyn.

A la sazón, Castro se hallaba en un viaje a los Estados Unidos y Canadá, y este fracaso se transformó en un punto de fricción para el cubano en la prensa y los círculos políticos de muchos países. Castro se reunió con Raúl en Tejas, para que éste le notificase los pormenores del fiasco panameño; sería la primera y última vez que ambos hermanos se hallarían simultáneamente fuera del país.

TRUJILLO "CHAPITAS"

Castro siempre había tenido en la mirilla al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo:La sombra del dictador dominicano,se encontraba muy presente en Cuba: El fué uno de los financistas del movimiento 26 de Julio,proporcionando dinero y armas al grupo que se encontraba en Méjico,interesado al igual que éstos en derrocar a Batista. Además Castro en 1948,había formado parte de una fracasada expedición(expedición de Cayo Confite)para derrocar al dictador.

Durante las primeras semanas del triunfo revolucionario ,se había iniciado el entrenamiento en las montañas cubanas a un grupo de dominicanos que en su mayoría fueron reclutados en los Estados Unidos, mientras la emisora oficial habanera, Radio Rebelde, desencadenó un barraje de trasmisiones hacia Haití y Santo Domingo llamando a la rebelión.

El 14 de junio de 1959 todo estaba consumado; varios yates artillados, un guardacostas y tres fragatas, conjuntamente con tres C-46, un B-26 y un P-51, del ejército cubano, secundaron desde la provincia oriental el lanzamiento de la “operación domeñar”, que comprendía un desembarco combinado de 200 cubanos y dominicanos en las playas de Constanza y Puerto Plata bajo el mando de los oficiales de Castro: comandante Delio Gómez Ochoa y capitán Enrique Jiménez Moya. Este último, compañero de Castro en la malograda correría de cayo Confite.

Castro envió a Caracas, a quien en aquel entonces era su ministro de defensa, Augusto Martínez Sánchez, para recabar el apoyo a esta invasión del presidente venezolano Rómulo Betancourt, enemigo histórico de Trujillo; pero el mandatario venezolano no aprobó públicamente la invasión. Los servicios secretos de Trujillo no tuvieron que realizar un gran esfuerzo para conocer los planes de Castro, y Trujillo esperaba con todo su ejército movilizado. Los invasores, abrumados por calamidades naturales, fueron rodeados y aniquilados y el comandante Gómez Ochoa fue capturado en los arrabales costeros.

Trujillo ordenó que no se hicieran prisioneros entre los apresados en Constanza y Maimón; su ejército privado entró en el cerco, armado con machetes, y con ferocidad persiguió a los invasores en medio de mangles y charcas, cortándoles las manos a los prisioneros cubanos y dominicanos, que morían desangrados. El saldo de esta matanza de crueldad sin par sería de 217 muertos, ningún herido y 7 prisioneros; entre los cadáveres se hallaban los jefes cubanos Jiménez Moya y Horacio Rodríguez.

El exiguo apoyo que tuvo en el consternado continente esta invasión dominicana, impidió que Castro lanzará un segundo contingente que esperaba sus órdenes en el poblado oriental de Baracoa. El delegado dominicano ante la OEA, embajador Virgilio Díaz Ordóñez, solicitó a esta organización que pusiera en práctica el procedimiento de consulta previsto en el Tratado de Río de Janeiro, pero el consejo no accedió por encontrarse República Dominicana bajo una dictadura rechazada en el continente. En su lugar, convocó a una reunión de consulta de cancilleres en Santiago de Chile.

OPERACIÓN "TONTON MACOUTES"

El 14 de agosto de 1959, un mes después de la fracasada intentona en la República Dominicana,se iniciaba un nuevo ciclo,la "Operación Haití", el 8 de enero de 1959. El delegado de Castro en Haití durante la insurrección, Antonio Rodríguez Echazabal,vinculado a la oposición duvalierista, sostuvo una larga entrevista con Castro donde se estableció el pacto para lanzar una revolución en las montañas occidentales de la isla La Española.

Se conformaron los cuadros militares,y se inició una campaña de reclutamiento en las colonias haitianas de Nueva York,Méjico,Caracas,Barbados y las Bahamas.El cuartel militar se ubicó en el poblado de Jamaica (a pocos kilómetros de la Habana),y la oficina de alistamiento ,funcionaba a pocos metros del centro de ésta última ciudad.

Por ese lugar pasaron más de 500 voluntarios; la organización Triple-A, dirigida por Aureliano Sánchez Arango, que igualmente luchó con sus guerrillas contra Batista, ofreció las embarcaciones necesarias. La emisora cubana, Radio Progreso, comenzó a trasmitir una programación en francés, dirigida a los conspiradores dentro de Haití. Los cubanos aumentaron la parada y el esbozo original incluyó una escala para nuevamente invadir República Dominicana.

Pese a las filtraciones de información y a las denuncias de Francois Duvalier,ni Trujillo,ni Washington,ni los servicios secretos franceses ,tomaron en cuenta esta amenaza. Un contingente de cubanos secundado por varios haitianos, acaudillados por los oficiales del ejército de Castro, comandante Henry Fuentes y el capitán Ringal Guerrero, desembarcó en Les Irois, el 14 de agosto, para derrocar a Duvalier. Fuentes. El primer grupo estaba formado por 18 cubanos, 10 haitianos y 2 venezolanos, el cual debía sumarse a una columna del ejército haitiano, que supuestamente se amotinaría. Tres días después, el canciller haitiano, Louis Maré, acusaba de agresión a Cuba ante una estupefacta conferencia de cancilleres del continente reunida en Chile, que se desayunaba con la noticia asombrosa de la invasión cubana a Haití.

La reacción militar haitiana, encabezada por el general Mercerón fue de íntegro apoyo a Duvalier, quien concentró toda su soldadesca en las montañas de Caracausse y el día 20 de agosto estalló el conflicto que concluyó desfavorablemente para las armas cubanas. Muy pocos de los invasores lograron escapar a esta breve y monstruosa matanza. Los periodistas eran llevados al teatro de los acontecimientos donde apreciaban aterrados la hilera de cadáveres.

El gobierno haitiano denunció la intromisión cubana en la reunión de consulta de cancilleres, en Santiago de Chile, convocada tras la protesta dominicana en junio, reiterada en la comisión interamericana de paz, ante la cual se definió la acción dirigida desde La Habana como un caso típico de intervención, violatorio de la convención sobre deberes y derechos de los estados en caso de luchas civiles, suscrita en la capital de Cuba en 1928.

La subcomisión del organismo regional visitó Haití y entrevistó a cinco prisioneros cubanos supervivientes de la referida expedición, entre ellos, Manuel Rodríguez, Santiago Torres, Antonio Panseca, Osmani Escalante6. Haití rompió relaciones con Cuba, y el líder rebelde haitiano, Louis Dejoie,que fué uno de los que encabezó la intentona, escapó de La Habana hacia Miami, donde fue arrestado.