sábado, agosto 18, 2018

Esteban Fernández: LA FALTA DE ORGULLO DE LOS ANTEPASADOS CUBANOS

LA FALTA DE ORGULLO DE LOS ANTEPASADOS CUBANOS

Por Esteban Fernández
17 de agosto de 2018

Observe usted que cada vez que hablo de mi orgullo por mi generación y sobre todo por la generación que me precedió que llevaron a la Cuba del pasado a la prosperidad e hicieron de Miami una gran ciudad me salen algunos a contradecirme.

Y no me llevan la contraria tranquilamente sino en una forma descompuesta y agresiva. Y dicen cosas como: “Sí, la generación que perdió a Cuba, la generación puso letreros en las fachadas de sus hogares  de “Esta es tu casa Fidel”.

Sinceramente siento una mezcla de ira y de lástima porque no están hablando de usted ni de mí, están hablando de sus padres, de sus abuelos, de sus antepasados. Ellos no nos vieron a nosotros luchando a brazos partidos contra la implantación del régimen totalitario.

Entonces ¿Qué generación de cubanos vieron ellos aplastados, sumisos, y diciendo constantemente anta cada barrabasada del tirano “comandante en jefe ordene”.

Obviamente hablan de lo que ellos observaron en sus casas, entre los antepasados de ellos y de sus amigos,  y prácticamente entre todos los viejos que los rodearon.

Enséñeme usted un joven cubano exiliado que su padre haya estado recluído 10 años en Boniato, o que su abuelo haya sido ardientemente militante del MRR o del Movimiento 30 de Noviembre y fue fusilado en la Cabaña por el Che Guevara y que diga que: “Mis antepasados fueron unos pendejos”.

Nos ponemos bravos ante tanta ignorancia, pero compasión nos deben producir los que tratan de involucrar a dos generaciones de cubanos por la actitud de “Papito paredón y mamita Comité”.

¿Creen ustedes que yo estuviera escribiendo estas líneas si mi padre hubiera sido “Guardafronteras” y hubiera asesinado a  niños y mujeres indefensas dentro del remolcador 13 de Marzo? No, estuviera en Miami soltando en casa esquina el clásico “Que bolá asere” y tirando a todos los patriotas cubanos dentro del saco llenos de milicianos, chivatos y asesinos.

De niño yo me crie en un lugar donde jamás conocí a nadie orgulloso de que su abuelo fue “guerrillero” en la época de España, sin embargo, el que tenía una sola gota de sangre de descendencia mambisa era admirado por todos.

Y jamás, nunca en la vida, escuché a nadie decir que nuestros antepasados no lucharon por sacar a Cuba de la bota   española.