Apología de la traición. Hermann Tertsch sobre artículo anónimo del NYT de alguien que dice pertenecer a un grupo de «resistencia» dentro de la Casa Blanca dedicado a sabotear la política del presidente Donald Trump
Tomado de https://www.abc.es
Apología de la traición
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El aplauso de la prensa al sabotaje en la Casa Blanca es un regalo para Trump
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Por Hermann Tertsch
Articulista de Opinión
@hermanntertsch
07/09/2018

Hace mucho que la prensa occidental entró en una deriva de irresponsabilidad delirante en su odio incontrolado a Trump. Días después de las elecciones la prensa celebraba las manifestaciones violentas en EE.UU. de izquierdistas que se negaban a aceptar el veredicto de las urnas. No solo esos siguen sin aceptarlo. Su desprecio a Trump como candidato y a sus seguidores, esa gentuza, esos «deplorables» de que hablaba Hillary Clinton, fue la clave de su derrota. Pero también el origen de la mayor, más brutal y más falsaria campaña contra un gobernante legítimo que se recuerda. Ahora se ve que hasta con sabotajes. En venganza por el fracaso histórico de aquella derrota humillante para

Ganó el otro. El malo. Desde entonces se busca delito que colocarle. No han dejado de fabular y buscar. De Rusia van a las putas. De las putas a los negocios. Y de allí vuelta a Rusia. Nada. Y la prensa internacional con docilidad vergonzosa y celo miserable sigue tras a los voceros de los perdedores, NYT y Washington Post. Y patéticos personajillos de la CNN, como Wolf Blitzer y Anderson Cooper, que siguen como aquella madrugada electoral en busca de un condado de Florida que cambiara su suerte, cuando ella ya llevaba horas borracha, incapaz de salir a reconocer su derrota. Aquel colosal escenario de triunfo para la primera mujer presidente quedaba en desangelado hangar en el que todos lloraban por las esquinas y se anunciaba que Hilaria no estaba en condiciones. Esa es la que iba a ser comandante en jefe. No habían contado con la «gentuza deplorable» que desprecian los intelectuales de allí y de aquí. Y voté el pueblo, los que mueren en las guerras y los que trabajan en la paz y no están afectados ni infectados por las pestes de los marcuse y chomskys franfurtianos en las universidades, los que no tienen más ideología que las tradiciones, la lealtad y el sentido común. Esos, aliados con muchos otros ya hartos de la mentira, decidieron que esa mujercita codiciosa e hipócrita no iba a mandar. Ahora resulta que las elites y los funcionarios salidos de estas universidades con adoctrinamiento neomarxista le sabotean. Él lo sabía y lo dijo. Lo tacharon de conspiranoico. Pues ahí lo tienen. Los traidores son ahora los héroes del New York Times. Dense prisa en sabotearle mucho. Porque nada desprecian los honrados y patriotas «deplorables» como la traición. Muchos que podían tener alguna duda dejaron ayer de tenerlas.
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