jueves, mayo 30, 2019

Video. La verdadera historia de la Unión Soviética. Las SS nazis llegaron a colaborar con el NKVD soviético

La verdadera historia de la Unión Soviética


***********


Aunque el vídeo demuestra que fue emitido en el canal Historia, no recuerdo haberlo visto nunca en él estos últimos años. Y no me extraña, porque echa por tierra todo el blanqueamiento del comunismo que lleva a cabo buena parte de la izquierda europea desde hace décadas, un blanqueamiento frente al que algunos no toleran discrepancia alguna, por mucho que haya abundantes pruebas y documentos para desmontarlo. El documental demuestra que los crímenes del comunismo no eran algo accidental en esa ideología, sino que eran la consecuencia lógica de un afán por imponer una sociedad teóricamente perfecta, sacrificando para ello a determinados colectivos sociales, igual que el nacional-socialismo. Unas prácticas genocidas que, contra lo que piensan muchos, ya las inició Lenin, un brutal dictador cuyos retratos siguen colgando de las paredes de muchas sedes de formaciones comunistas en España y en el resto de Europa.

Las SS nazis llegaron a colaborar con el NKVD soviético

El documental ofrece pruebas de los paralelismos e incluso de las colaboraciones entre el comunismo y el nazismo, abordando la invasión de Polonia a manos de Hitler y Stalin tras el pacto secreto firmado por las dos dictaduras en agosto de 1939. Se muestra como las SS colaboraron con el NKVD soviético, intercambiándose personas fugadas de ambos países -en el vídeo vemos los listados de prisioneros-, se habla del desfile conjunto nazisoviético en Brest (os mostré las fotos aquí), e incluso se aborda el boicot comunista a los movimientos de resistencia en países ocupados por Alemania (también os hablé de ello aquí). Además, se muestran los horrores vividos durante el Holodomor, el genocidio ucraniano ordenado por Stalin (millones de muertos en una hambruna provocada por la dictadura comunista).

Los vascos, una ‘basura racial’ que debía perecer, según Engels

Uno de los datos más llamativos que da el documental es un artículo publicado por Friedrich Engels en el periódico comunista Neue Rheinische Zeitung (Nueva Gaceta Renana), editado por Karl Marx, el 13 de enero de 1849, en el que el cofundador del comunismo se refería a highlanders escoceses, a vascos, bretones y eslavos del sur como “basura racial” que está “destinada a perecer” en la guerra para implantar la revolución. Que hoy haya comunistas entre todos los pueblos citados es tan paradójico como lo sería que un judío o un negro se proclamasen partidarios del nazismo.
************


(fragmento)
Adolf Hitler: La lucha más fuerte no debía hacerse contra los pueblos enemigos, sino contra el capital internacional. La lucha contra el capital financiero internacional era el punto programático más importante en la lucha de la Nación alemana para su independencia económica y su libertad (...)

    En la medida en que la economía se adueñó del Estado, el dinero se convirtió en el Dios que todos tenían que adorar de rodillas (...) La Bolsa empezó a triunfar y se dispuso lenta pero seguramente a someter a su control la vida de la nación (...) El capital debe permanecer al servicio del Estado y no tratar de convertirse en el amo de la nación.

    Tampoco después de la guerra podremos renunciar a la dirección estatal de la economía, pues de otro modo todo grupo privado pensaría exclusivamente en la satisfacción de sus propias aspiraciones. Puesto que incluso en la gran masa del pueblo todo individuo obedece a objetivos egoístas, una actividad ordenada y sistemática de la economía nacional no es posible sin la dirección del Estado.

    Yo no soy sólo el vencedor del marxismo, sino también su realizador. O sea, de aquella parte de él que es esencial y está justificada, despojada del dogma hebraico-talmúdico. El nacionalsocialismo es lo que el marxismo habría podido ser si hubiera conseguido romper sus lazos absurdos y superficiales con un orden democrático.

    Joseph Goebbels: Nosotros somos socialistas (...) somos enemigos, enemigos mortales del actual sistema económico capitalista con su explotación de quien es económicamente débil, con su injusticia en la redistribución, con su desigualdad en los sueldos (...) Nosotros estamos decididos a destruir este sistema a toda costa (...) El Estado burgués ha llegado a su fin. Debemos formar una nueva Alemania (...) El futuro es la dictadura de la idea socialista del Estado (...) Ser socialista significa someter el Yo al Tú; socialismo significa sacrificar la personalidad individual al Todo.

    S. H. Sesselman (líder el partido nazi en Múnich): Nosotros somos completamente de izquierda y nuestras exigencias son más radicales que las de los bolcheviques.

    Gregor Strasser (presidente del partido nazi entre 1923 y 1925, mientras Hitler estuvo encarcelado): Nosotros, jóvenes alemanes de la guerra, nosotros, revolucionarios nacionalsocialistas, desencadenamos la lucha contra el capitalismo.

El programa político nazi incluía la "eliminación de las ganancias" y de la "esclavitud del interés", la "estatalización" de empresas estratégicas y la "expropiación" forzosa, sin indemnización, de la propiedad privada. Y si bien el régimen nazi no nacionalizó todos los medios de producción, puso la economía al servicio de los intereses del Estado, bajo amenaza de duras penas y castigos (expropiación, cárcel, trabajos forzosos y condena a muerte). No en vano, tal y como razonaba la cúpula nazi, "¿qué necesidad tenemos de socializar los bancos y las fábricas? Nosotros socializamos los seres humanos".

Así, no es extrañar que el último canciller de la República de Weimar, el general Kurt von Schleicher, advirtiera de que el programa nacionalsocialista "apenas era distinto del puro comunismo". De hecho, muchos de los que engrosaron las filas de las temidas SS y SA procedían de las filas comunistas, siendo su fin último el bolchevismo.