lunes, junio 03, 2019

Jorge Hernández Fonseca: Por qué fracasan las conversaciones Maduro-Guaidó en Oslo

Por qué fracasan las conversaciones Maduro-Guaidó en Oslo

 
Por Jorge Hernández Fonseca
31 de Mayo de 2019


Por la segunda vez fracasan las conversaciones Maduro-Guaidó en Oslo. Estos fracasos sucesivos sólo demuestran una realidad: Para solucionar la crisis venezolana mediante conversaciones, no es con Maduro con el que habría que negociar, habría que negociar con La Habana. A su vez, no es Guaidó el interlocutor con el cual La Habana se sentaría a negociar la solución de la crisis venezolana, sino con los representantes de Donald Trump. Maduro jamás va a negociar su salida del poder; Cuba si lo haría, como ya estuvo dispuesta a hacerlo.

La Habana inició este ciclo negociador entre venezolanos en Oslo, porque dio garantías a la oposición de tirar del poder a Maduro y convocar elecciones limpias. Era porque Trump había prometido que si Cuba retiraba “sus hombres” de Venezuela, propiciaría un nuevo acercamiento a la Habana, que resolvería muchos de sus problemas. Así, los cubanos proyectaron para Venezuela una solución al estilo Nicaragua, con Padrino jefe del ejército, Cabello al frente del partido chavista y donde el único sacrificado sería Maduro. Aunque perdieran las elecciones ahora, siempre habría como retomar el poder, al mejor estilo Daniel Ortega en Nicaragua.

La oposición política cubana de Miami, protestó ante Trump, que dio marcha atrás a su promesa de abrirse a la Cuba castrista (lo cual eternizaría la dictadura cubana) y las cosas volvieron a la posición cero. De esa manera, Cuba nunca colaboraría con Guaidó para eliminar a Maduro. En esta segunda ronda de negociaciones, Guaidó ignoró que ya la Habana no tiraría a Maduro, porque ya Trump no se abriría con la isla. La conversación Guairó-Maduro se trabó precisamente cuando el dictador venezolano se negó a abandonar el poder, sin ganar nada.

En la Venezuela de hoy, hay sólo dos posibilidades: Primero: Negociar con Cuba, es decir EUA, el Grupo de Lima y Europa negociar con la Habana. En segundo lugar, organizar una fuerza internacional latinoamericana, con soldados venezolanos y apoyados militar, logística y financieramente por EUA, para tirar del poder por la fuerza a Maduro Cabello y comparsa.

La variante de una negociación con Cuba que implique compromisos de subsistencia de la dictadura castrista, sería --además de inmoral-- inaceptable para el sufrido pueblo cubano. Por ello, lo que se impone es la organización de una fuerza que se oponga a Maduro, en el mismo terreno con que el dictador venezolano ha enfrentado a la oposición pacífica: una fuerza militar.

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