lunes, noviembre 11, 2019

Lo que nadie dice: así de miserable y oprimido era Chile bajo el gobierno del comunista Salvador Allende



Lo que nadie dice: así de miserable era Chile bajo el gobierno de Allende

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En 1973 las mujeres le tiraban maíz a los militares mientras les gritaban que eran unos cobardes por no sacar a Allende del poder.
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Por Vanessa Vallejo
Sep 18, 2019

 tirándole maíz a los soldados mientras les gritan que son unos cobardes por no sacar a Allende del poder. Esta es solo una de las cosas que ocurrían en Chile en 1973, y que la izquierda intenta borrar de los anales de la historia.

La izquierda es increíblemente buena cambiando la realidad. Son muy astutos despertando sentimientos y convenciendo a la gente de que tienen la verdad. La estrategia que han manejado en Chile, respecto a lo sucedido con Salvador Allende y Augusto Pinochet, empieza por hacer que el mundo entero se olvide de la miseria en la que estaban sumidos los chilenos antes de que Pinochet tomara el poder.

El General era un dictador terrorífico y Allende un martir, ese es el relato simplista y mentiroso que han creado. Como si Pinochet un día, de la nada, hubiera decidido instaurar una dictadura y quedarse con el poder simplemente porque así se le antojó.

La izquierda oculta las marchas que hacían las madres porque no tenían comida para darle a sus hijos, no hablan ni de las largas filas que hacían los chilenos para conseguir alimentos básicos, ni de la inflación, ni de la escasez. No quieren que nadie sepa que la Cámara de Diputados declaró inconstitucional el gobierno de Allende.

Se llenan la boca diciendo que lo de Allende era un Gobierno del pueblo y para el pueblo, cuando en realidad fue un gobierno minoritario -que llegó al poder por suerte- y al que la mayoría de chilenos odiaba. ¿Y cómo no?, si para 1973 la mitad de la población estaba sumida en la pobreza.

El panorama de Chile para la época antes de que Pinochet tomara el poder era muy similar a la Venezuela de hoy. Increíblemente, la izquierda ha logrado que la gente olvide todo esto y vea a Allende como un romántico idealista.

Allende no representaba a la mayoría de los chilenos y generaba grandes miedos

En 1970 Allende es candidato presidencial por la Unidad Popular (UP), una alianza de partidos de izquierda formada en octubre de 1969. La coalición estaba constituida por el Partido Socialista, Partido Comunista, Partido Radical, el Movimiento de Acción Unitaria (MAPU), el Partido Social Demócrata (PSD) y la Acción Popular Independiente (API).

Antes de eso ya había sido candidato presidencial en tres ocasiones en las que no obtuvo el triunfo. Para 1970 Salvador Allende compite con Jorge Alessandri, candidato de la derecha y de los empresarios apoyado por el Partido Nacional y la Democracia Radical, y con Radomiro Tomic, apoyado por la Democracia Cristiana.

Los resultados de las elecciones fueron los siguientes:

Salvador Allende: 1.070.334 votos (36,2%)
Jorge Alessandri: 1.031.159 votos (34,9%)
Radomiro Tomic: 821.801 votos (27,8%)

Como ningún candidato consiguió mayoría, de hecho, la diferencia entre Allende y el candidato de la derecha fue mínima, apenas de 39 000 votos, le tocó al Congreso decidir.

Para convertirse en presidente se necesitaba el voto de 101 congresistas, Allende lo consiguió gracias al apoyo de la democracia cristiana, que se decidió a ponerlo como presidente después de que el izquierdista firmara el Estatuto de Garantías Constitucionales en el que se comprometía a garantizar el respeto de las libertades civiles, las elecciones, la libertad de expresión y en general la Constitución.

Que le hicieran firmar un documento público en el que se comprometiera a respetar la Constitución muestra la desconfianza que existía. Desde antes de que empezara a gobernar, muchos, incluso quienes lo apoyaron, lo veían potencialmente peligroso.

Allende no era, como afirma la izquierda, el «Gobierno del pueblo», tenía un apoyo muy minoritario y siempre fue considerado por muchos como un sujeto peligroso.

El terrorífico plan de gobierno 


El gobierno de Allende se basaba en las clásicas ideas keynesianas y marxistas. La intención era que la economía fuera completamente manejada por el Partido Comunista. Pedro Vuskovic Bravo, el ministro de economía de Allende tenía como objetivo convertir a Chile en una economía socialista.

(El tirano Fidel Castro y Salvador Allende cuando la larga vista del sátrapa cubano a Chile. Fotos y comentarios añadidos por el Bloguista de Baracutey Cubano)

Vuskovic anunció así su proyecto de gobierno: «La finalidad de nuestra maniobra, que se conseguirá a través de la abolición de la propiedad privada, será la destrucción de las bases económicas del imperialismo y de la clase dominante».

Las principales reformas:
  • Estatización de las «áreas claves» de la economía. Empresas industriales, empresas comerciales y el sistema bancario.
  • Nacionalización de los principales recursos, la Gran Minería del Cobre (GMC), salitre, carbón, hierro y acero.
  • Ampliación de la Reforma Agraria (que había sido implementada en el Gobierno anterior, pero que llegaría a su punto máximo en el gobierno de Allende).
  • Congelación de los precios de los bienes de la canasta básica.
  • Aumento, vía decreto, de los salarios nominales (solo al principio del gobierno este decretó un alza en promedio del 55% de los salarios).
  • Sumado a lo anterior, la idea de fondo era aumentar la demanda agregada mediante gasto estatal, lo que se financió vía emisión monetaria causando una terrible inflación.


Evidentemente el plan de Allende no se llevó a cabo pacíficamente. No hay forma de quitarle a la gente sus propiedades de manera pacífica.

La reforma agraria, por ejemplo, estuvo principalmente en manos de paramilitares, quienes por la fuerza arrebataron las propiedades no solo a grandes terratenientes, sino principalmente a gente humilde que se quedó sin nada, porque excusados en que eran el gobierno del pueblo unos socialistas les robaron lo que tenían.

Para realizar la estatización del sistema bancario Allende decidió, evadiendo al Congreso, que se negaba a aprobarle sus decisiones inconstitucionales, dos causales para intervenir un banco: por la detección de alguna irregularidad financiera y en caso de que existiesen problemas laborales que impidiesen su normal funcionamiento.

Así logró, para 1972, tener casi completo control de la banca en Chile. A mitad de ese año el Estado controlaba el 85% del crédito bancario en moneda nacional y del 95% en moneda extranjera.

Para expropiar a las empresas hizo lo mismo: como el Congreso no le aprobaba sus ideas inconstitucionales, gobernaba por decreto.

El resultado: Miseria

Como siempre ha ocurrido donde se aplican medidas estatistas, el resultado tras tres años de gobierno comunista de Allende fue la miseria.

 déficit del sector público pasó del 1,4 % del PIB en 1970 al 22,9 % en 1973, ya que el plan era impulsar la demanda con gasto estatal.

(Chilenos ¨haciendo colas¨ o líneas para comprar alimentos)

El gobierno impuso precios máximos, pero a pesar de eso, como siempre ocurre cuando se decreta control de precios, la inflación era brutal. Para 1973 lo normal en Chile era ver filas enormes de gente intentando conseguir alimentos básicos. La inflación oficial, la que daba el Gobierno, era del 300 %, pero el aumento real de los precios llegó a pasar el 600 %.

«¿Ha ocurrido algo semejante en algún país del mundo? En 1970, cuando Allende llega al poder, un par de zapatos costaba 150 escudos. En 1973, ese mismo par de zapatos salía a 3.000 escudos. Lo mismo ocurría con los bienes básicos. Un pollo costaba 80 escudos en 1970 y 1.500 escudos en 1973. Peor aún, era difícil encontrar los productos, por el desabastecimiento», dijo el expresidente chileno Eduardo Frei -antecesor de Allende- en una entrevista para ABC realizada un mes después de que Pinochet tomara el poder.

«Los militares fueron llamados y cumplieron una obligación legal, porque el poder Ejecutivo y el Judicial, el Congreso y la Corte Suprema, habían denunciado públicamente que la presidencia y su régimen quebrantaban la Constitución, los acuerdos votados en el Parlamento y las sentencias dictadas por jueces absolutamente extraños a la política (…) Cuando un gobierno procede así, el derecho a la rebelión se convierte en un deber. Es un derecho jurídico, proclamado por todos los tratadistas e historiadores, como el padre Juan de Mariana en España», agregó el expresidente en la entrevista.

La gente tenía hambre, no había productos básicos, tenían que hacer filas eternas para intentar conseguir algo. Las mujeres hacían las «marchas de las ollas vacías», salían con sus niños a protestar porque no tenían qué darles de comer.

Los ladrones del gobierno expropiaban a grandes empresarios y a gente humilde por igual. La Cámara de los Diputados declaró inconstitucional el gobierno de Allende por las continuas y sistemáticas violaciones a la carta magna. Por eso las mujeres le tiraban maíz a los regimientos, por eso la mayoría de los chilenos rogaban que alguien sacara a Allende del poder. Los militares en Chile respondieron a ese llamado.
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Fidel Castro pidió armas atómicas a la URRS en 1981

Por Juan O. Tamayo
El Nuevo Herald
 19 de Septiembre 2005

(fragmento)

Diecinueve años después de que la crisis de los cohetes rusos en Cuba casi diera lugar a una guerra nuclear, Fidel Castro le pidió a la Unión Soviética que emplazara de nuevo armas atómicas en su isla, según dice un libro recién publicado y basado en informes de la agencia de inteligencia moscovita KGB.
El libro, basado en documentos revelados por el archivista Vasili Mitrojin de la KGB cuando desertó en 1992, hace otras alegaciones asombrosas cuando describe las operaciones de la KGB en el Tercer Mundo en los años 60 y 70.
• Los documentos de la KGB mencionan pagos hechos y propuestos a Salvador Allende, de Chile, por un total de $420,000 antes y después de sus elecciones como presidente en 1970.
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Incluso entonces, la KGB no dejó de espiar. Además de su presencia oficial en La Habana, operaba una rama secreta para espiar en Cuba que solamente en 1974 envió 269 informes a Moscú, según informa el libro.
Otros informes de la KGB dicen que Raúl Castro, que estaba de viaje comprando armas en Checoslovaquia, ``duerme con las botas puestas y exige los servicios de prostitutas rubias''.
El libro describe a Allende como ''en todo sentido el más importante de los contactos confidenciales de la KGB en Sudamérica'' porque era un marxista electo democráticamente y aliado de Castro. Según el léxico de la KGB, un contacto confidencial es más bien como una fuente amistosa, no un agente.
Pero el libro añade que expediente de Allende en la KGB dice que la agencia mantenía ''contacto sistemático'' con él desde 1961. Un informe dice que ``él manifestó su deseo de cooperar confidencialmente . . . ya que se consideraba amigo de la Unión Soviética''.
El libro dice que mientras el gobierno de Nixon y la CIA trabajaban con diligencia para impedir su elección en 1970, y para quitarlo del gobierno después, la KGB trabajaba duro por mantenerlo en el poder.
Mitrojin y Andrew dicen también que mientras fue presidente, Allende le ofreció a un oficial de la KGB enviarle ayudantes suyos de confianza en la región para informarle sobre temas que le interesaran a Moscú. Allende murió en el golpe de estado en que lo derrocaron en 1973.
Sólo unas 130 páginas de las 677 que tiene el libro se dedican a Latinoamérica, desde contactos inocentes de la KGB con otros gobernantes latinoamericanos hasta envíos ya conocidos de armamentos soviéticos a las guerrillas salvadoreñas.
En cuanto a Pepe Figueres, de Costa Rica, el libro dice que después de que lo eligieron se reunía con regularidad con el jefe de la KGB en San José y no con el embajador soviético. Figueres también accedió a hacer un trato relacionado con un periódico que tenía.
Un informe de la KGB de 1974 enviado al presidente Leonid Brezhnev, decía: ``En vista de que Figueres ha acordado publicar materiales beneficiosos para la KGB, se le han dado $10,000 (U.S.) disfrazados como compras de acciones en su periódico''.
Aunque el libro no dice explícitamente si Allende o Figueres sabían que esos dineros venía de la KGB, Andrew alega en un mensaje electrónico al Herald que por supuesto que lo sabían.
''Allende sabía mucho antes de asumir la presidencia, y Figueres por lo menos desde 1970 que estaban tratando con oficiales de la KGB y no con alguien que pudiera pensarse eran diplomáticos o periodistas soviéticos'', dice Andrew en su comunicación.
Y continúa: ``El oficial de la KGB que trataba con Allende, Svyatoslav Kuznetsov, reportó en Moscú que Allende reaccionó positivamente a sus sugerencias de reorganizar la inteligencia chilena y establecer vínculos con la KGB. Figueres tomó complejas precauciones para preservar el carácter secreto de sus reuniones regulares con el agente en residencia de la KGB''.

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