jueves, julio 09, 2020

Alfredo M. Cepero: LA TIRANÍA DE LA MINORÍA



LA TIRANÍA DE LA MINORÍA

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Puesto en pocas palabras y para que todos lo entendamos, un millón de delincuentes se propone nada menos que dictar la conducta de 330 millones de americanos respetuosos de la ley.
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Por Alfredo M. Cepero
8 de julio, 2020
Director de www.lanuevanacion.com
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A través de toda la historia de la humanidad ha habido numerosos pueblos que han sido víctimas de tiranías represivas y minoritarias. Pero ninguno de esos pueblos tenía en su haber 244 años de libertad, seguridad y prosperidad bajo un sistema de república constitucional y democracia representativa. Esa distinción corresponde únicamente a estos Estados Unidos de América. Por eso resulta tan difícil alertar a este pueblo del peligro que representan los forajidos que por estos días han estado destruyendo propiedades, adueñándose de las calles y profanando monumentos.

Puesto en pocas palabras y para que todos lo entendamos, un millón de delincuentes se propone nada menos que dictar la conducta de 330 millones de americanos respetuosos de la ley. La escusa esgrimida por estos vándalos ha sido la muerte del hombre negro George Floyd a manos del policía blanco Derek Chauvin, pero su objetivo real es mucho más elaborado y tenebroso. Porque esta destrucción y profanación de monumentos es un plan encaminado a borrar la historia gloriosa de los Estados Unidos.

¿Por qué son tan importantes estos monumentos para el pueblo de los Estados Unidos?  Porque estos monumentos son maestros silentes en la sólida forma de piedra y metal. Ellos preservan la memoria de una gloriosa historia americana de más de dos siglos de libertad. Y más importante todavía, estimulan en los ciudadanos de este país la responsabilidad de escribir los futuros capítulos de una epopeya que es ejemplo para el resto del mundo. Construir un monumento es ratificar un proyecto nacional compartido. Destruirlo es profanar la herencia común que da cohesión, mística y sentido a esta nación excepcional.  

Todos hemos sido testigos de la intimidación, la anarquía y el terror con que esta jauría minoritaria y vociferante ha tratado de amedrentar a la mayoría disciplinada y silenciosa de la población americana. Durante casi tres meses, hemos vivido con los nervios crispados y albergando la esperanza de que los bárbaros se cansen de amargarnos la vida. Pero, lo que para nosotros ha sido tolerancia para ellos ha sido debilidad. Se han envalentonado y se preparan a continuar con esta orgía de odio hasta unas elecciones del mes de noviembre que saben tener perdidas. Lo que demuestra que el arma más poderosa de estos miserables es la inercia de las personas decentes. ¡Esa inercia tiene que terminar ya!

Porque, si no le ponemos fin, correremos la suerte de otros pueblos que cometieron el error de subestimar a una minoría militante y fanática como la que ha dominado las pantallas de nuestros televisores en los meses recientes. Veamos unos pocos ejemplos. En los primeros momentos de la revolución rusa que derrocó al Zar Nicolas Segundo, los bolcheviques eran una organización con escasas probabilidades de llegar al poder y cuyos líderes, incluyendo a Vladimir Lenin, se encontraban exiliados en Alemania y Suiza. El hombre del momento era Alexander Kerensky hasta que Lenin decidió darle un golpe de estado. Lo demás es historia que todos conocemos.

Durante la Guerra Civil China (1927-1949), el Partido Nacionalista Chino, encabezado por el General Chiang Kai-shek, disfrutó del apoyo económico y militar de los Estados Unidos. Mientras tanto, el Ejército Popular de Liberación del Partido Comunista Chino, encabezado por Mao Tse Tung, estaba integrado por campesinos famélicos y desarmados. Sin embargo, Mao se hizo con el poder y dio muerte a más personas que las matadas por Hitler y Stalin sumadas, 65 millones según el historiador Stephane Courtois.  

Pero todo indica que el meteoro de estos ejemplos de crecimiento vertiginoso fue el Partido Nacional Socialista fundado por Adolfo Hitler. Hasta las elecciones parlamentarias de 1924, los Nazis eran elementos marginales casi desconocidos que obtuvieron solamente el 3 por ciento de los votos. Ocho años después, en las parlamentarias de 1932, superaron a todos los demás partidos con el 33 por ciento de los votos. Un año después, en enero de 1933, Hitler fue nombrado Canciller y jefe del gobierno alemán. Así nació el régimen diabólico del monstruo que destruyó a Alemania, ensangrentó a Europa y desató el holocausto del pueblo judío.

En mi querida y añorada Cuba el asalto al poder por la minoría comunista que bajó de las montañas con rosarios en el cuello fue taimado y vertiginoso. El 20 de julio de 1958, los castristas del "Movimiento 26 de julio" firmaron lo que se dio en llamar "Pacto de Caracas" con otras diez organizaciones que luchaban contra la dictadura de Fulgencio Batista. Entre ellos se encontraban el Partido Auténtico, el Partido Ortodoxo, el Directorio Revolucionario y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Todos se comprometieron− Castro incluido−a convocar elecciones en el plazo de 18 meses después del triunfo de la rebelión. Pero sólo unos meses después del triunfo el joven carismático y megalómano formuló la fatídica pregunta de "¿Elecciones para qué?" . Como una banda de monos domesticados la mayoría del pueblo cubano aplaudió aquel asesinato de la libertad y violación de la democracia.

Y embriagado de poder absoluto, el "máximo líder" complació a sus monos domesticados instaurando una tiranía comunista que se ha atrincherado en  su régimen espurio por más de seis décadas. Además, en apenas un año y medio, Fidel Castro  pasó de jurar públicamente que no era comunista a declarar oficialmente a su régimen como "marxista leninista". Un solo líder de la vieja guardia política cubana desconfió de la promesa y se enfrentó a la bestia. Su nombre: Manuel Antonio de Varona y Loredo. ¡Que Dios lo tenga en su santa gloria!

Al mismo tiempo, el fenómeno de Hugo Chávez en Venezuela es casi una réplica del asalto al poder por Fidel Castro en Cuba. Por eso a muchos cubanos de mi generación nos resulta inaudito que nuestros amigos venezolanos no hayan escuchado nuestra voz de alerta. Que me dijeran que los venezolanos eran más "arrechos" que los cubanos y que sus partidos políticos eran muy poderosos y mas organizados que los de Cuba. Desgraciadamente, para ellos y para mí, el tiempo me ha dado la razón.

Regresando a estos convulsionados Estados Unidos de principios de este Siglo XXI, el silencio de Donald Trump frente a los actos vandálicos de la chusma financiada por la izquierda millonaria fue para mí motivo de preocupación. La expresé en un artículo que titulé "Trump tiene que volver a ser Trump", publicado el 24 de junio pasado. Entonces dije: "Este es el momento de parar en seco a esta chusma y echar a un lado un apaciguamiento que les daría oxígeno para mas vandalismo".

Afortunadamente, Donald Trump ha comprendido el peligro de esa minoría destructiva y respondido de la manera enérgica que sus partidarios esperábamos. Su decreto presidencial del pasado 26 de junio estipula que quienes profanen monumentos o destruyan propiedades federales serán condenados a 10 años de privación de libertad.

Y su decreto presidencial de 3 de julio pasado crea una comisión para la construcción y reconstrucción de monumentos bajo la presidencia del Secretario del Interior. La tarea más importante de esa comisión será la construcción de un Jardín Nacional de Héroes Americanos donde serán honrados hombres y mujeres de todas las razas, todas las ideologías, todos los credos y todas las religiones.

Todo esto fue rubricado por su discurso del 4 de julio en la base del Monte Rushmore , al que considero el más elocuente de su presidencia. Quizás inspirado por las imágenes de los cuatro gigantes de la historia americana que fueron Washington, Jefferson, Roosevelt y Lincoln, el presidente expresó su política frente a los que quieren destruir a esta nación.

Con su claridad característica, Donald Trump dijo: "Nosotros no seremos aterrorizados, no seremos envilecidos y no seremos intimidados por esa gente mala y diabólica. Esa minoría de miserables no se saldrá con la suya". Estas palabras demuestran que el presidente entiende perfectamente que sin ley no hay orden y sin orden no hay nación que pueda garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos como la libertad, la seguridad y la prosperidad. Precisamente la misión que Trump se impuso aún antes de llegar a la Casa Blanca.

7-8-20
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ota DBS
Jul 6, 2020

Segmentos del discurso de Trump por el 4 de Julio, celebrado en el Monte Rushmore, en el momento en que el partido democrata en su acelerada podemización, se une a cuestionar los simbolos y monumentos mas emblematicos de la cultura estadounidense, entre ellos también el Monte Rushmore con los rostros de los padres fundadores, tras la ola de ataque y derribo de estatuas de iconos americanos, hispanos y  occidentales, llevada a cabo por el grupo de ideologia fascista llamado antifa y el grupo colectivista racial llamado black lives matter. 

Ahora, BLM, ANTIFA, el partido democrata y varias grandes coorporaciones forman un frente común con el único objetivo de "dar de baja" a Trump y poner a Biden en la presidencia, usando cualquier metodo que sea necesario. Inclusive hacer arder el pais entero.


Trump en Monte Rushmore. Unanimidad mediática: "Un Discurso para la Crispación".-
(fragmentos)



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Donald Trump - Discurso íntegro del Día de la Independencia, 4 julio 2020 - Monte Rushmore (en español)


Periódico LEAL
Jul 4, 2020

El discurso de Donald Trump que pasará a la historia como el mejor discurso de un Presidente.
Día de la Independencia celebrado el 4 de julio 2020, en el Monte Rushmore en Dakota, EEUU.
Transcripción en español del discurso: https://periodicoleal.com/discurso-do...
#DonaldTrump #MontRushmore #4July2020

Donald Trump: «No podría haber mejor lugar para celebrar la independencia de Estados Unidos que debajo de esta magnífica, increíble y majestuosa montaña y monumento a los más grandes estadounidenses que jamás hayan vivido. Hoy rendimos homenaje a las vidas excepcionales y los legados extraordinarios de George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Teddy Roosevelt. Estoy aquí como su presidente para proclamar ante el país y ante el mundo, este monumento nunca será profanado, estos héroes nunca serán difamados, su legado nunca será destruido, sus logros nunca serán olvidados y el Monte Rushmore se mantendrá para siempre como un eterno homenaje a nuestros antepasados y a nuestra libertad.»

«Nos reunimos esta noche para anunciar el día más importante en la historia de las naciones, el 4 de julio de 1776. Ante esas palabras, cada corazón estadounidense debe hincharse de orgullo, cada familia estadounidense debe animar de alegría y cada patriota estadounidense debe estar lleno de alegría porque cada uno de ustedes vive en el país más magnífico de la historia del mundo y pronto será más grande que nunca.»

«Nuestros fundadores lanzaron no solo una revolución en el gobierno, sino una revolución en la búsqueda de la justicia, la igualdad, la libertad y la prosperidad. Ninguna nación ha hecho más para promover la condición humana que los Estados Unidos de América y ninguna gente ha hecho más para promover el progreso humano que los ciudadanos de nuestra gran nación. Todo fue posible gracias al coraje de 56 patriotas que se reunieron en Filadelfia hace 244 años y firmaron la Declaración de Independencia. Ellos consagraron una verdad divina que cambió el mundo para siempre cuando dijeron: "Todos los hombres son creados iguales". Estas palabras inmortales ponen en marcha la marcha imparable de la libertad. Nuestros fundadores declararon audazmente que todos estamos dotados de los mismos derechos divinos, que nos dio nuestro Creador en el Cielo, y lo que Dios nos ha dado, no permitiremos que nadie nos quite nunca.»

«1776 representó la culminación de miles de años de civilización occidental y el triunfo no solo del espíritu, sino de la sabiduría, la filosofía y la razón. Y, sin embargo, a medida que nos reunimos aquí esta noche, existe un peligro creciente que amenaza cada bendición por la que nuestros antepasados lucharon tanto, lucharon, que se desangraron para asegurarse. Nuestra nación está siendo testigo de una campaña despiadada para borrar nuestra historia, difamar a nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros hijos. Multitudes enojadas están tratando de derribar las estatuas de nuestros fundadores, desfigurar nuestros monumentos más sagrados y desatar una ola de crímenes violentos en nuestras ciudades. Muchas de estas personas no tienen idea de por qué están haciendo esto, pero algunos saben lo que están haciendo. Piensan que el pueblo estadounidense es débil, blando y sumiso, pero no, el pueblo estadounidense es fuerte y orgulloso y no permitirá que le quiten a nuestro país y todos sus valores, historia y cultura.»

«Una de sus armas políticas es cancelar la cultura, expulsar a las personas de sus trabajos, avergonzar a los disidentes y exigir la sumisión total de cualquiera que no esté de acuerdo. Esta es la definición misma de totalitarismo, y es completamente ajena a nuestra cultura y nuestros valores y no tiene absolutamente ningún lugar en los Estados Unidos de América.»

«Este ataque a nuestra libertad, nuestra magnífica libertad debe ser detenida y se detendrá muy rápidamente. Expondremos este movimiento peligroso, protegeremos a los niños de nuestra nación de este asalto radical y preservaremos nuestro querido estilo de vida estadounidense. En nuestras escuelas, nuestras salas de redacción, incluso nuestras salas de juntas corporativas, existe un nuevo fascismo de extrema izquierda que exige lealtad absoluta. Si no habla su idioma, realiza sus rituales, recita sus mantras y sigue sus mandamientos, entonces será censurado, desterrado, incluido en la lista negra, perseguido y castigado. No nos va a pasar.»

«No cometer errores. Esta revolución cultural de izquierda está diseñada para derrocar a la Revolución Americana. Al hacerlo, destruirían la civilización que rescató a miles de millones de la pobreza, la enfermedad, la violencia y el hambre, y que llevó a la humanidad a nuevas alturas de logros, descubrimientos y progreso. Para hacer esto posible, están decididos a derribar cada estatua, símbolo y memoria de nuestro patrimonio nacional.»

Trascripción completa: https://periodicoleal.com/discurso-do...

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